China, Revolución en la educación (4/4) (Documentos sobre la GRCP)

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La educación técnica y superior

A- La revolución en la Universidad de Tsinghoua

El 27 de julio de 1968, en conformidad al llamamiento a la lucha lanzado por nuestro gran líder el Presidente Mao y bajo la dirección del Partido Comunista de China, el primer equipo de propaganda del pensamiento Mao Tse-tung en China, compuesto por trabajadores y combatientes del Ejército Popular de Liberación, entró con orgullo en la Universidad de Tsinghoua, escuela superior de ciencias y técnicas de fama nacional, donde los intelectuales estaban concentrados en lograr esta gran misión histórica: «El proletariado debe ejercer, en todas las áreas, su dictadura sobre la burguesía al nivel de la superestructura, incluyendo los diversos sectores de la cultura«.

Este glorioso acto revolucionario abrió una nueva era que ve al poderoso ejército de obreros de la industria, bajo la dirección del Partido Comunista, entrar a la escena de lucha-crítica-reforma en el ámbito de la superestructura.

Desde hace un año, observando estrictamente las principales disposiciones estratégicas del Presidente Mao y en respuesta a su llamamiento: «La clase obrera debe ejercer su dirección en todas la áreas«, este equipo de propaganda ocupó los cargos de la cultura y de la educación y llevó a cabo la transformación de estos a la luz del pensamiento Mao Tse-tung. Se unió a los intelectuales, los educó y los transformó. Al frente de éstos, fue de victoria en victoria siguiendo la línea revolucionaria del Presidente Mao.

Los obreros y el E.P.L. deciden intervenir en la Universidad

Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, los jóvenes combatientes de la Guardia Roja, los maestros, los estudiantes, los trabajadores y los obreros revolucionarios de la Universidad de Tsinghoua, sosteniendo la gran bandera: «Tenemos derecho a rebelarnos contra los reaccionarios«, llevando a cabo una lucha heroica contra Liu Shao-chi, este agente renegado del enemigo y traidor de la clase obrera, y contra sus agentes en esta Universidad. Golpearon duramente a las fuerzas reaccionarias burguesas. Pero después, debido a su falta de espíritu consecuente y de su actitud vacilante ante la revolución, se fueron hundiendo poco a poco en el lodo del fraccionismo burgués que dejó la Revolución Cultural en la Universidad de Tsinghoua y la vanguardia de la evolución de la situación general del país . En esta universidad, como en otros sitios, los hechos demostraron que los intelectuales, por sí solos, no sabrían cómo llevar a cabo la revolución proletaria en la educación ni las grandes tareas históricas de lucha-crítica-reforma en las áreas de la superestructura y que, para ello, era necesaria la participación de los trabajadores y de los combatientes del EPL, así como la firme dirección de la clase obrera.

En este importante e histórico momento de la Gran Revolución Cultural Proletaria, el Presidente Mao, nuestro gran dirigente, lanzó esta consigna a la clase obrera: «Asaltar los sectores de la superestructura«. Esto marcó el impulso del movimiento de lucha-crítica-reforma en la Gran Revolución Cultural Proletaria. ¡También fue una nueva y gran disposición estratégica hecha por el Presidente Mao!

Al oír esta gran llamamiento, los obreros revolucionarios de la imprenta Sinhoua de Pekín, que imprimían día y noche las obras del Presidente Mao, lo estudiaron inmediatamente, lo discutieron y encontraron puntos para actuar en consecuencia. Declararon: «El llamamiento del Presidente Mao refleja la voluntad de la clase obrera. ¡Estamos decididos a aplicarlo plena y firmemente!«.

Esa misma noche, los representantes de los trabajadores procedentes de 61 fábricas y empresas de Pekín se reunieron rápidamente en la imprenta Singhoua para discutir la aplicación de este gran llamamiento del Presidente Mao.

Bastaron poco más de diez horas para que este llamamiento fuese transformado en un acto revolucionario de la clase obrera, que sacudió cielo y tierra. En la mañana del 27 de julio de 1968, poniendo bien alto los retratos del Presidente Mao, blandiendo el libro rojo de las Citas del Presidente Mao Tse-tung, los trabajadores de la industria de Pekín y los combatientes del E.P.L. se dirigieron a la Universidad de Tsinghoua.

Estaban decididos a ocupar las posiciones de la cultura y de la educación y llevar a cabo una transformación radical en estas áreas a la luz del pensamiento Mao Tse-tung. ¡Este fue un gran acontecimiento de los años 60 del siglo XX!

El fin del imperio soberano de los intelectuales

Los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores revolucionarios de la Universidad de Tsinghoua reservaron una cálida bienvenida al equipo de trabajo-EPL de propaganda enviado por su gran dirigente, el Presidente Mao. Fueron por todas partes anunciando las buenas nuevas y gritaban: «¡Viva la clase obrera! ¡Viva el EPL!» «¡Viva el Presidente Mao! ¡Que viva mucho tiempo!«.

Sin embargo, un puñado de enemigos de clase no se resignaban a retirarse de la escena de la historia; se dedicaban abiertamente al sabotaje con la vana esperanza de expulsar de la universidad al equipo de propaganda. Por su parte, algunos intelectuales, que todavía no se habían librado de su concepción burguesa del mundo, trabajaban con todas sus fuerzas para salvaguardar el imperio soberano de los intelectuales.

Era una importante lucha de clases.

A la afirmación de que «los trabajadores únicamente han de ocuparse de sus fábricas y no tienen que meterse en los asuntos escolares«, los miembros del equipo de propaganda replican: «Nosotros, la clase obrera, no sólo debemos administrar bien nuestras fábricas, sino también emancipar a toda la humanidad. Fue el Presidente Mao el que nos dio el derecho de administrar bien las escuelas y de acabar radicalmente con el dominio que en ellas ejercen los intelectuales burgueses«.

Al argumento de que «los trabajadores no están a la altura para dirigir a los intelectuales«, los miembros del equipo de propaganda replican: «Nosotros, la clase obrera, somos profundamente leales al Presidente Mao, al pensamiento Mao Tse-tung y a la línea revolucionaria del Presidente Mao; esto es lo que nos permite llevar a cabo cualquier tarea«.

El equipo de propaganda trazó una clara línea de demarcación entre los dos tipos de contradicciones de diferente carácter. Supo responder al ataque desenfrenado de los enemigos de clase. Respecto a los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la universidad, desarrolló entre ellos un trabajo ideológico y político tan laborioso como minucioso. Organizó cientos de pequeños grupos encargados de propagar las recientes directrices del Presidente Mao para ayudar a revelar el nivel de la conciencia política y distinguir lo verdadero de lo falso.

El 5 de agosto de 1968, cuando el equipo de propaganda avanzaba victoriosamente, nuestro gran dirigente, el Presidente Mao, le hizo un regalo precioso -brazaletes- expresando de esta manera su profunda preocupación y su poderoso apoyo.

El 15 de agosto de 1968, el Presidente Mao recibió calurosamente a los representantes del equipo de propaganda.

Más tarde, publicó una serie de nuevas directrices:

«La clase obrera debe ejercer su dirección en todas las áreas«.

«Los equipos de propaganda deben mantenerse largo tiempo en las escuelas, participar en todas las tareas de la lucha-crítica-reforma y dirigirlas eternamente«.

Las grandes enseñanzas del Presidente Mao y su profunda preocupación animan poderosamente a los miembros del equipo de propaganda, profundizan en la educación de los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la universidad y golpean duramente a la clase enemiga. El equipo de propaganda del pensamiento Mao Tse-tung, compuesto por trabajadores y combatientes del EPL, el primero del país, acabó con el imperio soberano de los intelectuales de la Universidad de Tsinghoua e hizo fracasar el «complot» del puñado de los enemigos de clase hasta expulsarlos.

La conquista de la mayoría aplastante de intelectuales

Para acelerar la realización de la gran alianza revolucionaria de las dos organizaciones de masas, los trabajadores invitaron a los profesores y estudiantes a estudiar con ellos «los tres textos más leídos«, brillantes obras del Presidente Mao, y a estigmatizar la teoría de la «extinción de clases», propaganda del archirenegado Liu Shao-chi. Al hacerlo, nos llevaban a la unión contra el enemigo común. Las masas revolucionarias de las dos organizaciones terminaron, en efecto, por unirse y el «complot» tramado por el enemigo de clase para fraccionar las masas fracasó.

Actuando según las enseñanzas del Presidente Mao: «La inmensa mayoría de ellos (los intelectuales) son patriotas; aman nuestra República Popular y están listos para servir al pueblo y al Estado Socialista«, el equipo de propaganda decidió llamar a la gran mayoría de los intelectuales y darles su confianza.

De acuerdo con esta enseñanza del Presidente Mao: «Dondequiera que vivan los hombres, siempre se distingue una izquierda, un centro y una derecha; esto seguirá siendo así de aquí a 10.000 años«, el equipo de propaganda formó, de entre los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la universidad, contingentes de elementos activos en calidad de fuerzas sobre las que se podría apoyar para dirigir el movimiento de masas de la lucha-crítica-reforma en la escuela.

De acuerdo con la enseñanza del Presidente Mao: «Debemos unirnos a las grandes masas populares y cuanto más éxito tengamos, más valor tendrá«, el equipo de propaganda se ocupó, según el principio de unidad -crítica y autocrítica-, de la tarea de ayudar al personal y a los que, entre las masas, habían cometido diversos errores.

