CAYETANO RODRIGUEZ DEL PRADO.- Fragmentos de Notas Autobiográficas.- Recuerdos de la Legión Olvidada (2008) No. 37

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MIS PLANTEAMIENTOS SINCEROS AL COMANDANTE FIDEL CASTRO DURANTE LA CONTINENTAL TRICONTINENTAL DE 1966
 Dedicado a MAXIMO LOPEZ MOLINA, quien junto a ANDRES RAMOS PEGUERO, trajo al MPD al territorio dominicano, en plena tiranía trujillista, materializando la consigna de “LUCHA INTERNA O TRUJILLO SIEMPRE”,  pagando su osadía con sangre y enormes sufrimientos en la cárcel de LA CUARENTA


 La Conferencia Tricontinental (enero de 1966) había servido también para tener una conversación importante con el líder de la Revolución cubana.  Ya Fidel había expresado su amarga queja hacia Máximo López Molina y, ahora, me correspondía a mí darle una difícil pero sincera respuesta al hombre que tenía frente a mí.
 “Fidel tú sabes que los hombres del MPD siempre hemos valorado mucho la solidaridad de la revolución cubana hacia los dominicanos y, especialmente en esta difícil coyuntura del 1965”, le dije.

 “Sin embargo, las declaraciones de Máximo no fueron ni son compartidas por ninguno de nuestros dirigentes ni militantes. Se trató de algo personal y unilateral, fruto de las emociones del momento, y no calculado ni dicho con deseos de hacer daño. Hace un buen tiempo que él se encuentra en Paris y las comunicaciones entre él y el Comité Central del MPD, no son continuas, sino esporádicas, y por tanto no conocía bien la situación que se estaba desarrollando en Santo Domingo con la invasión yanqui”, agregué.

  “En otras palabras, él se desesperó, pero lo hizo actuando de buena fe”, me atreví a decirle sin muchos rodeos.
 “Sí, pero desde hace tiempo he venido recibiendo noticias de algunos pronunciamientos de Máximo que no son muy favorables a nosotros…”, me contestó Fidel con expresión de tristeza en su rostro.
 Y sin darle mucho tiempo continué: “La vida y los pronunciamientos políticos de Máximo siempre estuvieron marcados por su salida del Partido Socialista Popular (PSP) cuando se encontraba exiliado aquí, en Cuba. Y sabidos los vínculos de ambos PSP, el dominicano y el cubano, tenemos que entender que algunos comentarios de Máximo no han sido dirigidos contra la revolución cubana ni contra ti, sino contra algunos miembros del viejo PSP. Máximo siempre se ha referido a ti con profundo cariño, respeto y agradecimiento. Siempre se ha sentido orgulloso de su participación en la lucha revolucionaria cubana”, agregué.

 Fidel asintió con un leve balanceo de su cabeza, pero siempre he conservado viva la impresión de que sus lastimaduras fueron profundas y bastante difíciles de cicatrizar.

 Con estas menciones sobre el PSP, que era pro soviético, rozaba yo un tema delicado en nuestras relaciones, pues mientras Cuba había venido manteniendo unas estrechas relaciones con la Unión Soviética de Nikita Krushev y su partido comunista, nosotros los del MPD, desde nuestra fundación en 1956 habíamos apoyado siempre y en forma abierta las posiciones ideológicas y políticas del Partido Comunista de China en la confrontación internacional ya que los chinos comprendían mejor las necesidades de los pueblos pobres del tercer mundo y actuaban siempre apegados a principios.

 Máximo, sin embargo, desconocía un hecho que se había producido durante la contienda del 1965. El gobierno de Cuba envió un emisario, en la figura de un periodista sudamericano, a conocer la situación existente en la resistencia dominicana contra la invasión yanqui. El me contacto durante el mes de junio de 1965 en el frente de guerra. Primeramente creí que se trataba realmente de un simple periodista extranjero, como muchos otros que se veían a diario en la zona constitucionalista, pero haciendo un aparte en la conversación el hombre se identificó como enviado cubano, dándome la seña correspondiente y acordada bastante tiempo atrás.
 El emisario me pregunto sobre qué necesidades teníamos y en cuales aspectos podrían ayudarnos. Le conteste que lo único que necesitábamos era que reforzaran la campana de denuncias en el plano internacional. Todo lo demás lo teníamos nosotros. No contactó a mas nadie en el MPD, pero tengo la sensación, nunca confirmada, de que también tuvo algún contacto con el “14 de Junio”.

 Aunque yo tenía la impresión de que las lastimaduras de Fidel por las declaraciones de Máximo eran profundas y bastante difíciles de cicatrizar, proseguimos conversando sobre planes futuros de cooperación política entre nuestras organizaciones. 

 Sin embargo el tema central, casi obsesivo, para Fidel era el de la unidad de las fuerzas revolucionarias dominicanas en aquellos momentos. Él no comprendía como era posible que todas las fuerzas políticas de la izquierda dominicana no se unieran en un solo propósito.

 Yo le expliqué que las relaciones entre el MPD y el “14 de Junio”, en general eran bastante buenas, aunque con el Partido Comunista Dominicano (PCD), que era el PSP con un nuevo nombre y nuevo liderazgo, no eran tan buenas, no por nuestra culpa, sino por diferencias muy viejas existentes entre nuestras organizaciones. Le aseguré que para la dirigencia del MPD en ese momento, no entraba en nuestros planes aumentar esas diferencias, sino tratar de encontrar vías de acción comunes en todo lo que fuera posible.

 La guerra de 1965 fue un ejemplo, le dije, de cooperación entre varias fuerzas políticas que se unificaron con un mismo objetivo: defender la libertad, la democracia y la independencia nacional.

 Hoy siguen resonando con fuerza en mis oídos estas palabras en momentos en que las nuevas generaciones de dominicanos van perdiendo de vista cada vez más estos tres objetivos. Y sobre todo no parecen darle importancia al concepto de independencia nacional, habida cuenta de que sin una verdadera independencia nacional, no podrá haber nunca verdadera libertad ni verdadera democracia.

 

CONTINUARÁ…

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