SOBRE LA NUEVA DEMOCRACIA
Enero de 1939
XI. LA CULTURA DE NUEVA DEMOCRACIA
Hemos explicado arriba las características históricas de la
política china en e1 nuevo período y la cuestión de la república de
nueva democracia. Ahora podemos pasar a la cuestión de la cultura.
Una cultura dada es el reflejo, en el plano ideológico, de la
política y la economía de una sociedad dada. Hay en China una
cultura imperialista, que es el reflejo de la total o parcial
dominación imperialista sobre China en los terrenos político y
económico. Fomentan esta cultura no sólo las instituciones
culturales que manejan directamente los imperialistas en China,
sino también cierto número de chinos que han perdido todo sentido
del pudor. Corresponde a esta categoría toda manifestación cultural
que contenga ideas esclavizadoras. En China hay también una
cultura semifeudal, reflejo de su política y su economía
semifeudales. Son representantes de esta cultura cuantos abogan por
el culto a Confucio, el estudio de los cánones confucianos, el viejo
código moral y las viejas ideas y se oponen a la nueva cultura y a
las nuevas ideas. La cultura imperialista y la semifeudal, cual
hermanas entrañables, forman una alianza reaccionaria en contra de
la nueva cultura de China. Estas culturas reaccionarias sirven al
imperialismo y a la clase feudal, y deben ser barridas. De otro
modo, no será posible construir ninguna nueva cultura. Sin
destrucción, no hay construcción; sin contención, no hay flujo; sin
reposo, no hay movimiento. La lucha entre la nueva cultura y las
culturas reaccionarias es una lucha a muerte.
La nueva cultura constituye el reflejo, en el plano ideológico, de
la nueva política y la nueva economía, y está a su servicio.
385
Como ya hemos señalado en el capítulo III, la sociedad china ha
cambiado gradualmente de naturaleza desde la aparición de la
economía capitalista en China; ya no es una sociedad totalmente
feudal, sino una sociedad semifeudal, aunque todavía predomina la
economía feudal. Comparada con esta última, la economía
capitalista es nueva. Simultáneamente con la nueva economía
capitalista, han surgido y crecido nuevas fuerzas políticas : las de la
burguesía, la pequeña burguesía y el proletariado. Y la nueva
cultura es el reflejo, en el plano ideológico, de estas nuevas fuerzas
económicas y políticas, y está a su servicio. Sin la economía
capitalista, sin la burguesía, la pequeña burguesía y el proletariado y
sin las fuerzas políticas que representan a estas clases, no habría
podido surgir ni la nueva ideología ni la nueva cultura.
Estas nuevas fuerzas políticas, económicas y culturales son todas
fuerzas revolucionarias de China, que se oponen a la vieja política,
la vieja economía y la vieja cultura. Las tres últimas se componen
de dos partes: una, la política, la economía y la cultura semifeudales
propias de China, y la otra, la política, la economía y la cultura
imperialistas, que predominan en la alianza entre esas dos partes.
Ambas son perniciosas y hay que destruirlas totalmente. La lucha
entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad china es la lucha entre las
nuevas Fuerzas, las amplias masas populares (las clases
revolucionarias), y las viejas fuerzas, el imperialismo y la clase
feudal. Esta lucha entre lo nuevo y lo viejo es la lucha entre la
revolución y la contrarrevolución. Dura ya todo un siglo a contar
desde la Guerra del Opio, y casi treinta años desde la Revolución de
1911.
Pero, como ya hemos indicado, también las revoluciones pueden
clasificarse en nuevas y viejas; lo que es nuevo en un período
histórico se hace viejo en otro. En China, los cien años de
revolución democrático-burguesa pueden dividirse en dos grandes
períodos: los primeros ochenta años y los últimos veinte. Cada uno
tiene su característica histórica básica: la revolución democráticoburguesa de China de los primeros ochenta años pertenece a la vieja
categoría, mientras que la de los últimos veinte, en virtud de los
cambios ocurridos en la situación política internacional y nacional,
pertenece a la nueva categoría. La vieja democracia caracteriza los
primeros ochenta años; la nueva democracia, los últimos veinte.
