LA NEP, O EL «RETROCESO TÁCTICO» DE LENIN

Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp

Cómo cambió la vida cotidiana en la Rusia sovietica durante la aplicación de la «Nueva Política Económica» . ¿Una lección para nuestros días?

La Nueva Política Económica (NEP) fue un forzado conjunto de medidas implementada por los bolcheviques en 1921 para intentar salvar la economía rusa que había quedado devastada tras la Revolución de 1917, la Guerra Civil y la invasión de 14 potencias extranjeras. A pesar de ser un alejamiento temporal de los ideales socialistas, la NEP les permitió un respiro económico antes de que esta fuera reemplazada por los planes de industrialización acelerada en 1928. En cualquier caso, lo interesante de aquel imprescindible proceso, advierte Manuel Medina, autor de este artículo, fue que los bolcheviques de entonces conocían cuál iba a ser el desenlace del «experimento» y cómo había que terminar con él… Pero, ¿ocurre hoy lo mismo con quienes transcurren por similares vericuetos?

POR MANUEL MEDINA PARA CANARIAS SEMANAL

    Tras el triunfo de la Revolución rusa de 1917 y la posterior Guerra Civil, que se produjo tras su triunfo, así como la invasión de 14 potencias extranjeras con el deliberado propósito de aplastar a la primera tentativa histórica de construir una sociedad socialista, la economía rusa quedó casi totalmente destruida, y el país se vio seriamente amenazado por una hambruna generalizada que amenazaba la propia existencia del proceso revolucionario que apenas había comenzado.

    En esas catastróficas condiciones, resultaba casi imposible sacar adelante el proyecto social revolucionario que se habían propuesto los bolcheviques y que tantas ilusiones había generado entre los sectores populares de la sociedad rusa.

    Para intentar salir de esa situación empantanada y mantener sus posiciones de poder, los bolcheviques dieron un paso inesperado en 1921, permitiendo el desarrollo de la  pequeña y mediana empresa  e, incluso, facilitando, con determinadas condiciones, las inversiones de capital procedentes del extranjero.    Fue este periodo de relajación de determinadas normas económicas  el que terminó pasando la historia con la denominación de la Nueva Política Económica (NEP).   

LA NEP Y EL «RETROCESO TÁCTICO»

    La aplicación de las reformas de la NEP representaba, ciertamente, un alejamiento de la política económica anterior, conocida como «comunismo de guerra», entre cuyas medidas se contempló la nacionalización de la industria y la confiscación de la producción agrícola para alimentar al Ejército Rojo y a las ciudades. La aplicación de la política del «comunismo de guerra» generó una fuerte crisis económica y social, que llevó al Partido Comunista y al propio Lenin a introducir una «nueva política económica», con carácter temporal, que se orientaba a lograr la estabilización de la situación del país.

   Para defender la aplicación de la NEPLenin argumentó que se trataba de un «retroceso táctico» que permitiría al país desarrollar sus fuerzas productivas y alcanzar el nivel de industrialización necesario para emprender posteriormente la construcción del socialismo. En este sentido, la NEP podría considerarse como una etapa en la dialéctica marxista de desarrollo histórico, que es un proceso de cambio y transformación a través de la lucha entre fuerzas opuestas.

    Aunque desde una perspectiva marxista podría interpretarse que la existencia de los «nepmen»  (hombres de la NEP) y la desigualdad económica que esas reformas generaban una contradicción en el proceso de construcción del socialismo, Lenin sostenía que la NEP era una etapa necesaria para superar el cúmulo de condiciones materiales adversas y poder avanzar hacia el socialismo:


 
   «La NEP de Rusia – escribía Lenin en 1923- es una «maniobra especial«- que nos servirá para sortear las dificultades que no podemos eliminar por la fuerza».  

