

Este 12 de Julio 2025 se cumplieron 101 AÑOS de la salida del ejército norteamericano de la República Dominicana, luego de ocho largos años de una férrea ocupación militar durante la cual sus tropas realizaron todo tipo de abusos contra la ciudadanía, principalmente gente inocente. Los soldados yanquis apresaron, torturaron y asesinaron a muchos dominicanos.

También utilizaron artillería y bombardearon con sus aviones, los patriotas que en la región Este del país se levantaron militarmente ante los abusos y saqueo de sus tierras de las cuales eran desalojados, pasando dichos terrenos rápidamente a ser propiedad de las empresas azucareras estadounidenses.
Resulta curioso que, en la primera ocupación militar de 1916, los norteamericanos utilizaran aviones y cañones para atacar los patriotas y a los campesinos en sus tierras y que en 1965 ordenaran a la Fuerza Aérea Dominicana que bombardearan y ametrallaran la población de la ciudad capital, incluyendo luego la artillería de la Marina de Guerra y los cañones de San Isidro.

Tan pronto llegó en mayo de 1916, el invasor se trazó como política controlar los medios de comunicación, aplicando mediante Órdenes Ejecutivas una fuerte censura y disponiendo que toda la correspondencia que circulaba dentro del país debía realizarse por el sistema oficial de correo, con el propósito de manipular y espiar todas las comunicaciones.
Los intelectuales patriotas y liberales fueron perseguidos y encarcelados de manera sistemática, muchos fueron golpeados y tratados como animales, por el sólo delito de ¡¡AMAR SU PATRIA!! Tribunales controlados militarmente imponían fuertes condenas, cierre de publicaciones y multas abusivas, a la vez que legalizaban los saqueos de terrenos en todo el país. Reuniones cívicas eran desbaratadas a garrotazos sin importar edad ni sexo. Las damas en todo el país eran permanentemente hostigadas por indisciplinados soldados, ante la indiferencia de oficiales arrogantes sin educación

Las golpizas en plena vía pública y las torturas a simples ciudadanos, fue la norma de los yanquis en esos ocho años. El caso más revelador de esta política de ablandamiento fue el del patriota Cayo Báez, cuyo cuerpo quedó marcado para siempre por las bárbaras torturas a que fue sometido por soldados norteamericanos. La imagen del mártir, fue ampliamente publicitada dentro y fuera del país. ¡¡Así actuaban los autoproclamados modernizadores y pacificadores!!

En respuesta a todas estas barbaridades de la arrogante oficialidad invasora y sus soldados actuando como una horda [turba, chusma populacho], se levantó la ciudadanía y un fervor patriótico como un verdadero Sunami activó el país, donde participaban activamente los intelectuales, las patrióticas mujeres dominicanas, la juventud, la masonería, numerosos ayuntamientos, sindicatos y mucha gente sencilla.
Gracias a la resistencia de miles de patriotas dominicanos, los Yanquis al fin abandonan nuestro país el 12 de Julio de 1924. A nuestro esfuerzo durante esos ocho años de lucha, se unieron naciones hermanas del continente tales como Uruguay, Argentina, Brasil, México, Venezuela y Chile, ente otras. En Cuba se crearon en varias ciudades entidades de apoyo a la desocupación. En esta cruzada en favor de nuestra soberanía, participaron prestigiosos intelectuales latinoamericanos y hasta liberales estadounidenses.
Luego de amplias discusiones y divergencias en torno a los términos de la desocupación y las obligaciones financieras que se contrajeron para la salida de las tropas invasoras, los y las dominicanas se prepararon para celebrar el retorno a la vida republicana luego de ocho años de abusos y despojos. A tales fines, se elaboró un Programa de Actos para desarrollarse durante tres días, del cual reseñaremos algunas actividades.