Esta diferencia en el terreno político también se observa en el
terreno cultural.
¿Cómo se manifiesta esta diferencia en el terreno cultural? Esto
es lo que a continuación explicaremos.
XII. CARACTERÍSTICAS HISTÓRICAS DE LA REVOLUCIÓN CULTURAL DE CHINA
En el frente cultural o ideológico de China, el período anterior al
Movimiento del 4 de Mayo y el que le sigue constituyen dos
períodos históricos diferentes.
Antes del Movimiento del 4 de Mayo, la lucha en el frente
cultural de China fue la lucha entre la nueva cultura de la burguesía
y la vieja cultura de la clase feudal. Tal carácter tuvieron las luchas
de esa época entre el «sistema escolar moderno» y el sistema de
exámenes imperiales17, entre el saber nuevo y el antiguo, entre el
saber occidental y el tradicional. Por «sistema escolar moderno»,
saber nuevo o saber occidental se entendían fundamentalmente
(decimos fundamentalmente, porque todavía se mezclaban con
muchos perniciosos vestigios del feudalismo chino) las ciencias
naturales imprescindibles para los representantes de la burguesía, y
las teorías socio-políticas burguesas. En ese tiempo, las ideas del
saber nuevo desempeñaron un papel revolucionario al luchar contra
las ideas feudales chinas, y sirvieron a la revolución democráticoburguesa china del antiguo período. Sin embargo, debido a la
impotencia de la burguesía china y a la entrada del mundo en la
época del imperialismo, estas ideas burguesas fueron arrolladas en
las primeras escaramuzas por la alianza reaccionaria entre las ideas
esclavizadoras del imperialismo extranjero y las del «retorno a los
antiguos» del feudalismo chino ; bastaron los primeros
contraataques de esta alianza ideológica reaccionaria para que el
llamado saber nuevo arriara banderas, silenciara tambores y tocara a
retirada; perdida el alma, le quedó sólo el pellejo. En la época del
imperialismo, la vieja cultura democrático-burguesa ya estaba
corrompida y no tenía ninguna vitalidad: su derrota era inevitable.
Pero, a partir del Movimiento del 4 de Mayo, las cosas
cambiaron. Surgió en China una fuerza cultural fresca, totalmente
nueva : la cultura c ideología comunistas, guiadas por los
comunistas chinos, o sea, la concepción comunista del mundo y la
teoría de la revolución social. El Movimiento del 4 de Mayo tuvo
lugar en 1919, y la fundación del Partido Comunista de China y el
comienzo real del movimiento obrero se produjeron en 1921. Todo
esto sucedió después de la Primera Guerra Mundial y de la
Revolución de Octubre, esto es, en una época en que la cuestión
nacional y el movimiento revolucionario de las colonias habían
tomado en el mundo un nuevo cariz.
Aquí la conexión entre la revolución china y la revolución mundial
es sumamente clara. Una fuerza política fresca – el proletariado y su
Partido Comunista – subió a la escena política china, y, como
resultado, la fuerza cultural fresca, con nuevo uniforme y nuevas
armas, uniéndose con todos los aliados posibles y desplegando sus
filas en formación de combate, lanzó una heroica ofensiva contra
las culturas imperialista y feudal. Esta fuerza ha logrado un enorme
desarrollo en el campo de las ciencias sociales y en el de las letras y
artes, o sea, en filosofía, ciencias económicas, ciencias políticas,
ciencia militar, historia, literatura y arte (teatro, cine, música,
escultura y pintura). Durante los últimos veinte años, adondequiera
que esta nueva Fuerza cultural ha dirigido sus ataques, se ha
producido una gran revolución tanto en el contenido ideológico
como en la forma (por ejemplo, en la lengua escrita). Es tan
imponente y poderosa que resulta invencible allí donde llega. La
movilización que ha realizado tiene una amplitud sin paralelo en la
historia de China. Y el más grande y valiente abanderado de esta
nueva fuerza cultural ha sido Lu Sin. Comandante en jefe de la
revolución cultural de China, no sólo fue un gran hombre de letras,
sino también un gran pensador y un gran revolucionario. Lu Sin fue
hombre de integridad inflexible, sin sombra de servilismo ni
obsequiosidad, cualidad ésta la más valiosa en los pueblos
coloniales y semicoloniales. En el frente cultural, Lu Sin,
representante de la gran mayoría de la nación, fue el más correcto,
valiente, firme, leal y ardiente héroe nacional que haya jamás
asaltado las posiciones enemigas. El rumbo de Lu Sin es justamente
el de la nueva cultura de la nación china.