Siguiendo la enseñanzas de Presidente Mao: «No dar oportunidad es contrario a la política proletaria«, el equipo de propaganda dio oportunidad de corregirse y redimirse por acciones meritorias a aquellos cuya situación era el resultado de las contradicciones entre nosotros y el enemigo, que confesaran sus crímenes y se mostraran decididos a corregirse.

De este modo, el equipo de propaganda movilizó todos los factores positivos, unió a todos los que eran susceptibles de unirse y formó a su alrededor un gigantesco ejército revolucionario. Las victorias que obtuvo en la lucha contra los enemigos de clase. ganándole a los intelectuales, confirman elocuentemente la exactitud de esta tesis clarividente de nuestro gran dirigente, el Presidente Mao: «El proletariado es la clase más prestigiosa de la historia de la humanidad, la más poderosa clase revolucionaria desde el punto de vista ideológico, político y de fuerza; puede y debe unirse en torno a la gran mayoría con el fin de aislar al máximo y atacar a los enemigos«.

La reeducación de los intelectuales

El Presidente Mao dijo: «La mayoría, la gran mayoría de los que se forman en las escuelas pueden fusionarse con los obreros, campesinos y soldados; algunos de ellos tienen en su activo incluso invenciones y creaciones. Sin embargo, deben ser colocados bajo la dirección de una línea correcta y reeducados por los obreros, campesinos y soldados con el fin de poder rechazar radicalmente su vieja ideología a tales intelectuales, obreros, campesinos y soldados, ser un buen anfitrión«. Siguiendo esta gran enseñanza, el equipo de propaganda estaba determinado a hacer de la mayoría de los intelectuales personas a las que los obreros, campesinos y soldados darían una buena acogida.

Bajo la influencia perniciosa de la línea revisionista contrarrevolucionaria del archirenegado Liu Shao-chi en materia de educación, un profesor de la sección de hidráulica había buscado durante mucho tiempo los honores que pensaba que se le debían a un especialista, consagrándose a sus «asuntos de investigación científica«. A veces iba a los locales de trabajo, pero sólo para recoger «datos e información«. Bajo la dirección del equipo de propaganda, este profesor fue al campo, en la provincia de Hopei, y allí, educado por los ejemplos concretos de la devoción de los campesinos pobres y medios hacia la comunidad, tomó la firme decisión de hacer piña con ellos. Fue así como, para organizar mejor un curso de preparación hidráulica, a pesar de estar enfermo, recorrió 90 kilómetros a pie para hacer un estudio sobre las experiencias adquiridas en la preparación de tierras de regadío. Durante el día conversaba y hacía investigaciones para aprender de los campesinos pobres y medios; por la noche preparaba las lecciones hasta altas horas de la madrugada. En poco tiempo, este profesor comenzó a ponerse al servicio de los campesinos pobres y medios.

El cambio que se produjo en este profesor es sólo uno de los muchos ejemplos conmovedores que muestran cómo el primer equipo de propaganda del pensamiento Mao Tse-tung del país, compuesto por trabajadores y combatientes del EPL, está en vías de transformar el campo de la cultura y de la educación por el modo de reeducar a los intelectuales.

Antes, bajo la influencia de la línea revisionista contrarrevolucionaria en materia de educación, los intelectuales se sofocaban bajo el peso de su egoísmo burgués. Hoy en día muestran dinamismo, participan activamente en el movimiento de lucha-crítica-reforma, están decididos a llevar hasta el final la revolución proletaria en la educación. Después de la liberación, un profesor adjunto de la sección de electromecánica difundió en sus cursos muchas ideas perniciosas derivadas del feudalismo, del capitalismo y del revisionismo. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, reconoció los errores en los que había caído en el pasado, pero se mostraba indeciso sobre cómo encontrar la ruta correcta. Después de entrar en la Universidad, el equipo de propaganda le ayudó a entender que la mejor manera era refundir sin cesar su ideología a través del pensamiento Mao Tse-tung. Guiado por el equipo, fue a una fábrica con profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la universidad. Se dedicaban al trabajo manual, al mismo tiempo que continuaban con la reforma de la educación. Este profesor adjunto comía, dormía y trabajaba con los obreros con el fin de reformarse conscientemente. Gracias a la ayuda entusiasta de los trabajadores, cuando subió al estrado a dar clases, reformó audazmente los viejos materiales y métodos de enseñanza. Declaró lleno de confianza: «Estoy decidido a seguir adelante con la línea revolucionaria del Presidente Mao, a recibir un reeducación más profunda de los obreros, campesinos y soldados y a transformar totalmente mi vieja ideología para convertirme en un intelectual, el cual los trabajadores, campesinos y soldados acojan con alegría«.

Bajo la influencia perniciosa de la línea revisionista contrarrevolucionaria en materia de educación, los intelectuales pasaban de un libro a otro sin llegar a nada. Pero hoy en día, después de haber pasado algunos meses en las fábricas o en el campo, consiguen, con los trabajadores y los campesinos pobres y medios, hacer innovaciones técnicas y cumplir con las tareas de producción.

La Revolución no para

Hace un año que el equipo de propaganda mantiene sólidamente su poder de dirección en la Universidad de Tsinghoua. Llevó a los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la Universidad a reeducarse por el pensamiento Mao Tse-tung y así transformar su antigua ideología. Y esto dio lugar, al mismo tiempo, a dar un impulso enérgico al movimiento de lucha-crítica-reforma en la universidad. En la primavera de este año, bajo la dirección del equipo de propaganda, un grupo de maestros llevó a cabo la organización de una granja en los márgenes del lago Poyang, en Jiangxi, que, por ejemplo, contribuye a la revolución de la educación.

Muchos maestros, víctimas de la línea revisionista contrarrevolucionaria en materia de educación, no fueron capaces, antes, de llevar cargas sobre sus hombros o trabajar con sus propias manos. Pero hoy, guiados por la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao Tse-tung y con el equipo de propaganda que los conduce, han cambiado. Sobre las tierras de las orillas del lago, hasta entonces sin trabajar, por primera vez en su vida, con sus propias manos, construyeron casas y pavimentaron muchas tierras. En este gran crisol revolucionario entendieron que el problema fundamental de la revolución proletaria de la educación es la recomposición del hombre, superar el espíritu de clan burgués para reforzar el espíritu de partido proletario. De hecho, sólo reforzando el espíritu de partido proletario se puede superar el espíritu de clan burgués. Recientemente, recogieron muy temprano el arroz que habían plantado por primera vez. Muchos maestros dijeron con emoción: «Cuando la línea política es la equivocada, todo está equivocado; y nada se puede llevar a cabo sin una buena ideología. Hoy, la línea revolucionaria del Presidente Mao nos guía a los intelectuales a un futuro muy brillante, y la firme dirección de la clase obrera abre para nosotros una amplia vía«.

Observando el dinamismo con que progresaban los maestros, el equipo de propaganda está determinado, bajo la dirección del Partido Comunista, a conducir a los maestros, estudiantes, empleados y obreros revolucionarios de la universidad, a llevar hasta el final la revolución socialista en los campos de la superestructura, con el fin de establecer un sistema de educación de nuevo tipo, proletario.

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B – Cómo la fábrica de máquinas-herramienta de Shangai forma a su personal técnico

La fábrica de máquinas-herramienta de Shangai de la que habla el Presidente Mao en la directiva antes citada, está especializada en la producción de rectificadoras de precisión. El 45% de su personal técnico vino de las filas obreras. Entre ellos se encuentran antiguos torneros, montadores y fundidores con más de diez años de experiencia en sus oficios. Este contingente técnico de nuevo tipo, propio de la clase obrera, siguió las enseñanzas del Presidente Mao dando pruebas del espíritu revolucionario que consiste en atreverse a pensar, actuar y romper. No fue apoyándose en los «técnicos» burgueses, sino aferrándose a la línea de masas, subiendo sin descanso las escaleras dirigidas a las niveles superiores de la técnica. Este contingente creó productos avanzados de nivel internacional como la rectificadora cilíndrica para la producción de piezas ultrafinas y la rectificadora cilíndrica de altas grabaciones.

Entre los diez nuevos tipos de rectificadoras que la fábrica consiguió producir a título de ensayo durante la primera mitad de este año, seis fueron obra de los obreros transformados en ingenieros y técnicos. Los otros fueron diseñados, en estrecha colaboración con los obreros, por jóvenes salidos de las escuelas.

La lucha entre las dos líneas

La fábrica comenzó a formar a su personal técnico a partir de 1957-1958. En este trabajo se benefició de la calurosa solicitud del Presidente Mao y de la dirección inmediata de su buen estudiante, el tan lamentado camarada Keh Kin-che, en la época primer secretario del comité del Partido del Ayuntamiento de Shangai.

En 1957, en «Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo«, el Presidente Mao señaló: «Nuestra política en el campo de la educación debe permitir que todos aquellos que la reciben se formen en el plano moral, intelectual y físico con el fin de convertirse en trabajadores que tengan conciencia socialista y sean cultos«. El 8 de julio del mismo año inspeccionó la fábrica de máquinas-herramienta de Shangai, dando valor a sus trabajadores revolucionarios. Después, Keh Kin-che, partiendo de la línea proletaria del Presidente Mao en el campo de la educación y la investigación científica, llamó a la población de Shangai a «hacer prosperar la cultura y la ciencia, esforzarse por crear, en diez años, un imponente ejército de intelectuales de la clase obrera«. Fue varias veces a la fábrica de máquinas-herramienta para ayudar a formar intelectuales del proletariado.