El jueves 10 de Julio de 1924 arribó al puerto capitaleño el Crucero CUBA de la Marina de Guerra de esa nación hermana, a bordo de la cual llegó la Comisión de representantes de esa nación, con el encargo de “testimoniar a la República de la Cruz, la simpatía y afecto de la República de la Estrella”.
El 12 de Julio de 1924 fue un día de gran fervor patriótico, que incluyó la toma de posesión del presidente Horacio Vásquez y del vicepresidente Federico Velásquez, ante la Asamblea nacional reunida. Luego hubo un solemne Te Deum en la Catedral. Dentro del templo, la delegación cubana aprovechó la ocasión para depositar reverentemente una emblemática corona sobre las tumbas que guardan los restos de los Padres de la Patria, con la siguiente inscripción:
”LA REPÚBLICA DE CUBA A LOS MÁRTIRES DE LA INDEPENDENCIA DOMINICANA”
Luego de esta actividad, una gran comitiva de los presentes junto con una multitud que se fue agregando, acudió al parque Independencia. En el Baluarte de la puerta del Conde, el Ing. Osvaldo Báez realizó una colosal y monumental estructura conmemorativa del gran acontecimiento. Su majestuosa diseño fue objeto de grandes elogios. En este lugar un coro integrado por 200 niñas de las escuelas públicas de la ciudad, entonó las gloriosas notas de nuestro Himno Nacional. Una multitud emocionada y con lágrimas en los ojos, fue testigo de este patriótico testimonio.

El acto de mayor significación se produjo a la una de la tarde en la Fortaleza Ozama, al arriarse la bandera del ocupante invasor y subir la enseña tricolor. Conforme a una crónica realizada por el Listín Diario incluida en la revista LA OPINIÓN, el presidente Horacio Vásquez, el vicepresidente Velásquez y el Lic. Francisco J. Peynado, subieron a una parte de la Torre y mientras escuchaban el himno del invasor, bajaba su bandera “que sombreaba nuestro destino”.
Una salva de artillería y el Himno nacional dominicano, acompañaban el lienzo patrio que se dirigía hacia el tope. Al concluir las notas el presidente Vásquez se confundió en un abrazo con el Mayor General cubano, Pedro C. Betancourt, mientras retumbaban los cañones del Crucero CUBA.
Cinco grandes fiestas se celebraron en la capital en estos días de tanta significación patriótica. De esa forma sencilla, pero cargada de fuerte ardor patriótico, celebró el pueblo dominicano la recuperación de su soberanía.
Jornadas patrióticas en Santiago y el Cibao con motivo salida tropas invasoras norteamericanas
En el periódico El Diario publicado en Santiago correspondiente al lunes 14 de Julio de 1924, se publica una crónica titulada La Fiesta Local de la Restauración, acompañada de un subtítulo que precisa que el momento de arriar la bandera americana e izar la bandera nacional, constituyó un extraordinario y trascendente suceso.
Aquella mañana del 12 de Julio, se celebró un solemne Te Deum y luego en el Palacio Consistorial asumió su cargo el nuevo Gobernador electo. Presentes en esta actividad estaban todos los cuerpos organizados de la ciudad y numerosas representaciones sociales. Cerca de las 11:30 una Comisión de autoridades locales y diversas entidades cívicas, recibió en el Colegio Superior de Señoritas de manos de su directora la Señorita el Ercilia Pepín, la bandera nacional que sería izada en la fortaleza de San Luis. Este lienzo patrio fue confeccionado por alumnas de dicha Escuela y las socias del Club de Damas, por cuenta y mandato del honorable Ayuntamiento.
Mas adelante los comisionados se dirigían hacia la fortaleza en lo que parecía sería un sencillo acto oficial, pero a medida que la comitiva nacional con la bandera se dirigía al recinto militar, la población a pesar del calor del mes y de la hora, se lanzó a las calles y pareció como si una conmoción terráquea o algún suceso extraordinario turbara de súbito a todos los moradores de la ciudad.
El trayecto se había cubierto de súbito por una enorme muchedumbre al extremo que, al llegar cerca de la fortaleza, la comitiva tenía que abrirse paso con dificultad, pero fue colosal estupendo y extraordinario, cuando se lanzó al aire el primer trueno del cañón y los arpegios de los himnos americanos y dominicano anunciaron por todos los ámbitos que la bandera de las barras y las estrellas estaba cediendo su empinada cumbre al lienzo tricolor, insignia nacional…. y fue así que del Norte y del Sur y del Este y del Oeste aparecieron en el instante verdaderas legiones, masas humanas espesas y compactas, y lo que parecía que fuera una gran algarabía, fue por el contrario la más solemne manifestación de recogimiento público.