Antes del Movimiento del 4 de Mayo, la nueva cultura de China
era, por su carácter, la cultura de vieja democracia y formaba parte
de la revolución cultural capitalista de la burguesía mundial. A
partir de dicho Movimiento, ya es la cultura de nueva democracia y
forma parte de la revolución cultural socialista del proletariado
mundial. Antes del Movimiento del 4 de Mayo, el movimiento por
la nueva cultura o revolución cultural de China estaba dirigido por
la burguesía, que aún desempeñaba el papel dirigente. Después del
Movimiento del 4 de Mayo, la cultura e ideología de la burguesía
han quedado aún más atrasadas que su política, y ya no les
corresponde ningún papel dirigente; a lo sumo, pueden desempeñar,
hasta cierto punto, el papel de aliado en determinados períodos
revolucionarios. E1 papel dirigente en esta alianza corresponde
necesariamente a la cultura e ideología del proletariado. Este es un
hecho patente, irrefutable.
La cultura de nueva democracia es la cultura antiimperialista y
antifeudal de las amplias masas populares ; hoy día, es la cultura de
frente único antijapones. Esta cultura sólo puede ser dirigida por la
cultura e ideología del proletariado, es decir, por la ideología
comunista, y nunca por la cultura e ideología de ninguna otra clase.
En una palabra, la cultura de nueva democracia es la cultura
antiimperialista y antifeudal de las amplias masas populares dirigida
por el proletariado.
XIII. LOS CUATRO PERIODOS
La revolución cultural es el reflejo, en el plano ideológico, de las
revoluciones política y económica, y está al servicio de éstas. En
China, al igual que la revolución política, la revolución cultural
tiene un frente único.
La historia del frente único de la revolución cultural durante los
últimos veinte años se divide en cuatro períodos. El primero
comprende dos años, de 1919 a 1921; el segundo, los seis años de
1921 a 1927; el tercero, los diez años de 1927 a 1937, y el cuarto,
los tres años de 1937 hasta el presente.
El primer período va desde el Movimiento del 4 de Mayo de
1919 a la fundación del Partido Comunista de China en 1921. Este
Movimiento es el principal jalón de dicho período.
E1 Movimiento del 4 de Mayo fue un movimiento tanto
antiimperialista como antifeudal. Su excepcional significación
histórica reside en una característica que le faltó a la Revolución de
1911: oposición consecuente e intransigente al imperialismo y al
feudalismo. Esta cualidad del Movimiento del g de Mayo se debía a
que la economía capitalista de China había dado un nuevo paso en
su desarrollo, y a que los intelectuales revolucionarios chinos
concibieron nuevas esperanzas en la liberación nacional de China al
ver derrumbarse a tres grandes potencias imperialistas – Rusia,
Alemania y Austria – y debilitarse a otras dos – Inglaterra y Francia
-, y al ver que el proletariado ruso establecía un Estado socialista y
el proletariado de Alemania, Austria-Hungría e Italia estaba en
revolución. EL Movimiento del 4 de Mayo Fue la respuesta al
llamamiento de la revolución mundial, de la Revolución Rusa y de
Lenin. Fue parte de la revolución mundial proletaria en esa época.