En 1958, bajo las directrices del camarada Keh Kin-che y a petición de los trabajadores, la fábrica de máquinas-herramienta de Shangai decidió seleccionar trabajadores cualificados con miras a su participación en gabinetes de estudio. Algunos fueron enviados a la escuela técnica secundaria, otros fueron a estudiar a los distintos tipos de escuelas nocturnas o a cursos de corta duración organizados por los propios trabajadores. Obreros graduados y técnicos revolucionarios se convirtieron en maestros. Haciendo uso de la teoría combinada con la práctica, los trabajadores-estudiantes progresaron rápidamente. Así nació un personal técnico de las filas obreras.

Desde el princípoio, fieles a la línea revisionista contrarrevolucionaria de su jefe en la investigación científica, los agentes del Kruschev chino en Shangai instaron a los responsables comprometidos con el camino capitalista y a las «autoridades» reaccionarias de la fabrica a oponerse, por todos los medios, a esta cosa que nacía, que era la participación de los trabajadores en la concepción de las máquinas. Utilizando los poderes que tenían en la administración y en el campo técnico, hicieron todo lo posible para ahogar el espíritu de iniciativa de las masas. Formar personal técnico de los trabajadores que ya eran poseedores de una rica experiencia práctica, era «añadir alas al tigre«. ¡Qué amenaza a su monopolio técnico! Era natural que tuviesen miedo de la entrada de los trabajadores en los gabinetes de estudio. Habrían dado cualquier cosa por no verlos allí.

Los responsables comprometidos con la vía capitalista y las «autoridades» reaccionarias adoptaron una doble táctica -coacción y seducción- con los trabajadores convertidos en ingenieros y técnicos. Aquellos que estaban vinculados a los gabinetes de estudio, sólo confíaban el diseño de piezas aisladas, nunca el de una máquina completa. Otras veces, poniendo como pretexto la intensidad de la producción, los enviaban de vuelta a los talleres. Durante cuatro años, las «autoridades» reaccionarias no permitieron que un solo trabajador convertido en ingeniero hiciese cualquier investigación. Para aquellos técnicos-trabajadores que se habían distinguido en las investigaciones científicas, estos señores burgueses les hacían notar la importancia de la reputación y del beneficio, les aconsejaban «ir a la universidad«, a «seguir el ejemplo de los expertos«, a «luchar para convertirse en investigadores e ingenieros«. Su intención era enviar a los técnicos salidos de las filas obreras y a los obreros profesionales a la vía del individualismo.

Sin embargo, los trabajadores y técnicos salidos de sus filas se comprometieron firmemente con la vía indicada por el Presidente Mao. Eliminando los obstáculos erigidos por los responsables empeñados en la vía capitalista y las «autoridades» reaccionarias, hicieron valer plenamente su poder creador y su talento técnico. Las estadísticas nos muestran que, de los nuevos productos concebidos y fabricados en la fábrica, los que fueron llevados a cabo por los ingenieros y técnicos salidos de las filas obreras o gracias a los esfuerzos conjuntos de jóvenes técnicos salidos de las escuelas y de los trabajadores, representan un 60% en 1958, un 70% en 1959, un 80% en 1960 y casi el 100% después de 1960, especialmente después de la revolución cultural.

Los dos tipos de técnicos

La experiencia de la fábrica de máquinas-herramientas de Shangai demuestra que proporcionar formación técnica a los trabajadores es una forma correcta de que el proletariado tenga su propio contingente técnico.

Los jóvenes técnicos de esta fábrica (con una edad máxima de alrededor de 35 años), pertenecen a dos categorías. La primera comprende a 350 poseedores de diplomas de estudios superiores, de los cuales el 10% fueron becarios de investigación o regresaron del extranjero. La otra categoría comprende a los trabajadores convertidos en técnicos y de los cuales sólo una minoría tuvo ocasión de mejorar en las escuelas técnicas secundarias. En general, los primeros, en gran parte, tienen ideas equivocadas y son menos fuertes en la práctica; los últimos son más avanzados en el plano ideológico y su capacidad de trabajo práctico es mayor. En la actualidad, la inmensa mayoría de los técnicos salidos de las filas obreras constituyen un importante núcleo técnico: el 10% de ellos puede diseñar por si solos nuevos productos que responden a los más altos estándares.

¿Por qué razón los técnicos salidos de las filas obreras pudieron progresar más rápido y hacer mayores contribuciones que los jóvenes salidos de las universidades? Una conciencia política elevada, un profundo sentimiento proletario hacia el Presidente Mao y el Partido Comunista y una dedicación total al servicio del pueblo, son las principales razones para de esto. De este modo, en su camino hacia el asalto de los bastones de la ciencia y de la tecnología, no buscan ni reputación ni beneficios, no temen peligros ni dificultades, y no dejan de luchar hasta alcanzar su objetivo. Se atreven a poner fin a todas las convenciones anticuadas, vencer en rapidez a los países imperialistas y revisionistas y golpearlos en lo que respecta a la calidad; además, siempre tratar de ahorrarle dinero al Estado y hacer que el manejo de las máquinas sea más fácil para los trabajadores.

Es Chang Mei-houa, antiguo trabajador que operaba con una máquina rectificadora, el que tiene el mérito de haber producido la primera rectificadora china de ultra-acabados. En 1960, en la Feria Internacional de Leipzig, visitó con un grupo de trabajadores chinos los pabellones de algunos países capitalistas y revisionistas. Pero los delegados de las empresas mostraron desprecio hablando de técnica con los trabajadores chinos. Chang Mei-houa dijo furioso: «Antes de la liberación, los trabajadores chinos lo sabían todo por los imperialistas. ¡Ahora que somos libres quieren humillarnos! ¡No lo conseguirán!«. Y tomó la resolución de ponerse a la altura y superar los niveles técnicos mundiales más avanzados.

Fue después de encargarse de la tarea de crear la rectificadora de ultra-acabados. Para asesorarse sobre la técnica de pulir superficies con ultra precisión, sacó la fuerza en servir al pueblo del presidente Mao. Se inspiró en el ejemplo de Chang Se-teh, soldado del VIII ejército de campaña que, para hacer la revolución, no tuvo miedo ni del sufrimiento ni de la muerte. A los 12 años había empezado, como Chang Se-teh, a trabajar como vaquero para un terrateniente. Fue cruelmente oprimido y explotado. Después de la liberación fue el partido el que lo formó. Ahora el partido le animó a realizar esta tarea, que tenía claro que iba a cumplir.

Trabajar por la gloria de la patria y ser digno del presidente Mao. Este sentimiento proletario le dio el valor y la fuerza para superar todos los obstáculos. Hizo más de 3.000 experimentos antes de iniciarse en las leyes de esta técnica. Más tarde, en 1965, con ayuda de sus camaradas trabajadores, fabricó la primera rectificadora china de pulir superficies con ultra precisión. Le bastaron cinco años para ponerse a la altura de la técnica del extranjero, al que le había tomado más de treinta años alcanzar.

Los jóvenes intelectuales, envenenados por la línea revisionista en la educación, constituyen un contraste con Chang Mei-houa. Cuando entraban en los departamentos de investigación y diseño, ya hacía mucho tiempo que estaban alejados de la producción y de los trabajadores. No pensaban en servir a la patria y al pueblo, sino en buscar la fama y el beneficio, para convertirse en «expertos» e «ingenieros». No comprendían una gran cantidad de problemas que surgían, pero no daban su brazo a torcer, no consultaban a los trabajadores; sus investigaciones no conducían a nada. Un técnico, cuya ambición era llegar a ser famoso, se había unido al menos a sesenta asuntos de estudio durante una docena de años. Abandonaba uno para empezar otro y así sucesivamente, malgastando importantes fondos a expensas del Estado, sin darle ningún beneficio.

El contraste es aún más significativo entre los ingenieros y técnicos salidos de las filas obreras y los viejos intelectuales burgueses imbuídos de las ideas del lucro y la fama. Un «experto» burgués decidió hacer los planos de una máquina rectificadora. Dedicó ocho años a este trabajo y dilapidó el dinero público sin lograr este fin; reunió una serie de «datos» que le servían de «capital» para la búsqueda de la fama y el lucro. Los trabajadores lo juzgaron de esta manera: «¿Gente como esta tendrá menos apego a nuestra nueva sociedad?»

El Presidente Mao dijo: «Los combatientes más ricos en experiencia práctica son los más inteligentes y los más talentosos«. Durante largos años de trabajo manual, los técnicos salidos de las filas obreras han acumulado una rica experiencia práctica. Unos cuantos años de estudio durante su tiempo libre o una escuela técnica secundaria les permiten conectar estrechamente la teoría y la práctica. Y muy rápidamente se revelan a la altura de sus tareas, tanto en la investigación científica como en la concepción de los proyectos. Dicen: «Hemos estudiado los libros teniendo en mente los problemas a resolver; por eso aprendemos y comprendemos rápidamente y sabemos poner en práctica aquellos que hemos aprendido«. Esta es una de las mayores razones que explican su rápida formación.