De acuerdo a la crónica periodística, no hubo allí un solo ojo que contemplar en seco aquel emocionante y trascendental suceso. Ni hubo un corazón impasible que a cada sístole y a cada diástole no se sintiera verdaderamente conmovido. Como por obra de un resorte, cuando sobre el empinado cerro del Baluarte apareció a la vista de todos el oficial dominicano que izó el pabellón cruzado, todas las rodillas se doblaron, y mientras ascendía la insignia Tricolor, todavía con más espontaneidad, un tributo de lágrimas regó la tierra santificada por el homenaje solemne que fue como a manera de una gran misa en la que la bandera ascendía como la misma ostia.
Sin duda alguna, subida de la bandera nacional en la Fortaleza fue tal vez el acto más imponente.
La entrega de la Bandera de los Sirios
A las 4 de la tarde estaban reunidas en el parque Duarte las escuelas de la ciudad la policía municipal bomberos civiles y todos los cuerpos organizados y las sociedades que debían saludar en actos solemnes las efigies de los padres de la patria que se mostraban desde la planta alta del palacio Consistorial. En medio del mayor entusiasmo y a los acordes del himno nacional desfiló por entre la muchedumbre la colonia siria y la sociedad Unión libanesa, trayendo esta última una riquísima bandera nacional de seda con lujoso bordado también en seda del escudo de armas de la República y con la cual los sirios se unían a los dominicanos en justo júbilo. Entregado este símbolo patrio, bajo el grito atronador de los disparos de cañón el vicepresidente del Ayuntamiento y el Gobernador provincial desde los balcones del Palacio Municipal izaron la preciosa ofrenda entre las aclamaciones de entusiasmo de todo un pueblo que aguardaba el momento propicio congregado en la plaza pública.
En ese mismo periódico de Santiago encontramos posteriormente la formación de una Comité de representativos ciudadanos y organizaciones cívicas locales, que organizará los actos del 16 de Julio para recibir la delegación cubana que vino al país con motivo de la juramentación del presidente Horacio Vázquez y también en solidaridad con la restauración de la soberanía de República Dominicana. Los visitantes cubanos previamente fueron a Baní a mostrar su reconocimiento póstumo al General Máximo Gómez, acudiendo al solar donde nació este dominicano, héroe de la independencia de Cuba.
Los comisionados cubanos fueron recibidos el día previsto de manera afectiva y solidaria con Banderas de su nación, en un recorrido realizado que los llevó a encontrarse con las autoridades de la ciudad, presenciando luego desfiles en su honor, además de escuchar los himnos de la tierra de Martí y de la patria de Duarte, Sánchez y Mella.
