© RIA Novosti . Aleksei Druzhinin
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Los servicios secretos de EEUU buscaron controlar Ucrania varios años antes del golpe de Estado en Kiev de 2014, señala a Sputnik el ex primer ministro ucraniano, Mikola Azárov. En sus palabras, el sangriento cambio de poder se logró porque las fuerzas golpistas no temían usar la fuerza y la intimidación, mientras las autoridades se contuvieron.
Mikola Azárov fue primer ministro entre el 2010 y el 2014, cuando Ucrania vivió sus mejores años en lo que a prosperidad y seguridad social se refiere. Ahora ejerce como un político en el exilio, en espera de poder regresar a Ucrania y levantarla de la ruina, pero esta vez, sin cometer los errores del pasado que la llevaron a vivir la tragedia de hoy en día.
El primer intento fallido de golpe de Estado en Ucrania
«El primer intento de cambio de poder, de cambio de régimen político, tuvo lugar en el año 2000. Fue una operación bien preparada, fue realizada por primera vez en nuestro territorio por los servicios especiales de EEUU«, indicó Azárov.
El político recordó cómo entre 1996 y el 2001, cuando ejercía como jefe del Servicio de Impuestos Estatales de Ucrania, atestiguó en persona el conflicto entre el entonces presidente Leonid Kuchma y el entonces primer ministro Pavlo Lazarenko, más proestadounidense. Azárov confesó que Kuchma intentó persuadirlo para que investigara las sospechas de corrupción de Lazarenko, a lo que este último le dijo que «si vas a trabajar intenso en eso, cuida tu cabeza».
El 11.º aniversario del Maidán, el acontecimiento que cambió el curso de la historia mundial
El propio Lazarenko luego huyó a EEUU de la persecución de la Justicia ucraniana, pero en agosto de 2006, fue declarado culpable y condenado a prisión por blanqueo de capitales, fraude y extorsión. Según el conteo oficial de una investigación de la ONU, alrededor de 200 millones de dólares fueron saqueados por Lazarenko del Gobierno de Ucrania entre 1996 y 1997.
No obstante, durante su tiempo como jefe de Gobierno, logró introducir en el poder a sus aliados, que luego buscarían derrocar al entonces presidente.
«A finales del 2000 fue creado el movimiento Ucrania sin Kuchma. Este fue el primer prototipo del Maidán. Los manifestantes construyeron una tribuna, una horca de la que colgaba el muñeco de Kuchma. Es decir, fue un ensayo de la Revolución naranja», compartió.
Azárov explicó que las autoridades lograron entonces socavar la insurgencia, cerrándole a los manifestantes la posibilidad de sacar dinero en efectivo de los bancos. «Todas estas personas que protestaban en la plaza, varios miles, perdieron sus ingresos y se fueron. Y, naturalmente, todo ese movimiento se desvaneció», resaltó.
La ‘Revolución naranja’
Poco después de Lazarenko, el puesto de primer ministro lo ocupó Víсtor Yúshchenko, también proestadounidense, quien luego protagonizaría la llamada Revolución naranja. Se trata del primer cambio de poder inconstitucional en Ucrania, en 2004, cuando la oposición proestadounidense desconoció la victoria de Víсtor Yanukóvich y ocupó el centro de la capital del país.
«Y desde entonces comenzó la preparación para la Revolución naranja. Los estadounidenses apoyaron a Yúshchenko con dinero y todos los mecanismos organizativos en las siguientes elecciones de 2004 (…) Ya en el verano tuvimos información de que se estaba preparando un golpe de Estado y una revolución, siguiendo el modelo de lo que ya estaba sucediendo en Serbia, Kirguistán, Georgia», recuerda.
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Fuentes: datos abiertos
En particular, revela, se capacitaron personas que debían gritar consignas antigubernamentales y que las elecciones fueron falsificadas, con el fin de provocar y expandir el descontento popular. «Se confeccionaron unos 500.000 suéteres naranjas, se imprimieron una enorme cantidad de folletos, se prepararon tiendas de campaña, cocinas, y no sin la ayuda de Occidente. La financiación provino naturalmente de los estadounidenses», indica.
«A nosotros nos apoyaron personas que trabajaban todos los días. Ellos [los manifestantes] eran desempleados, estudiantes y algunas personas que pudieron llegar de las regiones occidentales y vivir en Kiev durante dos o tres meses en apartamentos alquilados», explica.