Por el contrario. Es muy difícil para los técnicos salidos de las universidades y de los institutos, con sus conocimientos librescos divorciados de la práctica y antes de convertirse en parte de los trabajadores, resolver los problemas concretos surgidos durante la producción. Así, por ejemplo, los técnicos de esta categoría habían preparado el proyecto de una rectificadora cilíndrico externa. Durante el montaje se hizo evidente que la mesa no se podía mover libremente. Los técnicos volvieron a examinar los planos sin ser capaces de encontrar la causa. Fueron a consultar a sus colegas salidos del seno obrero y trabajadores cualificados. Estos, gracias a su larga experiencia, vieron inmediatamente que se trataba de un defecto del sistema hidráulico de presión. Se tomaron las medidas adecuadas y el problema fue solucionado. Son numeroso los ejemplos similares.

Hay que tener en cuenta que los jóvenes salidos de las escuelas secundarias, desembarazándose de la carga ideológica que la línea revisionista en la educación les impuso, y adoptando una actitud modesta para entrar en el camino de la integración con los trabajadores, pueden también, después de un período de trabajo práctico, contribuir sustancialmente a la concepción y a la fabricación experimental de nuevos productos. Este es el caso de un estudiante graduado en 1964. En los primeros días, después de la lectura de un libro extranjero sobre máquinas de rectificar tornillos, andaba enfrascado en la teoría -la teoría, en lugar de vincular la teoría a la práctica- y, en esos años, no consiguió hacer ningún trabajo creativo. Durante la Revolución Cultural elevó su conciencia de clase y emprendió resueltamente el camino de la integración con los trabajadores. A principios de 1968 se preparó, con la ayuda de dos técnicos trabajadores y un trabajador con experiencia, un importante dispositivo eléctrico para máquinas rectificadoras.

Los cambios revolucionarios

Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, las «autoridades» técnicas reaccionarias de la burguesía que tenían el liderazgo en el sector técnico de la fábrica de máquinas-herramientas de Shangai fueron destronadas. Los ingenieros y técnicos revolucionarios salidos de las filas obreras, los jóvenes técnicos revolucionarios venidos de las escuelas y los cuadros revolucionarios se convirtieron en maestros de la investigación científica y del diseño. Se está llevando a cabo un cambio radical en un buen número de jóvenes intelectuales y de ciertos viejos ingenieros y técnicos. La crítica de la línea revisionista contrarrevolucionaria del Kruschev chino en el campo de la técnica y de la concepción burguesa y reaccionaria del mundo, les permitió entender que el revisionismo tiene sus raíces en las ideas de fama y lucro y que los honores y títulos de la burguesía no son de desear. Frecuentando la escuela del personal técnico salido de las filas obreras, van por su propia iniciativa a los talleres a trabajar al lado de los obreros, estudiar y mejorar sus planes con ellos.

El 22 de julio, «Renmin Ribao» publicó una directriz del Presidente Mao sobre la revolución en la educación que los trabajadores revolucionarios de la fábrica de máquinas-herramientas de Shangai acogieron con entusiasmo. «El Presidente Mao dice lo que pensamos«, dijeron muchos trabajadores calificados. «¡Viva la formación del personal técnico entre los trabajadores!«. Wou-Teh Louen, uno de los primeros trabajadores promovidos a ingenieros de la fábrica, dijo: «Fue la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao la que abrió el camino a nuestra fábrica para formar un personal técnico a partir de sus trabajadores. Debemos todos nuestros logros a nuestro gran dirigente el Presidente Mao. Son otras tantas victorias del pensamiento de Mao Tse-tung«.

Los jóvenes técnicos salidos de las escuelas aplaudieron la directriz con el mismo calor. Su experiencia personal les permitió decir: «Los intelectuales no podrán desempeñar su papel en el trabajo científico y técnico mientras que no sean colocados en la escuela de los trabajadores y no tengan vinculado estrechamente la teoría a la práctica«. Unánimemente, expresaron su resolución de comprometerse con la vía indicada por el Presidente Mao, hacia la integración con los trabajadores.

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C – Medicina: El nacimiento de un nuevo manual de enseñanza

«¿Cómo se hace la reforma de las materias de enseñanza en las escuelas superiores?» Para responder a esta pregunta, tantas veces planteada por nuestros lectores, me dirigí al Instituto de Medicina de Hunan con el fin de, en el mismo lugar, hacer un informe.

Situada a la orilla del río Siankiang, en un barrio al norte de Changsha, una ciudad de la China central, esta escuela, conocida antes de la liberación por la Escuela de Medicina de Siangya, celebra su 58 aniversario. Ocupando ambos lados de la calle, los edificios de la escuela, que no han dejado de multiplicarse, alzan sus imponentes siluetas por detrás de los árboles, mientras que los viejos edificios de la época anterior a la liberación, perdidos en la escuela meridional, sirven ahora para el alojamiento de una parte del personal.

Fue con los estudiantes elegidos entre los trabajadores campesinos y soldados, introducidos en 1970, que asistí a una clase de pneumoconioses, que fue dada en un establecimiento de profilaxis y tratamiento de enfermedades profesionales. Mientras que hacía su exposición, el profesor hacía numerosas manifestaciones con diversos instrumentos. Los estudiantes escuchaban y tomaban notas. Terminada la lección, fueron con el profesor a realizar trabajos prácticos.

El estudio se basaba en un capítulo del nuevo manual titulado «Elementos de la medicina preventiva, profilaxis y tratamiento de enfermedades profesionales«, curso que, desde su creación, es muy apreciado. Fui entonces al grupo de investigación sobre la enseñanza de la medicina preventiva y pedí a un maestro que me explicara cómo habían conseguido los profesores elaborar un manual de este tipo.

¿Por qué se deben reformar los antiguos manuales?

En el gabinete del grupo de investigación sobre la educación, la camarada Li Yun-Tchen, encargada del curso, me explicó las razones de la necesidad de reformar los manuales.

Este curso de medicina preventiva existía antes de la Gran Revolución Cultural Proletaria, pero se llamaba «Salud» y la camarada Li había asumido durante años su dirección. En la época de la Escuela de Medicina de Siangya, fundada en 1914 por los imperialistas estadounidenses como parte de su agresión cultural contra China, ya figuraba en el programa de educación un curso de «Salud Pública» con un contenido esencialmente copiado de los manuales estadounidenses. En los primeros tiempos después de la liberación, debido a la línea revisionista de Liu Shao-chi que mandaba «dejar las cosas prácticamente como estaban«, los manuales insistían sobre la higiene en las ciudades y casi no tenía ninguna importancia el trabajo sanitario en el campo y separaban claramente la profilaxis del tratamiento. Estaban, por lo tanto, totalmente desligados de la realidad del país.

Con la profundización constante de nuestra revolución socialista, los maestros habían remodelado muchas veces los antiguos manuales pero, como se limitaban a extraer las materias de los libros y discutirlas encerrándose en los gabinetes, no consiguieron desembarazarse del antiguo sistema.

Durante la Revolución Cultural, los profesores y estudiantes desencadenaron una gran crítica revolucionaria contra el antiguo curso de salud armándose con el pensamiento de Mao Tse-tung. Este manual, constituído de diez capítulos y medio millón de palabras en total, entraba, a menudo, en detalles inútiles. Por ejemplo, acerca de la higiene del suelo, se alargaba demasiado en la consideración de la estructura del suelo y las variaciones de la temperatura a miles de metros de profundidad de la corteza terrestre; para hablar de la higiene del aire, se iba del aire en la superficie de la tierra a la ionosfera, a 90 kilómetros de altura, lo que sólo tenía interés para los vuelos espaciales. Se hacía evidente que un manual tan complicado y alejado de la realidad, no podía permitirse el lujo de formar, de acuerdo con el principio de la cantidad, velocidad, calidad y economía, hombres dedicados al servicio de las amplias masas trabajadoras. La camarada Li abrió el libro de «Higiene» por el capítulo sobre «Higiene de los Alimentos«. «Vea usted mismo, me dijo, aquí se cita una gama de productos alimenticios extranjeros a los que no están habituados nuestros trabajadores, así como sus índices nutricionales. Incluso encontrará un largo pasaje sobre el valor nutricional del pan negro«. Claro que los alumnos formados con estos conocimientos eran capaces de organizar un movimiento patriótico para el saneamiento de las zonas rurales y de tomar medidas preventivas contra las enfermedades profesionales en las empresas industriales y mineras. La gran crítica revolucionaria permitió que los maestros entendiesen la necesidad de reformar por completo el antiguo manual.

¿Cómo se recogen los datos?

En la primavera del año pasado, el grupo de investigación sobre la educación de la medicina preventiva, decidió escribir un nuevo manual en base a la crítica y la revisión del antiguo. Pero, ¿cómo lograrlo? El profesor Wang Siang-pou, responsable del grupo, me dijo que los profesores más viejos temían no conseguir preparar algo satisfactorio, ya que tenían grandes dificultades para romper con las antiguas convenciones; en cuanto a los más jóvenes, que se consideraban inexpertos, no se sentían seguros de sí mismos y decían que iban a hacer todo lo que fuese posible para acompañar a sus colegas más experimentados. Fue entonces que el comité revolucionario de la escuela organizó para ellos el estudio del artículo del presidente Mao «Sobre la Práctica«, así como sus otras tesis sobre los problemas de búsqueda e investigación. El Presidente Mao señala: «Una vez que los intelectuales son llamados a servir a las masas trabajadoras y campesinas, deben primero entenderlas, conocer bien su vida, su trabajo y su forma de pensar. Recomendamos a los intelectuales que vayan entre las masas; a las fábricas, a los campos«. Esta directriz les mostró el camino, la vía fundamental para la preparación del manual. Como resultado de ello, se organizaron pequeños equipos de investigación sobre la reforma de la educación que, con cargas a sus espaldas, entraron en las zonas rurales, empresas industriales y mineras y unidades del ejército, para conocer las necesidades de los obreros, campesinos y soldados.