El Ayuntamiento mediante una Resolución declaró como Huéspedes de Honor los integrantes de la delegación visitante. También el organismo municipal exhortaba a los comerciantes y a las oficinas públicas cerrar sus puertas y suspender las labores desde las 2 de la tarde, a fin de que todo el pueblo de Santiago pudiera recibir a los honrosos visitantes. Una marea humana acompañó a los cubanos, las autoridades locales y los miembros de entidades sociales y culturales. En una bella ceremonia se descubrió la placa de la recién designada calle Cuba. En horas de la noche de ese 16 de Julio la Banda Municipal de música les dedicó un concierto y posteriormente en el Centro de Recreo se le invitó a una rumbosa fiesta. Al día siguiente los invitados cubanos visitarían varias escuelas de la ciudad.
A su paso por Bonao la Vega y Moca rumbo a Santiago, la misión cubana fue recibida con un brindis de honor en esos lugares y en la Vega se les brindó un almuerzo de viaje.
Cumpliendo los objetivos de su travesía de intercambio patriótico entre cubanos y dominicanos, los miembros de la delegación de la hermana República se dirigieron desde Santiago hasta Montecristi donde fueron recibidos con vítores y discursos por las autoridades y el pueblo en general. Posteriormente fueron a la casa de aquella localidad donde vivió el General Máximo Gómez, en la cual fue firmado el famoso documento de guerra que conoce la historia con el nombre de Manifiesto de Montecristi.
Un reporte también de periódico El diario de Santiago informa que Moca, la heroica Villa del Viaducto, se vistió de gala para celebrar con pompa el advenimiento de la Tercera República con doble motivo pues al festejar la recuperación de la patria también se festejaba el triunfo de un hijo de la provincia al ocupar la primera magistratura después de la intervención militar que tan triste recuerdo dejó grabada en el alma nacional. Al mismo tiempo se regocijaba la comunidad mocana también por la victoria que alcanzó la carroza representativa de dicha ciudad, en la gran apoteosis del día 12 de julio en la capital.
En el libro conmemorativo de los 100 años del siglo XX editado por Adriano Miguel Tejada y publicado por el Periódico Hoy, encontramos en su página 55 la reseña correspondiente al año 1924 y al referirse al término de la ocupación yanqui, cita al final de la información, el desvelamiento de una tarja en la sede de un Ayuntamiento cibaeño con este mensaje:
“Que nos inspire DIOS
Para amar la PATRIA
Defender la LIBERTAD
y cuidar la REPÚBLICA
DOMINICANA”
En días posteriores en periódicos de circulación nacional y provinciales, así como en revistas de la ciudad capital, se insertaban breves reseñas sobre las jornadas patrióticas celebradas a varias demarcaciones del país es inolvidable 12 de Julio de 1924.
FIESTAS PATRIÓTICAS EN JULIO DE 1925, CELEBRANDO EL PRIMER AÑO DE LA SALIDA TROPAS INVASORAS YANQUIS
En el mes de Julio de 1925 se realizó un conjunto de actividades patrióticas en ocasión de cumplirse el primer aniversario de la salida de las tropas interventoras. En esta ocasión se procuró que en todo el país se efectuaran actos cívicos, desempeñando un importante papel la Intendencia de Educación, incorporando a centenares de maestros y alumnos a las jornadas que ejecutarían las autoridades de cada demarcación, junto a la población.