Si bien el Partido Comunista no existía aún,
había un buen número de intelectuales que aprobaban la
Revolución Rusa y poseían rudimentos de la ideología comunista.
Al comienzo, el Movimiento del 4 de Mayo fue el movimiento
revolucionario de un frente único de tres sectores : intelectuales de
ideas comunistas, intelectuales revolucionarios de la pequeña
burguesía e intelectuales de la burguesía (estos últimos formaban el
ala derecha del Movimiento en aquella época). Su punto débil
consistía en que se limitaba a los intelectuales, sin que participaran
los obreros y campesinos. Pero, al desarrollarse hasta desembocar
en el Movimiento del 3 de Junio18, se convirtió en un movimiento
revolucionario de amplitud nacional, en el que participaron no sólo
los intelectuales, sino también las amplias masas del proletariado, la
pequeña burguesía y la burguesía. La revolución cultural
emprendida por el Movimiento del 4 de Mayo fue un movimiento
de oposición consecuente a la cultura feudal; nunca se había
conocido una revolución cultural tan grande y tan consecuente
desde los albores de la historia china. La revolución cultural realizó
grandes proezas en esa época enarbolando las dos grandes banderas:
lucha contra la vieja moral y por la nueva moral, y lucha contra la
vieja literatura y por la nueva literatura. Sin embargo, en aquel
entonces, este movimiento cultural no pudo extenderse ampliamente
entre las masas obreras y campesinas. Planteó la consigna de
«Literatura para la gente sencilla», pero, en realidad, por «gente
sencilla» se entendía sólo a los intelectuales de la pequeña burguesía
urbana y de la burguesía, esto es, a la intelectualidad urbana. Tanto
ideológicamente como en materia de cuadros, el Movimiento del g
de Mayo preparó el terreno para la fundación del Partido Comunista
de China en 1921, así como para el Movimiento del 30 de Mayo de
1925 y la Expedición al Norte. Los intelectuales burgueses que
constituían el ala derecha del Movimiento del 4 de Mayo
transigirían en su mayoría con el enemigo durante el segundo
período, pasándose a la reacción.
En el segundo período, cuyos jalones los constituyen la
fundación del Partido Comunista de China, el Movimiento del 30 de
Mayo y la Expedición al Norte, se continuó y amplió el frente único
de las tres clases, formado durante el Movimiento del 4 de Mayo, se
atrajo a dicho frente al campesinado, y se estableció en el terreno
político un frente único de todas estas clases : la primera
cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista. E1 Dr.
Sun Yat-sen fue un gran hombre no sólo porque dirigió la gran
Revolución de 1911 (aunque ésta fue una revolución democrática
de la vieja época), sino también
porque, sabiendo «ajustarse a la tendencia del mundo y responder a
las necesidades de las masas», formuló las Tres Grandes Políticas
revolucionarias: alianza con Rusia, alianza con el Partido
Comunista y ayuda a los campesinos y obreros, dio una nueva
interpretación a los Tres Principios del Pueblo y así estableció los
nuevos Tres Principios del Pueblo con sus Tres Grandes Políticas.
Anteriormente, los Tres Principios del Pueblo ejercían escasa
influencia en los círculos educacionales y académicos y entre la
juventud, porque no planteaban la consigna de oponerse al
imperialismo ni la de oponerse al sistema social feudal y a la cultura
e ideología feudales. Eran los viejos Tres Principios del Pueblo,
considerados por la gente como bandera provisional de que se valía
un grupo de personas para hacerse del Poder, o sea, para ganar
puestos oficiales, una simple bandera para maniobras políticas.