En la comuna popular de Changfeng, en una remota región montañosa del distrito de Hengyang, los miembros de uno de los equipos encontraron que todas las aldeas habían construido nuevos pozos de agua, donde el agua era tan clara que se podía ver el fondo; las casas y los patios de los campesinos estaban bien cuidados; las pocilgas y letrinas estaban limpias y secas y rara vez se veía una mosca o un mosquito, a pesar de la atmósfera caliente y húmeda. Se les dijo que una vez las cosas habían sido muy diferentes: la gente tenía que contentarse con beber agua fangosa, la disentería era común en el verano, se declaró una epidemia de enteritis. Debido a la falta de brazos, los trabajos no avanzaban y, por lo tanto, acarreaba una disminución de la producción de arroz. Eso fue lo que decidió el Comité del Partido de la comuna a tomar medidas preventivas contra las enfermedades. Las masas de toda la comuna se movilizaron en un movimiento patriótico por la higiene. En seguida se tomaron, en la práctica, toda una serie de medidas para prevenir las enfermedades: medidas higiénicas para el agua potable, para la alimentación y para el tratamiento de los excrementos; destrucción de los mosquitos, moscas, ratones, chinches y cucarachas; mantenimiento de la limpieza dentro y fuera del hogar; absorción, de acuerdo con las estaciones de medicina preventiva a base de plantas medicinales. Estas medidas permitirán reducir los casos de enfermedades comunes y de alta morbilidad, mejorar el estado de salud de los miembros de la comuna y dar un impulso a la revolución y a la producción: desde entonces, la producción de cereales superó todos los años los porcentajes establecidos en el programa nacional para el desarrollo de la agricultura.

En la mina de tungsteno de Yaokangsien, otro equipo aprendió que los trabajadores, con sus propias fuerzas y utilizando medios locales, habían logrado reducir el contenido en polvo de silicio para la mejora de las condiciones de la ventilación de las galerías. Desde 1958 no se ha detectado ningún caso de silicosis y los trabajadores que habían sido «golpeados» una vez, vieron su mejorar su estado sustancialmente durante la Revolución Cultural gracias a la atención recibida por los trabajadores médicos revolucionarios, que combinaban los métodos tradicionales con los modernos.

Los equipos de investigación de las comunas populares y unidades sanitarias de base durante su tourné, visitando unas cuarenta fábricas, encontraron que el principio de «Dirigir el esfuerzo principalmente a la profilaxis» formulado por el Presidente Mao, traducía las propias aspiraciones de los trabajadores, campesinos y soldados y sus intereses fundamentales. Por consiguiente, era necesario elaborar una nueva serie de manuales, partiendo de la prevención de enfermedades comunes y de morbilidad, así como de las enfermedades profesionales de los trabajadores, campesinos y soldados, que estarían basados en las ricas experiencias adquiridas por las masas en la lucha contra las enfermedades y combinarían la transformación del ambiente con la mejora de la constitución física del hombre y, por lo tanto, de su resistencia contra las enfermedades.

La contribución de los trabajadores, campesinos y soldados

Una vez definida la orientación del trabajo de redacción de los equipos, después de haberse documentado entre las masas, regresaron a la escuela para dedicarse al trabajo. Sin embargo, han surgido nuevos problemas. De acuerdo con lo que nos dijo la camarada Li, los miembros de los equipos que habían visitado un gran número de lugares con molinos en el campo y se habían informado sobre los procesos de trabajo, repararon en que el tiempo durante el cual las materias oleaginosas debían estar a temperatura elevada era largo y, por lo tanto, concluyeron que era necesario hacer algo para bajar la temperatura en el lugar. Completaron la documentación y trataron en detalle esta cuestión en el manual. Cuando mostraron una parte del proyecto a los agricultores para pedirles su opinión, estos les dijeron que habían trabajado para nada, pues los pequeños molinos de aceite, por lo general, sólo funcionaban durante el invierno, ya que los miembros de las comunas tenían que participar durante el verano en los campos. Para ellos fue una gran lección que les hizo entender que estar en posesión de ciertos datos, no necesariamente significaba poder ligar la teoría a la práctica y, que si querían preparar en realidad un nuevo manual proletario, tenía que evitar a toda costa volver al viejo camino: el de escribir encerrados en casa.

Una vez más, se fueron a las fábricas industriales y mineras, a los campos y unidades del ejército con el fin de preparar el manual con la ayuda de los obreros, campesinos y soldados. Para escribir el capítulo «Higiene del trabajo en las minas de carbón«, fueron varias veces de extracción situados a varios cientos de metros de profundidad, donde estudiaron con ellos el tema de las medidas de ventilación y reducción de polvo. Para conocer bien el problema del «Mantenimiento de la pureza del agua potable en los pozos«, investigaron los pozos de una docena de brigadas de producción de diferentes regiones, realizaron comparaciones y trabajaron incluso con los campesinos en la construcción de pozos. Cuando se dedicaron a la redacción del capítulo «Prevención con plantas medicinales«, asimilaron la experiencia de los trabajadores, consultaron numerosos documentos, reunieron cientos de recetas tradicionales chinas, de las que se retiraron las más satisfactorias, es decir, varias decenas. Un viejo campesino-médico tradicional, incluso sufriendo del corazón, les llevó a las montañas con el fin de enseñarles a reconocer las diversas plantas medicinales. Un soldado del Ejército Rojo los condujo a varias brigadas de producción con el fin de que pudiesen estar al tanto de lo que se hacía en la lucha contra las enfermedades; ni siquiera dudó en proporcionarles las recetas de hierbas medicinales que hasta el momento guardaba celosamente para sí mismo; los camaradas responsables de los equipos médicos de las unidades del EPL en diferentes localidades, analizaron con ellos las materias a incluir en el manual. De este modo fueron resueltos numerosos problemas que habían continuado insolubles si hubiesen estado dentro de las paredes de la escuela.

Debido a que el 80% de la población china vive en el campo, los camaradas del grupo de investigación encontraron inútil tratar, en el capítulo «Suministro de agua potable«, la construcción de centros de distribución de agua corriente y sus procesos de esterilización. Renunciaron, por lo tanto, a abordar la cuestión de la esterilización mediante iones de plata de alto costo, pues requerían un gramo de plata pura por metro cúbico de agua. Insistieron, sin embargo, en la protección de las fuentes de agua, en la purificación y en la esterilización de agua potable necesaria para el campo. Citaron como ejemplo en su manual la comuna popular de Changfeng, donde ahora se bebe el agua de los pozos en lugar del agua de los estanques, explicando cómo, para tener éxito, sus habitantes habían elegido las mejores fuentes, construido pozos de acuerdo a los principios científicos y estableció un pacto de higiene colectiva y las medidas para el mantenimiento de la pureza del agua.

Cuando sometieron el manual al debate de los miembros de esta comuna, éstos, aprobando la simplificación del antiguo manual y la eliminación de todo lo que contenía de falso y pletórico, propusieron que se explicase con más detalle la contaminación y la purificación de agua, que insistiese en la experiencia de las masas con respecto a la conservación de su pureza y en los principios fundamentales relativos a las medidas de protección en esta área. Esto permitiría dominar las leyes que rigen las cosas. Entonces, los maestros insertaron en el nuevo manual las teorías científicas expuestas en el capítulo «Relaciones entre el agua potable y la propagación de enfermedades«, que aparecía en el antiguo, para hacer comprender el peligro de la contaminación del agua y la importancia del agua potable. Además, se hizo la síntesis teórica de la experiencia adquirida y de las medidas de protección adoptadas por las masas en el uso del agua como, por ejemplo, el método de purificación por alumbre, actualmente empleado en las zonas rurales.

Después, el manual fue presentado en la comuna popular de Tsaikang, en la siderúrgica de Siangtan y en la mina de tungsteno de Yaokangsten, para obtener su opinión. Los miembros de la comuna popular señalaron que, a pesar de las medidas tomadas por la comuna popular de Changfeng para la manutención de la pureza del agua fuesen científicas y eficaces, las zonas rurales de China son inmensas, las fábricas industriales y mineras dispersas, diseminadas tanto en las regiones montañosas como en las llanuras y que, por lo tanto, la gente no sólo beben agua de los pozos, sino también agua de las fuentes, de los ríos o arroyos, lo que implica que se encaren medidas de higiene para los diferentes casos. Teniendo en cuenta estas sugerencias, los profesores incluyeron en el manual experiencias de otros lugares, métodos científicos que se habían aplicado con éxito, reflejando así, de una forma relativamente completa, las leyes fundamentales que rigen las medidas de la medicina preventiva.