Programa de actividades conmemorativas
El lunes 6 de Julio de 1925 en una información central en su primera página, el Listín Diario publicó el Programa de los Festejos que tendrían lugar en la ciudad capital los días Sábado 11 y Domingo 12, “en conmemoración de la fecha histórica en que la República readquirió sus atributos de nación independiente y soberana”.
Se dispuso que después de las 12:00 meridiano del día 11, la población tendría derecho a toda clase de diversiones lícitas hasta las 12:00 pm del Domingo día 12. Firmaban por la Comisión de Festejos P. A. Ricart, Dr. Julio E. Lyon, Juan B. Alfonseca, Alfredo Ricart Olives, Jaime R. Vidal, Vicente Ortiz, Abelardo R. Nanita. Ernesto Bonetti Burgos y el Dr. Moisés García Mella. Las actividades a desarrollarse eran:

El martes 7 de Julio de 1925 en información de primera página, el Listín Diario publica las reglas a que deberán ajustarse las personas que concurran con automóviles al CORSO FLORIDO, que debía celebrarse el 12 de Julio en conmemoración de haberse readquirido la soberanía de la República “y primer aniversario de la instalación del Gobierno Constitucional”.
El miércoles 8 de Julio del 1925 leemos en el Listín diario que el Superintendente General de Enseñanza en aras de que la población escolar tuviera alguna participación en los festejos dirigió telegramas a los Intendentes de Enseñanza y a los directores de Departamentos para que tomaran todas las disposiciones posibles para celebrar este patriótico acontecimiento.
El rotativo en una información suministrada por el director de la Banda de Música de la Policía Nacional Dominicana, Primer teniente Arístides Rojas G. aparecida el sábado 11, detalla el programa de los conciertos a celebrarse en los parques Colón e Independencia, respectivamente.
En las Escuelas
La celebración del glorioso primer aniversario de la Tercera República comenzó en las escuelas. En la Normal superior rompió los fuegos oratorios El director Arístides García Mella, a quien siguieron en la exaltación apologética de la Patria y de la Escuela, el Dr. García Lluberes, Profesor secretario y Don Alejandro Fuenmayor que leyó unas levantadas cuartillas que ya han visto la luz en las columnas de la prensa diaria. En todas las escuelas en cumplimiento del Programa Oficial se realizaron diversas actividades cívicas.

En la correccional un grupo de Damas encabezadas por la primera dama Doña Trina de Moya realizó una significativa actividad, dedicada a los reclusos. Los actos comenzaron con una misa oficiada por el Padre Pérez, Capellán del recinto.
Luego se impartió una charla sobre los principios de Patria, Virtud y Libertad. Un organista acompañaba la misa. Luego actuó un Octeto dirigido por el Maestro Ravelo. Al final los presos recibieron diversos artículos, alimentos y prendas de vestir.

Colocación de la Primera Piedra del Monumento Conmemorativo de la Reintegración de la República.
Ese mismo sábado a las 5 de la tarde, el Primer Mandatario de la Nación, acompañado de los más altos funcionarios del Estado, pasó revista en el Parque Independencia, a un Batallón de la Policía Nacional Dominicana, formado en columna de honor frente a las piedras gloriosas del Baluarte, comandado por, los Capitanes Fernández y Leyba Pou, integrado además por los tenientes Sánchez y Caamaño.

Tan pronto El presidente Vásquez y su séquito se dirigieron al lugar del mismo Parque donde ha de levantarse el monumento conmemorativo de la Reintegración, procedieron a la colocación de su primera piedra, con toda la solemnidad y todos los pormenores de rúbrica en estos casos.
El presidente del Ayuntamiento-Alfredo Ricart-fue el encargado de pronunciar la oración de rigor, a la que acertó a comunicar todo el ardor y toda la elocuencia de su patriotismo.
Carrera del Maratón
De acuerdo a lo programado, los corredores partieron del Ensanche La Primavera (en las cercanías de la actual Calle Hermanos Deligne, en Gascue) y por la Avenida Independencia llegaron al Parque del mismo nombre. Las carreras de campo y pista se realizaron con excelentes atletas, resultandos ganadores Néstor Lambertus, Luis E. Rodríguez (Burrulote) y Luis E. Simonó. El periódico “Nuevo Diario” organizó y patrocinó esta justa.

Los atletas triunfadores recibieron sus premios de una encantadora comisión compuesta por las señoritas Caridad Pérez Alfonseca, Mercedita Sanabia, Ana Elisa Mansfield, Concepción Pérez A., Pura y Berta Sanabia, Rafaela Marchena, además de Josefita y Angélica Pérez.
Baile en Mansión Presidencial
En horas de la noche del sábado 11 de Julio se efectuó en la Casa Presidencial el baile donde participaron elementos de la sociedad, funcionarios y miembros de los Cuerpos Diplomático y Consular.