     En un discurso pronunciado ante el IV Congreso de la Internacional Comunista, en 1922, Lenin defendió la NEP argumentando que la aplicación de esa política era esencial para superar la crisis económica y política que enfrentaba el país después de los estragos de la Guerra civil:

   «Nuestro enfoque principal en este momento es establecer una relación adecuada con los campesinos. Los campesinos representan el 80% de la población. Por lo tanto, no hay duda de que nuestra política económica, nuestra política en general y, en particular, nuestra política en la Nueva Política Económica, deben estar diseñadas de tal manera que establezcamos lazos estrechos con los campesinos» (Lenin, V. I., 1922).

LA APLICACIÓN DE LA NEP: CÓMO CAMBIÓ LA VIDA DE LOS SOVIÉTICOS

    La aplicación de la Nueva Política Económica tuvo un gran impacto, particularmente en el sector alimentario. El enorme impuesto sobre los alimentos, que suponía una onerosa carga para los campesinos, se redujo de forma considerable, y también se permitió a los particulares comerciar con los excedentes.

    En lugar de «raciones» de comida, la gente comenzó a recibir salarios en efectivo, con los que podía adquirir sus propios alimentos. Se permitió contratar a trabajadores privados e, incluso, se abrió la posibilidad de que quien dispusiera de recursos económicos pudiera crear pequeñas y medianas empresas, también de propiedad privada. Aunque a algunos le pudiera resultar paradójico, en el país en el que se estaba ensayando el comunismo se permitieron también las relaciones de mercado.

    En el marco de las reformas de la NEP reaparecieron las tiendas privadas, los locales de copas, los encopetados restaurantes y los cabarets, en un animado ámbito cosmopolita urbano, en el que la burguesía ya no tenía que guardar las apariencias ni avergonzarse de pertenecer a la antigua clase opresora.   Los grises guardapolvos del trabajo fueron sustituidos por los trajes elegantes. Las  distinguidas esposas de los «nepmen» de las grandes ciudades empezaron a usar sombreros de ala ancha, medias, largos y holgados  vestidos de seda.

   Por su parte, los varones comenzaron a calzar sus pantalones, ayudados por elegantes trajes con tirantes. El nuevo ambiente resultante de las reformas de la NEP, que luego permitiría emprender medidas revolucionarias, invadió determinados círculos sociales de las grandes  ciudades rusas de los años 20, muy similares a los que  en esa misma década podían contemplarse en el Berlín de la República de Weimar, o en el París de Josefine BaKer.

    En el curso de los años veinte, se logró incrementar la producción agrícola e industrial soviética. También la calidad de vida de la población pudo mejorar hasta cierto punto. Sin embargo, paralelamente, la NEP también dio lugar a la aparición de inaceptables desigualdades sociales dentro de un proceso político que se pretendía revolucionario y que aspiraba a cambiar radicalmente las bases sobre las que todavía se asentaba aquella sociedad rusa de la década de los 20.

     Desde una perspectiva marxista, se podría argumentar que la NEP representó una desviación de los principios revolucionarios tales como la abolición de la propiedad privada y la lucha de clases. Sin embargo, Lenin, que tenía una visión estratégica al respecto, defendió con energía la aplicación de la NEP como una medida necesaria, y con carácter estrictamente temporal, cuyo principal objetivo era garantizar la supervivencia del Estado soviético y sentar las bases que permitieran posteriormente la construcción de una sociedad realmente socialista, como así fue. 

   Las medidas dimanantes de la NEP en absoluto, pués, habían sido consecuencia de un hipotético proceso de «aburguesamiento» de los bolcheviques que recientemente se habían instalado en el poder. Todo lo contrario.  Trataron sólo -como poco después demostrarían- de lograr un «respiro» en el camino, que permitiera a los revolucionarios reemprender posteriormente, y en más óptimas condiciones, las reformas sociales y políticas que permitieran cambiar la faz de un país que, hasta hacía muy poco tiempo, había estado dominado por estructuras feudales, serviles y autocráticas propias del siglo XVII.

