Sólo esta mañana me enteré del plan de convocar este grandioso mitin en celebración del establecimiento de los comités revolucionarios en todas las provincias, municipios y regiones autónomas de China (con excepción de la provincia de Taiwán). Me dijeron hace unos momentos que pronunciara algunas palabras aquí. (Aplausos)
iCamaradas revolucionarios proletarios, mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación, y jóvenes combatientes guardias rojos, (aplausos) les extiendo mis saludos de la gran revolución cultural proletaria! (Aplausos. Las masas gritan: ¡Aprendamos de la camarada Chiang Ching! ¡Saludemos a la camarada Chiang Ching! ¡La camarada Chiang Ching grita: ¡Aprendo de ustedes, camaradas! ¡Les saludo camaradas!)
No encuentro palabras para expresar la alegría que embarga mi corazón. (Aplausos)
Pasando revista a la gran revolución cultural proletaria en los dos años y tanto transcurridos, vemos cuántas tempestades hemos atravesado. Siguiendo a nuestro gran líder el Presidente Mao y avanzando valientemente, hemos destruido al fin y en forma definitiva la línea revisionista contrarrevolucionaria encabezada por el Jruschov chino en el Partido. (Aplausos. Las masas gritan: ¡Viva la victoria total de la gran revolución cultural proletaria! ¡Viva la victoria de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao!)
No debemos olvidar que la juventud revolucionaria y los jóvenes combatientes guardias rojos han realizado grandes hazañas en las etapas inicial y media de la revolución. (Aplausos. Las masas gritan: ¡Viva el invencible pensamiento de Mao Tse-tung! ¡Una larga, larguísima vida para el Presidente Mao!)
Ahora, un pequeño número de jóvenes combatientes han cometido errores de diversos tipos. Tenemos el deber de ayudarles a corregirlos. (Aplausos. Las masas gritan: ¡Viva el Presidente Mao! ¡Una larga, larguísima vida para él!) Es muy ridículo que haya luchas por la fuerza en unas cuantas entidades. Esto es, naturalmente, una cosa mala, pues ellos están divorciados de las grandes masas, incluidas las masas de dichas entidades. No es una cosa buena y nosotros nos oponemos a esto. Pero, una cosa mala puede transformarse en buena, esto es, se han sacado lecciones, los jóvenes combatientes se han templado, (aplausos) y los enemigos han sido desenmascarados. (Aplausos)
Al mando de nuestro gran líder el Presidente Mao, la clase obrera, esta fuerza principal, subió el 27 de julio al escenario de la lucha, crítica y transformación de la superestructura. (Aplausos. Las masas gritan: ¡La clase obra debe dirigirlo todo!) Le respalda el Ejército Popular de Liberación. (Aplausos) Los jóvenes combatientes guardias rojos, y todos los profesores, empleados y trabajadores que quieren hacer la revolución deben dar la bienvenida a este acto de la clase obrera (aplausos) y aceptar su dirección. (Aplausos) No permitimos que los elementos nocivos, aunque pocos en número, pongan obstáculos. Debemos sacar a estos elementos perniciosos que sabotean la lucha, crítica y transformación. (Aplausos)
Sin embargo, como clase dirigente, la clase obrera debe realizar un buen trabajo en la protección de los jóvenes combatientes guardias rojos, (aplausos) debe ayudarlos y educarlos. Por consiguiente, yo sugiero que también estudien concienzudamente la nota de la redacción de la revista Hongqi que apareció en Renmin Ribao el 5 del presente mes. Esta nota representa la voz de nuestro gran líder el Presidente Mao. (Aplausos. Las masas gritan: ¡Viva el Presidente Mao! ¡Una larga, larguísima vida para él!)
Tenemos aún una gran cantidad de trabajo por delante, verdaderamente una gran cantidad: la lucha, crítica y transformación, la rectificación y construcción del Partido y la depuración de las filas de clase. Enfrentaremos muchas cosas que aún no conocemos. Por tanto, ¡debemos seguir la enseñanza de nuestro gran líder el Presidente Mao de prevenirnos contra el engreimiento y la precipitación, mantener en alto la gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung y avanzar triunfalmente! (Aplausos)
Concluyo mis palabras aquí. (Aplausos. Las masas gritan: ¡Viva el Presidente Mao! ¡¡Una larga, larguísima vida para él!)
Extraído de “Pekín Informa” nº 37, 18-09-1968.