Él Te Deum en la Catedral
A las nueve de la mañana del Domingo 12 en la Santa Basílica Primada, con la asistencia del presidente de la República, de los secretarios de Estado y representaciones del Congreso Nacional, de los Tribunales de Justicia, del Ayuntamiento, así como representantes del Cuerpo Diplomático y Consular, se cantó un solemne Te Deum oficiado por el Canónigo Armando Lamarche. Concluida la ceremonia, los asistentes se trasladaron al Palacio del Poder Ejecutivo, donde el General Vásquez pronunció un elocuente discurso.
En este acto habló también Mr. Russel, ministro de los Estados Unidos, como Decano del Cuerpo Diplomático y el Cónsul de México, Sr. Escobar, Decano del Cuerpo Consular. Le siguieron en el uso de la palabra el religioso Lamarche y el Lic. Ángel Morales, secretario de Estado de Relaciones Exteriores. Una Guardia de Honor ejecutaba los ceremoniales correspondientes a las autoridades nacionales presentes.
Corso Florido y Comparsas
Este desfile de adornadas carrozas se realizó el domingo 12 de Julio de 1925 en horas de la tarde, en su comienzo estuvo un poco desanimado, debido a una lluvia que se presentó ocasionalmente durante la mañana. Sin embargo, en las postrimerías de la tarde, el itinerario marcado de antemano a los vehículos engalanados, ofrecía un magnífico punto de vista.

El resto de Programa de Actividades se componía de números de eminente carácter popular: retretas en los parques, fuegos artificiales, funciones gratis en dos cines, palos ensebaos en varias barriadas. Todo el programa se cumplió, desbordando el pueblo capitalino con su entusiasmo y participación, las expectativas iniciales de los organizadores de la patriótica jornada.

El pueblo-afirma la revista LA OPINIÓN-parece que comprendió que era a él a quien en primer lugar se glorificaba, como principal factor del triunfo cívico de Julio de 1924, y no quiso regatearse a sí mismo las celebraciones públicas que tan merecidas tiene.
Sin duda alguna, fue ardua, sin tregua y con muchos sacrificios, que nuestra nación logró recuperar su soberanía ante el prepotente y abusador ocupante. Con la pluma y las armas, el pueblo dominicano le demostró al invasor su férrea determinación de ser libre de toda potencia extranjera, tal y como lo practicaron nuestros padres fundadores Duarte, Sánchez y Mella.
Designación de la calle 12 de Julio en conmemoración a la salida de los invasores norteamericanos
En el Boletín Municipal del Ayuntamiento de la ciudad capital No 657 de fecha 31 de Julio de 1925, encontramos que en la Sesión Ordinaria de la Sala Capitular del 1ro de Julio de dicho año, se sometió designar la calle “La Generala”, con el nombre “12 de Julio”. Esta propuesta fue aprobada. Posteriormente se le cambió el nombre por Julio Verne.
Calle Uruguay en la ciudad capital
El origen de la designación de la vía en esta ciudad, fue motivado por el presidente del Ayuntamiento Don Alfredo Ricart Olives, el cual el 8 de Julio de 1925, sometió a la Sala Capitular, un Proyecto de Resolución para que se designara una calle de la capital con el nombre del patriota uruguayo José Gervasio Artigas. Ricart basó su posición a partir del respaldo a nuestra soberanía, que había desplegado Uruguay en los años de la ocupación militar yanqui de nuestro país. Posteriores discusiones del organismo municipal, determinaron el 22 de Julio que la vía fuera finalmente bautizada como URUGUAY, “tomando en consideración que la República del Uruguay nos ha dado prueba de su adhesión y simpatías en momentos conflictivos para nuestra patria”.