Los camaradas de los equipos médicos del EPL de China que fueron consultados, llamaron la atención sobre el hecho de que las masas, con el desarrollo en profundidad del movimiento patriótico de masas para la higiene, desean conocer los métodos de análisis de agua con el fin de garantizar mejor la pureza de sus fuentes. Los camaradas del ejército les relataron los métodos simples que empleaban para analizar el agua y estos fueron también incluidos en el manual. Así, al mismo tiempo que se tenía en cuenta las condiciones actuales de las empresas industriales y mineras y de las zonas rurales, no se perdían de vista las necesidades a largo plazo del desarrollo de la salud. En cuanto a la purificación del agua potable, los camaradas del ejército señalaron que, en ciertos lugares se empleaban plantas silvestres. Este método de purificación, simple y barato, inventado por las masas, también fue incluido en el manual, acompañado de un análisis científico desde el punto de vista teórico. Fue así que, por primera vez, un manual de este tipo se refirió al tratamiento de agua con los métodos tradicionales y modernos combinados.

Las diferencias entre el viejo y el nuevo manual

Después de dos meses de esfuerzos, el manual «Elementos de Medicina Preventiva y profilaxis y el tratamiento de enfermedades profesionales» fue terminado. El profesor Wang Siang-pou comparó el nuevo manual con el viejo.

1) El nuevo se preocupa, sobre todo, de las enfermedades comunes de alta mortalidad y de las enfermedades profesionales de los trabajadores, campesinos y soldados y según el principio del Presidente Mao: «Dirigir el esfuerzo principalmente a la profilaxis«,en la importancia de movilizar a las masas en campañas patrióticas para la higiene, hacer que participen en la labor de prevención y tratamiento. Se hace hincapié en la necesidad de valorar la iniciativa de los habitantes para detectar los agentes portadores de gérmenes patógenos y de enfermedades, «prevenir las enfermedades recurriendo a la medicina tradicional y occidental combinada» y fortalecer la resistencia del organismo. No hacer tabla rasa con los conceptos burgueses contenidos en el antiguo curso de higiene que insistía unilateralmente en la «influencia de las condiciones externas en la salud humana«, sin tener en cuenta el papel del organismo en la lucha contra la enfermedad y tener sólo la vista puesta en las necesidades de las ciudades, descuidando a los obreros, campesinos y soldados.

2) A diferencia del viejo manual, que copiaba todo del exterior sin dedicar la menor línea a las medidas tradicionales de la profilaxis del país, aunque se supiese que tomar remedios preventivos a base de plantas medicinales es desde hace mucho tiempo uno de los principales medios utilizados comúnmente por nuestro pueblo para combatir contra las enfermedades, el manual incluye por primera vez un capítulo titulado «Remedios preventivos» que combina los métodos tradicionales chinos con los métodos de la medicina occidental.

3) Separando la higiene de la producción, el antiguo manual se limita a la formulación de normas de higiene sin relación con las necesidades de la producción industrial y agrícola; el nuevo manual formula exigencias higiénicas partiendo de la realidad de la producción y contribuye a su desarrollo. Por ejemplo, mientras que el viejo manual sólo hablaba de evacuación pura y simple de polvos y gases nocivos formados durante la producción por medio de ventiladores o de altas chimeneas, el nuevo manual, abordando la cuestión de la protección contra el polvo y la evacuación de las materias tóxicas en las fábricas industriales y mineras, tiene en cuenta, al mismo tiempo, la protección del medio ambiente, la salud de los trabajadores y el uso de los residuos. Los obreros, campesinos y soldados que participaban en la preparación del nuevo manual declararon: «Es un buen punto de partida para la preparación de nuestro propio manual de medicina preventiva en el que los métodos tradicionales chinos y occidentales se combinan«.

La elaboración de este manual es sólo un ejemplo de la reforma de las materias de enseñanza en el Instituto de Medicina de Hunan. Poco tiempo después, un miembro del comité revolucionario del instituto me dijo que, según la enseñanza del Presidente Mao: «Las materias enseñadas serán radicalmente transformadas«, el instituto revisó todos los viejos manuales de forma crítica, los simplificó y los desenredó de todo lo que contenían de falacia. Por otro lado, los maestros penetraron en las masas, hicieron el balance de los descubrimientos e invenciones de los obreros, campesinos y soldados y propusieron nuevos temas a estudiar. Trabajando en la revisión de los viejos manuales y en la preparación de los nuevos, se esforzaron por darles un carácter revolucionario, práctico y científico. El instituto completó un total de 37 nuevos manuales, con un total de 5 millones de palabras que ya se utilizan en la enseñanza de todas las materias. En conclusión, este miembro del comité revolucionario del instituto me dijo: «Este es sólo el principio y, con el desarrollo de la edificación socialista, los manuales de educación serán completados y actualizados continuamente«.

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D – El establecimiento de una Universidad científica y técnica socialista

Coloquio con miembros del equipo de propaganda del pensamiento de Mao Tse-tung, profesores y alumnos de la Universidad de Tsinghoua.

Han Ming-wen (miembro del equipo de propaganda, uno de los responsables del grupo encargado de la reforma de la educación en la Universidad): Para hacer de la Universidad de Tsinghoua una universidad técnica y científica socialista, es necesario aplicar sin reservas la directriz de nuestro gran dirigente, el presidente Mao: «La educación debe estar al servicio de la política del proletariado y ser combinada con el trabajo productivo«, es necesario vincular estrechamente la educación a la práctica social, mantener abierta la puerta de la escuela y crear un sistema de educación totalmente nuevo del proletariado.

El puñado de responsables del Partido comprometidos con el camino capitalista en la antigua Universidad de Tsinghoua, por el contrario, había aplicado una línea revisionista. Oponiéndose a que los estudiantes participasen en la lucha de clases y en la lucha por la producción, entendían que «Tsinghoua es una cuna de ingenieros» y que los combatientes de los tres grandes movimientos revolucionarios (a saber: lucha de clases, lucha por la producción y experimentación científica) se forman «en los propios laboratorios«, lo que alejó a un gran número de profesores y alumnos de la práctica social. Después de entrar en la Universidad, nuestro equipo de propaganda llevó a los profesores y a los estudiantes a refutar esta línea errónea, por otra parte, los instó a crear talleres de Ingeniería Civil para una obra de construcción, la sección de hidráulica para cerrar una obra hidráulica y, por otra parte, dirigir las fábricas con el fin de darles lecciones durante las horas de descanso y organizar cursos de preparación acelerada. Así comenzó la revolución en la educación que permitió a los profesores y estudiantes integrarse con los trabajadores y campesinos y proceder con estos últimos, a la innovación técnica, la investigación científica y la investigación social.

La revolución proletaria en la educación es una revolución socialista de una profunda importancia que no se puede llevar a buen término sin la participación de las masas y sin el apoyo de toda la sociedad. Es por eso que tenemos que dejar siempre la puerta abierta de la escuela, ligarla a las fábricas; esto permite combinar fielmente la popularización de la cultura con su ascenso y dar un fuerte impulso al desarrollo de la producción industrial y agrícola. Así, mientras que las antiguas escuelas estaban aisladas del resto del mundo, las nuevas oscultan permanentemente la sociedad. Los maestros y los estudiantes tienen ahora la oportunidad de estar en contacto con los obreros, campesinos y soldados para ser reeducados por ellos y acelerar la transformación de su concepción del mundo; además, pueden enriquecer continuamente el contenido de la educación con las innovaciones técnicas surgidas en el curso de la producción, animar la enseñanza académica con un soplo vital, mediante la enseñanza y la investigación científica al servicio de la construcción socialista y promover la producción en la sociedad.

Tsao Ki-siang (uno de los responsables del grupo encargado de la reforma educativa en la fábrica de automóviles dependiente de la Universidad): «Para hacer frente a la necesidad del desarrollo de la producción industrial y agrícola de la ciencia y de la técnica y ayudar a alcanzar y superar los niveles mundiales más avanzados, comenzamos a reformar el antiguo sistema escolar, crear talleres en la escuela y dotarla en fábricas. Las viejas barreras entre diferentes disciplinas y secciones fueron abolidas, algunas fueron fusionadas y se crearon nuevas especialidades. Las especialidades están a cargo de una fábrica o dentro de la Universidad, o de una unidad de investigación científica, o incluso de una mezcla fabrica-escuela. El Presidente Mao dijo: «Los laboratorios y los talleres anexos de todas las escuelas superiores industriales que se dedican a la producción deben hacerlo, en la medida de lo posible, de manera que satisfagan las exigencias de la enseñanza y de la investigación científica». En este momento, la Universidad tiene fábricas de media y pequeña escala que pueden promover diversas especialidades. Podemos citar una fábrica de máquinas-herramientas de precisión, una de vehículos y una de múltiples experimentos electrónicos«.

Han Ming-wen: «Esta última, por ejemplo, fue creada en base al equipamiento existente en los antiguos laboratorios. Al mismo tiempo que contribuye activamente a la enseñanza de las especialidades de control automático, de la técnica de radio y ordenadores electrónicos. Así, estas fábricas en la escuela desempeñan un doble papel: pueden producir una cierta cantidad de productos típicos, variados para las necesidades de la industria y de la defensa nacional y constituyen, por otro lado, las bases para la investigación científica, para crear nuevos productos y para la educación especializada«.

Tsao Ki-siang: «Después de un año de esfuerzos, logramos construir una fábrica de automóviles que, además de producir un número limitado de vehículos, sirve para formar estudiantes de cinco especialidades: forja, soldadura, metales, automóviles y fundición. En este momento, más de 500 estudiantes realizan sus estudios en esta fábrica.