Pero, más tarde, aparecieron los nuevos Tres Principios del Pueblo
con sus Tres Grandes Políticas. Gracias a la cooperación entre el
Kuomintang y el Partido Comunista y a los esfuerzos de los
militantes revolucionarios de ambos partidos, los nuevos Tres
Principios del Pueblo se extendieron por toda China, difundiéndose
entre una parte de los círculos educacionales y académicos y la gran
masa de la juventud estudiantil. Esto se debió enteramente a que los
Tres Principios del Pueblo originales se habían desarrollado hasta
convertirse en los Tres Principios del Pueblo de nueva democracia,
antiimperialistas y antifeudales, con sus Tres Grandes Políticas. Sin
este desarrollo habría sido imposible la difusión de las ideas de los
Tres Principios del Pueblo.
Durante este período, los Tres Principios del Pueblo
revolucionarios llegaron a ser la base política del frente único entre
el Kuomintang y el Partido Comunista, del frente único de todas las
clases revolucionarias ; las doctrinas de ambos partidos se unieron
en este frente único, pues «el comunismo es el buen amigo de los
Tres Principios del Pueblo». Por su composición de clase, fue un
frente único del proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía
urbana y la burguesía. En esa época, utilizando como base de
operaciones el semanario comunista El Guía, el periódico
kuomintanista de Shanghai Diario de la República, y otros
periódicos de diversas localidades, los dos partidos, conjuntamente,
propagaron las ideas antiimperialistas, combatieron la educación
feudal basada en el culto a Confucio y en el estudio de los cánones
confucianos, combatieron la vieja literatura y la lengua clásica
feudales, y promovieron la nueva literatura y la lengua escrita
moderna con un contenido antiimperialista y antifeudal. Du-
rante las guerras en Kuangtung y la Expedición al Norte, se
inculcaron ideas antiimperialistas y antifeudales a las fuerzas
armadas de China, lo que hizo posible su reforma. Las consignas
«¡Abajo los funcionarios corruptos !» y «¡Abajo los déspotas locales
y shenshi malvados!» se difundieron entre los millones de
campesinos y condujeron al desencadenamiento de grandes luchas
revolucionarias campesinas. Gracias a todo esto y a la ayuda de la
Unión Soviética, se logró la victoria de la Expedición al Norte.
Pero, una vez en el Poder, la gran burguesía liquidó esta revolución,
creándose así una nueva situación política.
E1 tercero fue el nuevo período revolucionario de 1927 a 1937.
Como al final del período precedente se había producido un cambio
en el campo revolucionario – la gran burguesía se había pasado al
campo contrarrevolucionario del imperialismo y las fuerzas
feudales y la burguesía nacional la había seguido, de manera que, de
las cuatro clases que originariamente formaban el campo
revolucionario, sólo quedaban tres: el proletariado y el campesinado
y demás sectores de la pequeña burguesía (incluidos los
intelectuales revolucionarios) -, la revolución china entró en un
nuevo período, en el cual al Partido Comunista de China solo le
correspondió dirigir a las masas en la revolución. Este Fue un
período de campañas contrarrevolucionarias de «cerco y
aniquilamiento», por una parte, y de profundización de la
revolución, por la otra. Hubo entonces dos tipos de campañas
contrarrevolucionarias de «cerco y aniquilamiento»: en el terreno
militar y en el terreno cultural. También hubo dos tipos de
profundización de la revolución : la profundización de la revolución
rural y la de la revolución cultural. Por instigación de los
imperialistas, las fuerzas contrarrevolucionarias de toda China y del
resto del mundo fueron movilizadas para ambos tipos de campañas
de «cerco y aniquilamiento», que duraron diez largos años y se
distinguieron por su inaudita crueldad: cientos de miles de
comunistas y jóvenes estudiantes cayeron asesinados, y millones de
obreros y campesinos sufrieron la más salvaje represión. Los
responsables de todo esto creían poder «liquidar de una vez para
siempre» al comunismo y al Partido Comunista. Sin embargo, el
resultado fue todo lo contrario: ambos tipos de campañas de «cerco
y aniquilamiento» Fracasaron miserablemente. El resultado de las
campañas en el terreno militar fue la marcha del Ejército Rojo al
Norte para resistir al Japón, y el de las campañas en el terreno
cultural, el estallido del Movimiento del 9 de Diciembre de 1935
una acción revolucionaria de la juventud. E1 resultado común de
ambos tipos de campañas fue el despertar de todo el pueblo. Estos
fueron tres resultados positivos. Lo más sorprendente es que,
encontrándose el Partido Comunista absolutamente indefenso en
todas las instituciones culturales de las zonas dominadas por el
Kuomintang, las campañas en el terreno cultural sufrieran allí
también una rotunda derrota. ¿Por qué ocurrió esto? ¿No da motivo
para reflexionar con seriedad? Precisamente en medio de estas
campañas, el comunista Lu Sin se convierte en el gigante de la
revolución cultural china.