La calle fue inaugurada el 25 de agosto del 1925 tomando en consideración que ese día se cumplía el centenario de la independencia del país suramericano. En dicho acto participó el pleno de la Sala Capitular, representantes del Cuerpo Diplomático y Consular y el público en general, tal como se aprecia en la foto.
Actividades conmemorativas en otros pueblos
SANTIAGO
Desde Santiago en fecha 14 de Julio en comunicación dirigida al Intendente General de Enseñanza Moscoso, el Superintendente local de Enseñanza, Sr. Mejía, informa que “la mayoría de las escuelas públicas del Departamento Norte celebraron con actos adecuados aniversario liberación República, según noticias que voy recibiendo de los Distritos Escolares”.
Quizás dentro del espíritu festivo reinante en el país, pudiéramos insertar una actividad realizada en Santiago de los Caballeros el Domingo 12 de Julio, mediante la cual se designaron dos calles de esa ciudad con los nombres de Pedro Francisco Bonó y Eugenio Deschamps, ilustres fallecidos santiaguenses.
LA VEGA
En una crónica aparecida en el Listín diario del 16 de Julio de 1925 se informa que los actos conmemorativos se llevaron a cabo con gran entusiasmo y que las comisiones nombradas para tal fin cumplieron felizmente su cometido. A las 11 de la mañana del Domingo 12 se procedió al bautizo de la vía presidente Vásquez, anteriormente llamada calle Comercio, actividad en la cual el Sr Gobernador Provincial, Sr. Cordero Bidó pronunció un discurso. Un breve desfile partió desde el Parque Duarte, hasta llegar a la Alameda Luperón, donde el Dr. José Francisco García, presidente del Ayuntamiento con verbo candente, pero sincero y justo, pronunció bellas palabras sobe la liberación de la patria del yugo extranjero, siendo muy aplaudido. En horas de la tarde siguieron otros eventos populares y competencias, tales como carreras, palo encebao, roba la gallina, etc.
BARAHONA
En esta ciudad se inauguró una calle con el nombre de ESTRELLETA. En la noche del día 11 de Julio se realizó un rumboso baile en la terraza BRISAS DEL BIRÁN ubicada en un hotel propiedad del Sr. Julio Fabián. Los fondos recaudados en dicha actividad, serían donados para contribuir a la terminación del templo católico en construcción.
SAN PEDRO DE MACORÍS
El Intendente escolar de la Sultana del Este Sr. Rojo, comunica al Superintendente General de Enseñanza que todos los Inspectores de su dependencia, respondieron a la Ordenanza, celebrando diversas actividades conmemorativas. La información fue publicada en el Listín Diario del 18 de Julio.
AZUA
El Intendente de educación de esta provincia, Sr. Mota mediante nota dirigida al Intendente General de Enseñanza aparecida en el Listín Diario del 18 de Julio de 1925, le informa que el día 12 de Julio a las tres de la tarde se hizo un acto escolar “significativo y solemne”. Se juramentó la bandera y se entonó el Himno nacional y el Profesor Canó en discurso ponderó la festividad.
BAYAGUANA
El Inspector de educación de este poblado, el Sr. Mejía comunica a las autoridades correspondientes de Educación, que escolares comunidad fueron edificados sobre fecha. Las lluvias afectaron otras actividades. La información fue publicada en el Listín Diario del 18 de Julio.
LA ALTAGRACIA
El corresponsal del Listín en Higüey reporta que el 12 de Julio fue celebrado con edificante acto cívico por Escuela Graduada No. 6 de dicha ciudad.
PUERTO PLATA
Se realizaron actividades con escolares, marchas y retreta.
A CIEN AÑOS de esos memorables actos patrióticos de 1925, es pertinente que los dominicanos retomemos la construcción del monumento conmemorativo de la salida de los yanquis en 1924, cuya primera piedra se colocó aquella memorable tarde del 11 de Julio de 1925.
Quienes estuvieron presentes en esa ceremonia, jamás imaginaron que 40 años después -en 1965- volverían nuevamente los norteamericanos a cañonear y llenar de sangre el suelo dominicano.