Nuestra fabrica de automóviles es, al igual que otras fábricas de la Universidad, una organización que combina la educación, la investigación científica y la producción. Tiene como principal tarea: «Formar trabajadores cultos con conciencia socialista». Los estudiantes trabajadores-campesinos-soldados trabajan y estudian en sus diversas secciones. Son al mismo tiempo trabajadores y estudiantes. Los maestros enseñan y también participan en el trabajo productivo. Esta triple alianza de los obreros de la fábrica, de los profesores y estudiantes permite a estos últimos, a través de la solución de los problemas surgidos en el curso de la producción y de la investigación científica, adquirir tanto los conocimientos científicos como las técnicas de producción. Tomemos como ejemplo los estudiantes de la especialidad de automóviles. Como tienen que montar los coches y probar los nuevos motores, preparan con sus propias manos el banco de pruebas, afinan los instrumentos de medición, registran y analizan los resultados de los experimentos. Sin embargo, los maestros les explican la estructura del coche y los principios del motor. Este método fue recibido favorablemente por los estudiantes. «Se fija más fácilmente en la memoria aquellos que tocamos con nuestros propios dedos», dijeron. «Y no se olvidan las cosas que nosotros mismos hacemos». En la antigua Tsinghoua, antes de presentar las experiencias, ya estaba todo preparado; los estudiantes se limitaban a pulsar los botones, a anotar los datos y a trazar las curvas para poner a prueba la teoría enseñada en los manuales. De esta manera, no sabía hacer nada cuando, una vez graduados, tenían que trabajar en las fábricas. El contraste entre los dos métodos de enseñanza es impactante«.

Han Ming-wen: «Las diferentes especialidades tienen sus respectivas características. A partir de esta consideración, hemos establecido un conjunto de diversas formas de organización. La mayoría de las especialidades deben conectarse a las fábricas de la Universidad; otras forman combinaciones con las fábricas del extranjero; otros todavía están ligados principalmente a los laboratorios y combinan la enseñanza con la investigación científica. Siendo la experimentación científica una importante tarea de las universidades científicas y técnicas, nosotros, al mismo tiempo que creábamos las fábricas, reformamos y reequipamos los laboratorios. En colaboración estrecha con las fábricas del extranjero y otras organizaciones, las fábricas y los laboratorios de la Universidad llevan a cabo las siguientes funciones: formar a los estudiantes en el campo de la experimentación científica, realizar investigaciones científicas, dominar las técnicas de vanguardia, crear nuevas técnicas y nuevos productos, formular nuevas tesis en el plano teórico para cumplir y superar los niveles más avanzados del mundo. Sin embargo, las fábricas y los laboratorios de la Universidad no pueden sustituir el conjunto fábrica-escuela. Todos las especialidades deben combinar las tres fórmulas con el fin de orientar a la sociedad y conectar mejor la revolución en la educación con la revolución científica y técnica. En este momento la Universidad mantiene contactos permanentes con decenas de unidades de la sociedad. Esta práctica corresponde, creemos, a la necesidad de la producción industrial y agrícola.

Cuando una parte de nuestros profesores y estudiantes trabajaban en la fábrica de maquinaria eléctrica de Pekín, organizaban, con el propósito de un nuevo producto que esta fábrica estaba en proceso de producir a título de ensayo, una «formación de trabajadores en su tiempo libre sobre las instalaciones de silicio controlables». Cuando se enteraron de la noticia, un gran número de trabajadores vino a inscribirse, tan ansiosos estaban de aprender la técnica electrónica. Aplicaban en su taller, al día siguiente, lo que habían aprendido el día anterior. Algunos corrieron a enseñar a otros los conocimientos adquiridos. Los trabajadores acogieron calurosamente esta etapa que logró popularizar y elevar la ciencia y la tecnología«.

Sie Ping (profesor de la especialidad de forja adscrita a la fábrica de automóviles): «Para formar a los trabajadores que posean, además de una conciencia socialista, una experiencia práctica y conocimientos teóricos, hay que dar a los estudiantes, en el plano profesional, la capacidad de resolver los problemas surgidos durante la producción, llevar a cabo los planes de diseño y realizar investigaciones científicas. Esto para corresponder la necesidad del desarrollo de la ciencia y de la tecnología en nuestro país; de esto eran incapaces los antiguos manuales, desactualizados, diseñados en un espíritu escolar y separando la teoría de la práctica«.

El Presidente Mao dice: «Las materias enseñadas serán radicalmente modificadas«. Reexaminamos los antiguos manuales con espíritu crítico. Comenzamos simplificando solamente lo esencial y lo que estaba de acuerdo con la verdad. Al mismo tiempo sistematizamos las invenciones de los trabajadores y las últimas técnicas más recientes desarrolladas a partir de los últimos resultados de la investigación científica, con el fin de enriquecer y completar los nuevos manuales. Por lo tanto, estos últimos tendrán tanto un carácter revolucionario, como práctico y avanzado.

Bajo la dirección del equipo de propaganda, los maestros de nuestra especialidad de forja fueron por el país para realizar una encuesta sobre el estado de la tecnología de vanguardia. Nos dirigimos a una veintena de fábricas de diferentes tipos y a los departamentos interesados. Invitamos a los trabajadores veteranos, cuadros, ingenieros y técnicos a varias reuniones, lo que nos permitió tener una idea clara del desarrollo de esta técnica en China y del papel que desempeña en la producción industrial y agrícola y, al mismo tiempo, hacer un balance de las invenciones y de la rica experiencia de los trabajadores en este campo. A partir de esta base hemos elaborado un «Curso de la tecnología de vanguardia«. No es más que el principio. Nuestro manual debe ser continuamente enriquecido, renovado y perfeccionado en perfecta conexión con el desarrollo de la producción.

Wang Ki-tcheng (Profesor de la sección de hidráulica): «La práctica de la revolución en la educación nos convenció de que tiene la intención de reformar las materias de enseñanza, de que debemos tener plenamente en cuenta la realidad de nuestro país, tenemos que hacer una evaluación cuidadosa de las invenciones de los obreros, campesinos y soldados, proponer nuevos problemas a resolver e idear nuevos sistemas. Los antiguos manuales de la sección de hidráulica son en la mayoría copiados del extranjero e ignorar deliberadamente las creaciones de los obreros, campesinos y soldados. Son inservibles incluso por estar aislados de la práctica«.

El equipo de propaganda nos llevó al campo para participar en los tres grandes movimientos revolucionarios, para ser reeducados ideológicamente por los obreros, campesinos y soldados y así llevar a cabo al mismo tiempo la reforma de material didáctico.

Estuvimos en la región de Tchangkeou, en la provincia de Hopei. Allí, llendo a la escuela de los campesinos pobres y medios con el fin de estudiar y aplicar de una manera viva el pensamiento de Mao Tse-tung, trabajamos junto a ellos, compartimos sus comidas y su alojamiento. Para obtener una mejor cosecha de granos para el apoyo de la revolución y la construcción socialista del país y de la revolución mundial, los campesinos pobres y medios de la región emprendieron una lucha heroica contra la áspera ladera de la montaña, día y noche, desafiando a lluvias y tormentas eléctricas. Este intrépido espíritu revolucionario nos dio una lección profunda, de tal manera que pudimos estar más cerca de ellos, un paso más allá en lo que respecta tanto a la posición de clase como a los sentimientos de clase. Antes, cuando llovía, corríamos para huir a las casas. Ahora, cuando viene la adversidad, corremos a ayudar a los campesinos pobres y medios a luchar contra la lluvia.

En este caso, también vimos muchas invenciones del pueblo trabajador, con las cuales los «iluminados» burgueses ni se habrían atrevido a soñar. Esta región conocía la sequía nueve años de cada diez. La mayoría de los cursos de agua son de régimen estacional: generalmente secos, desbordan en verano bajo los efectos de la lluvia, el agua de las montañas se considera una plaga natural de la que no se puede esperar nada bueno. Pero los campesinos pobres y medios de la región, seguros de la superioridad de la comuna popular, aprendieron las leyes de las inundaciones en su lucha contra los elementos. Según el principio filosófico «uno se divide en dos», se esfuerzan por reducir las pérdidas ocasionadas por las inundaciones utilizando el propio agua, los materiales fertilizantes y el limo que lleva, para regar, fertilizar y beneficiar el suelo con el fin de aumentar la producción agrícola. Para hacer el balance de la experiencia adquirida por las masas locales y popularizarla, organizamos un grupo de redacción del manual compuesto por campesinos pobres y medios, guardias rojos y maestros veteranos. Este grupo viajó por toda la región para hacer consultas y recopilar datos de primera mano. Sobre esta base, escribió un nuevo manual sobre «el drenaje de las inundaciones con el fin de la irrigación y el suministro del limo«. De acuerdo con el materialismo dialéctico, acentuamos en el papel del factor humano que puede transformar la naturaleza y aprovecharse de las propios calamidades naturales. Los estudiantes decían: «Aprendemos tanto la dialéctica revolucionaria del Presidente Mao como los medios para dominar las inundaciones. Dicho manual es un método de enseñanza para elevar la moral del pueblo y abatir la arrogancia de la burguesía«.