LA CORTA HISTORIA DE LA NEP

     Sin embargo, la NEP tuvo una historia muy corta. Duró menos de siete años, desde 1921 a 1928. Tal y como habían previsto los mismos bolcheviques, la aplicación de la NEP era incapaz de resolver los verdaderos retos económicos y políticos a los que se  tenía que enfrentar el país.

    En 1927 ya no había alimentos suficientes para alimentar a los obreros y a los empleados de las ciudades. Ni la pequeña burguesía, ni los comerciantes eran capaces de sacar al país  de los  estragos de la Guerra Civil. Lo que la Rusia soviética necesitaba era  una industrialización acelerada que la pusiera en condiciones de poder resistir la amenaza de una intervención de los países capitalistas europeos, siempre atentos a las debilidades que pudiera mostrar aquel temible experimento social que podía  terminar afectándolos, por contagio, también a ellos.

     Por otra parte, no pocos bolcheviques del Partido Comunista  mostraban su preocupación por el  hecho de que en los grandes núcleos urbanos los pequeños negocios comenzaron a multiplicar su tamaño en base a la especulación y la rapiña, mientras que en los territorios agrarios del país, los Kulaks, (grandes terratenientes), consolidaban su poder sobre los campesinos sin tierras. Ante este tipo de fenómenos,  la sociedad soviética comenzó a considerar el término «nepmen» como un insulto despectivo,  tan grave como antes de la revolución lo había sido  el calificativo de «burgués» .

LA URSS: DE UN PAÍS FEUDAL A LA SEGUNDA POTENCIA MUNDIAL EN SOLO UNA DÉCADA

    El rápido crecimiento industrial de la URSS se produjo en el curso de los años 30 del pasado siglo. La filosofía seguida por la nueva planificación económica puso el acento en la implementación de las políticas de industrialización. La prioridad máxima estuvo determinada por el rápido crecimiento de la industria productora de bienes de capital, como carbón, petróleo, hidroelectricidad, hierro, acero y maquinaria, y en menor medida, de armamento. La industrialización tenía como objetivo el desarrollo de la industria pesada, especialmente la metalurgia ferrosa y no ferrosa.

   Para lograr estos objetivos, se establecieron metas precisas y se realizaron transferencias competentes de la industria ligera a la pesada. Una pieza clave en este proceso fue la colectivización forzada de las explotaciones agrarias, que permitió al Estado controlar la producción agrícola y asignar recursos al sector industrial.

    El modelo económico  que  condujo el desarrollo de la  URSS  estaba basado en la reducción continua y masiva de los costos y precios en la economía nacional, lo que  permitió un rápido crecimiento del bienestar material, social y cultural de los trabajadores en la Unión Soviética. Además, la industrialización de los Urales y el Extremo Oriente comenzó antes de que Stalin ordenara el traslado estratégico de la industria hacia el Este, tras el ataque alemán.

   En un tiempo sin precedentes en la historia, la URSS  pasó, en tan sólo  una década, de ser un país con una economía semifeudal a ser la segunda potencia industrial del planeta, después de los Estados Unidos.

https://canarias-semanal.org/art/34247/la-nep-o-el-retroceso-tactico-de-lenin

Nuestro periodismo es democrático e independiente . Si te gusta nuestro trabajo, apóyanos tú también. Página informativa sobre eventos que ocurren en el mundo y sobre todo en nuestro país, ya que como dice nuestro editorial; creemos que todo no está perdido. Sabemos que esta democracia está presa sin posibilidad de salvarse aunque su agonía es lenta. Tenemos que empujar las puertas, son pesadas, por eso, necesitamos la cooperación de todos. Soñamos con una patria próspera y feliz, como idealizó el patricio Juan Pablo Duarte. necesitamos más que nunca vuestra cooperación. Haciendo clic AQUÍ ó en el botón rojo de arriba
Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp

Noticas Recientes

Opinión