El resultado negativo de las campañas contrarrevolucionarias de
«cerco y aniquilamiento» fue la invasión de nuestro país por el
imperialismo japonés. Esta es la razón principal de que, todavía
hoy, el pueblo de todo el país siga abominando esos diez años de
anticomunismo.
En las luchas de ese período, el campo revolucionario perseveró
firmemente en la nueva democracia antiimperialista y antifeudal de
las amplias masas populares y en los nuevos Tres Principios del
Pueblo, mientras que el campo contrarrevolucionario practicó el
despotismo de la alianza de la clase terrateniente y la gran
burguesía, alianza a las órdenes del imperialismo. Tanto en el
terreno político como en el cultural, este despotismo decapitó las
Tres Grandes Políticas de Sun Yat-sen y sus nuevos Tres Principios
del Pueblo, acarreando así una inmensa catástrofe a la nación china.
El cuarto período es el de la actual Guerra de Resistencia contra
el Japón. En el curso zigzagueante de la revolución china, ha
reaparecido el frente único de las cuatro clases. Pero esta vez su
ámbito es mayor, pues incluye, de las capas superiores, a muchos
representantes de los círculos gobernantes; de las capas medias, a la
burguesía nacional y la pequeña burguesía, y de las capas inferiores,
a todos los proletarios. De este modo, todas las capas de la nación
integran ahora la alianza que resiste con decisión al imperialismo
japonés. La primera etapa de este período duró hasta la caída de
Wuján. Durante esa etapa, el país entero vivió en un clima de
efervescencia en todos los terrenos; en lo político, hubo una
tendencia a la democratización, y en lo cultural, una movilización
bastante amplia. Con la caída de Wuján ha comenzado la segunda
etapa, durante la cual la situación política ha sufrido muchos
cambios: un sector de la gran burguesía ha capitulado ante el
enemigo, y el otro sector desea terminar lo antes posible con la
Guerra de Resistencia. En el terreno cultural, esta situación se ha
reflejado en las actividades reaccionarias de Ye Ching19, Chang
Chün-mai y otros, y en la desaparición de la libertad de palabra y de
prensa.
Para superar esta crisis, hay que luchar firmemente contra todas
las ideas opuestas a la resistencia, a la unidad y al progreso; sin
destruir tales ideas reaccionarias, no habrá ninguna esperanza de
ganar la guerra. ¿Qué futuro espera a esta lucha? Este es el gran
problema que preocupa al pueblo de todo el país. A juzgar por las
condiciones nacionales e internacionales, el pueblo chino tiene
asegurada la victoria, por más dificultades que surjan en el camino
de la Resistencia. El progreso alcanzado en los veinte años
posteriores al Movimiento del 4 de Mayo, supera no sólo al de los
ochenta años precedentes, sino, virtualmente, al de los últimos
milenios de la historia china. ¿No es de imaginar qué progresos hará
China en otros veinte años? La desenfrenada violencia de las
fuerzas tenebrosas, internas y externas, ha sumido a nuestra nación
en el desastre ; pero esta misma violencia, junto con mostrar el
vigor que todavía resta a esas fuerzas, revela que están en sus
estertores finales y que las masas populares se aproximan
gradualmente a la victoria. Esto es verdad en China, en todo el
Oriente y en el mundo entero.
ESCRITOS MAO ZEDONG
CONTINUARÁ…