Chang Meng-wei (profesora, jefa del grupo encargado de la reforma de los cursos básicos): «En lo que respecta a los viejas materias de enseñanza y los logros técnicos y científicos extranjeros, nos mantenemos fieles al principio de heredar de forma crítica y aplicar las directrices de «que lo antiguo sirve a lo actual, que lo que es extranjero sirve a lo nacional», «que rechazando lo que está establecido se crea lo nuevo». En vez de repetir de manera simplista el contenido científico de los antiguos manuales, analizamos principalmente su sistema general para saber sobre qué base se fundan y a qué clase social sirven. A los «expertos» burgueses les gustaban afirmar que las matemáticas superiores, mil veces probadas, eran el mejor lenguaje matemático. Hicieron pasar el cálculo infinitesimal, al que llamaban «rey de la ciencia», como resultado de una caterva de axiomas y teoremas, lo que es más abstracto y más misterioso del mundo. Para los estudiantes, esta rama de las matemáticas era como un tigre que les cerraba el camino. Algunos eran obligados a repetir porque no conseguían pasar en el examen de matemática superior; otros eran obligados a seguir cursos paralelos porque no eran, como ellos decían, fuertes en matemáticas.

Estudiamos la enseñanza del Presidente Mao: «En el mundo sólo existe una teoría verdadera; la que se extrae de la realidad objetiva y es confirmada por ella; ninguna otra merece el nombre de teoría en el sentido en que la entendemos«.

Y tomamos la resolución de liberar las matemáticas superiores del monopolio de la «autoridades» burguesas. Destacamos un grupo de reforma en la escuela para ir a trabajar a la fábrica de aceros especiales de Pekín. Durante el trabajo, constatamos que la chimenea, de forma cilíndrica, estaba constituída por un sinnúmero de ladrillos en forma de paralelepípedos rectangulares. ¿Este hecho no es una ilustración del principio del cálculo infinitesimal? Tuvimos discusiones con los trabajadores que nos reportaron fenómenos frecuentes en la producción. Tomemos el ejemplo del trabajador afinador. Cuando tiene que trabajar una pieza circular con una lima, cada golpe de su instrumento hace una línea recta y todos ellos forman un círculo. Este proceso que divide un todo en innumerables pequeñas parcelas para reagruparlas en un todo, no es más que la noción de cálculo infinitesimal. No teníamos el hábito de deducir el cálculo diferencial de una serie de axiomas y de teoremas; esto se hacía muy abstracto. Ahora, a partir de la prática de la producción, creamos un nuevo sistema basado en el desarrollo de la contradicción entre el cálculo diferencial y el cálculo integral, así como la transformación de uno al otro. Así nació nuestro nuevo manual de cálculo infinitesimal, muy apreciado por nuestros alumnos-trabajadores que hacen hincapié en este aspecto: «El cálculo infinitesimal no es misterioso: una lima atraviesa la partición de papel y las matemáticas superiores vuelven a las manos del pueblo trabajador«.

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Han Ming wen: «Algunas personas hacen mal en pensar que hacemos caso de práctica a expensas de la teoría. El Presidente Mao nos señaló: «La percepción sólo puede resolver el problema de las apariencias de las cosas y de los fenómenos; el problema de la esencia sólo puede ser resuelto por la teoría». Es una actitud equivocada rechazar la necesidad de estudios teóricos. «Pero el marxismo atribuye una gran importancia a la teoría precisa y únicamente porque puede ser una guía para la acción». Toda la teoría nace de la práctica y en compensación debe servirla. Lo importante es reformar los cursos básicos tanto como los demás. Es necesario ligar la teoría a la práctica, enriquecer y desarrollar la teoría en la práctica«.

Chang Meng-wei: «Antes se necesitaban alrededor de 180 horas de clases para enseñar el cálculo infinitesimal. Ahora, después de una reforma preliminar, llegan menos de 90 horas. En lugar de estar separadas de las disciplinas especializadas como antes, las disciplinas básicas están orgánicamente ligadas con ellas. Aplicando la teoría verificamos directamente los resultados de nuestra educación en la práctica«.

Jen Cheou-kiu (joven maestro de la sección de automoción): «Los métodos pedagógicos burgueses están en el libro y en el profesor. De ello se deduce que la teoría está aislada de la práctica. Por más que lo cebe el maestro, el estudiante no engorda. Este modo de acción invierte el proceso de conocimiento que se inicia por la práctica. Los estudiantes así formados están alejados de la práctica; con sus ideas escleróticas son buenos para imitar pero sin poder crear. Al comienzo de nuestra experiencia en el campo de la reforma de la educación, por no haber rechazado los viejos métodos de enseñanza, el maestro se esforzaba por preparar su curso, explicaba en clase, servía de tutor después de las clases, pero los estudiantes no quedaban totalmente satisfechos. Entendemos que, en la práctica, si no llegamos a reformar a fondo los viejos métodos de enseñanza, la Universidad no podría cumplir su tarea que es la de la formación de intelectuales proletarios«.

Entonces, según la enseñanza del Presidente Mao sobre la práctica como la fuente de todo conocimiento, empezamos por la práctica, lo que nos fue facilitado por el hecho de que nuestros nuevos estudiantes tienen una mayor o menor experiencia en este campo. Refiriéndose siempre a los trabajos típicos, a los productos típicos, tecnologías típicas e innovaciones típicas de que los estudiantes no dejan de tomar nota en la producción y en la investigación científica, experimentamos pasar de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo. La práctica y la enseñanza van a la par, los estudios teóricos no son, por lo tanto, olvidados. Este método permite a los estudiantes poseedores de una experiencia práctica sacar el máximo provecho de ella y a los estudiantes menos favorecidos ya no consideran como tabúes las técnicas avanzadas.

La educación magistral fue reemplazada por una orientación diseñada a aclarar el asunto y por discusiones. Antes de cada clase, distribuimos la lección a los estudiantes que deben estudiarla y preparar las preguntas. Sólo entonces pasamos a discutir en el aula. Al hacerlo, liberamos el pensamiento de los estudiantes que pueden asimilar los conocimientos manteniendo intacta toda iniciativa; pueden cultivar su capacidad de reflexión y de análisis, mejorar su espíritu creativo. Este método pedagógico democrático se inspira en la enseñanza del Presidente Mao: «Los oficiales instruyen a los soldados, los soldados instruyen a los oficiales y los soldados se instuyen mutuamente«. En el plano profesional, los profesores y los estudiantes se instruyen mutuamente. Un nuevo sistema de exámenes fue diseñado para verificar los resultados de la enseñanza que permite a los profesores y estudiantes hacer un balance de la experiencia adquirida, mejorarse a sí mismos tanto unos como otros. En el plano político, se ayudan unos a otros. En la vida cotidiana, cuidan unos de otros. Así tomó forma un nuevo tipo de relación entre profesores y estudiantes.

Kin Tsing-kai (antiguo trabajador de la tipografía de Sinhoua, estudiante de la especialidad de ingeniería mecánica, sección de mecánica): «¿Cómo quieren aplicarnos a nosotros los viejos métodos de enseñanza? Los maestros formados en las antiguas universidades no consiguen escapar por completo de la influencia de las ideas y de los métodos antiguos y, por otra parte, están muy lejos de la práctica. Y esto se resiente en los resultados de su enseñanza. Para remediar esta situación, los estudiantes presentes, en el seno del grupo de la preparación de los cursos, sus propuestas sobre el contenido de la lección a enseñar y los métodos de explicación a usar, dispongan incluso a este respecto ejemplos concretos. En la clase, aquel que comprende un capítulo no duda en subir al estrado para ayudar al profesor a exponerlo. Los resultados han sido muy fructíferos. A veces sucede que el profesor no explica la lección o problemas que surgen de forma satisfactoria; entonces, juntos, le ayudamos a resolverlos.

La mayoría de los nuevos alumnos, especialmente los de la clase de perfeccionamiento de los trabajadores veteranos, sólo recibieron una instrucción rudimentaria después de la liberación, en las escuelas nocturnas. En sus estudios universitarios se encuentran con no pocos obstáculos. Pero nosotros no dejamos que un sólo camarada desista. Creamos grupos de ayuda mútua para alentarnos y fortalecer nuestra voluntad de estudiar para la revolución. El estudiante Tchang Chouang-hsing es un trabajador calificado. Después de la liberación, el Partido lo envió a estudiar a una escuela secundaria. Enseñó incluso álgebra durante cierto tiempo. Siempre está dispuesto a ayudar a los camaradas que no poseen una base lo suficientemente sólida. Actualmente algunos maestros están en el mismo piso que nosotros, otros vienen a menudo a nosotros para estar informados de nuestros estudios y de nuestras vidas y nos ayudan, eventualmente, a resolver nuestros problemas.

La revolución proletaria en la educación sólo ha comenzado. Estamos convencidos de que es necesario seguir con esta revolución a la luz del marxismo, del leninismo, del pensamiento Mao Tse-tung y remodelar el mundo subjetivo, al mismo tiempo que se remodela el mundo objetivo. Bajo la dirección de la clase obrera, tomamos la resolución de reformar la antigua Universidad de Tsinghoua, participar activa y conscientemente en la gestión de la escuela. Luchamos por la elaboración de un nuevo sistema de educación, y del proletariado y por el establecimiento de una universidad científica y técnica socialista. No sólo para nosotros, sino también para los millones de proletarios que, después de nosotros, ascendieron a la universidad«.

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