Tras varios meses de protestas, la Corte Suprema de Ucrania cedió ante las exigencias de los manifestantes y declaró una tercera vuelta de las presidenciales, no estipulada en la Constitución ucraniana, en la que las fuerzas proestadounidenses se declararon vencedoras. Pero esta decisión del tribunal superior ucraniano se debió a una fuerte intimidación por parte de la oposición.
«Personas entraron por la fuerza en los apartamentos de los miembros de la Corte Suprema, amenazaron a los jueces diciendo que sabían dónde trabajaban sus hijas e hijos, donde trabajaban sus nietos, es decir, aterrorizaron a la Corte Suprema. Poco se dijo al respecto, pero yo lo sabía, los propios jueces me dijeron que no podían tomar una decisión, sabiendo que algo le podía pasar a su nieta. [Los opositores] ya tenían las direcciones de sus viviendas, sus teléfonos», revela Azárov.
Las 5 masacres de civiles que marcaron el golpe de Estado en Ucrania | Videos, fotos
© Sputnik / Valery Melnikov
Tras las protestas del Euromaidán y el golpe de Estado en Ucrania de 2014, los grupos de ultranacionalistas radicales lanzaron una amplia campaña de intimidación y represión contra quienes no apoyaban la nueva junta. Llegaron incluso a realizar asesinatos en masa. Kiev no llevó a cabo investigación alguna y los responsables nunca fueron castigados.
Sputnik te resume las cinco masacres más sonadas de civiles que se opusieron al golpe de Estado de 2014 y el régimen ultranacionalista que le prosiguió.
¡Atención! Las siguientes imágenes pueden herir tu sensibilidad.
Francotiradores en pleno centro de Kiev
El Euromaidán, una oleada de manifestaciones y disturbios civiles en Ucrania, comenzó el 21 de noviembre de 2013 en la Plaza de la Independencia de Kiev tras la decisión del presidente Víctor Yanukóvich de posponer el acuerdo de integración económica con la UE para negociar mejores condiciones.
El 20 de febrero de 2014, tras meses de infructíferas protestas, en la plaza, un grupo desconocido de francotiradores abrieron fuego tanto contra los de las protestas, como contra los policías. El ataque acabó con la vida de 49 manifestantes y cuatro agentes de seguridad.
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Según investigaciones posteriores, el fuego procedía de la dirección del Hotel Ucrania, el Palacio de Octubre u otros puntos controlados por los partidarios de Euromaidán.
Los países occidentales y los líderes de la oposición ucraniana se apresuraron en acusar al entonces presidente de la nación de estar detrás de la masacre. Sin embargo, la investigación oficial nunca se llevó a cabo y los autores no han sido encontrados aún. Años después, en entrevista a Sputnik, dos francotiradores georgianos afirmaron haber participado en el tiroteo.
Esta tragedia desencadenó la posterior crisis en el país y el conflicto militar en el este de Ucrania.
Documentos: los testimonios completos de los francotiradores del Maidán (fotos)
La matanza de Korsún-Shevchénkivski
El mismo día que los disparos de francotiradores en Kiev, el 20 de febrero de 2014, cerca de la ciudad de Korsún-Shevchénkivski, en la región de Cherkasi, en el centro de Ucrania, radicales partidarios del Euromaidán armados con rifles de caza, bates y cócteles molotov, atacaron una caravana de autobuses de activistas del movimiento Antimaidán que regresaban de Kiev a Crimea.
Radicales del grupo neonazi Pravi Sector (Sector Derecha)*, y otros ultranacionalistas ucranianos rompieron ventanillas en los autobuses, incendiaron varios vehículos, sacaron a rastras a los activistas Antimaidán, los arrodillaron y golpearon en plena carretera.
«Nos retiramos a los autobuses, llevándonos a tres heridos. Los autobuses de adelante fueron atacados e incendiados de inmediato. Se lanzó hábilmente una botella de parafina por la ventanilla, que milagrosamente no se incendió. Saltamos por la puerta y empezamos a dispersarnos por el bosque, convirtiéndonos en presas cazadas con apuestas. Tras retirarse a cierta distancia, los crimeos se separaron y se dirigieron a través del pueblo, donde fueron en parte entregados [a los nacionalistas] por los lugareños y en parte arrojados al río por las descargas de los rifles de caza», recuerda uno de los presentes en los eventos.
De acuerdo con las autoridades de Crimea, siete residentes de la península fueron asesinados y una treintena siguen desaparecidos. Estos sucesos fueron el impulso para el inicio de la llamada Primavera Rusa en Crimea, un amplio movimiento popular por la reintegración con Rusia.