Kissinger dice que Washington y Pekín deberian preparar ya el nuevo mundo multipolar, de acuerdo con sus intereses económicos y geopoliticos.
En una reveladora entrevista con Die Zeit, el veterano político y antiguo jefe de la diplomacia estadounidense, Henry Kissinger, profetiza una nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China, advirtiendo sobre las consecuencias de un conflicto cada vez más palpable. Además, con respecto a la tensa situación en Ucrania, expresó su opinión, mostrando un viraje sorprendente.
POR HANSI QUENAU , DESDE ALEMANIA PARA CANARIAS SEMANAL
A solo dos meses de cumplir su centenario, el ilustre Henry Kissinger, antiguo jefe de la diplomacia estadounidense, y urdidor de sangrientos golpes de Estado y masacres en América Latina durante la década de los 70, concedió una entrevista al ![[Img #75311]](https://canarias-semanal.org/upload/images/05_2023/7217_hansi-2.jpg)
periódico alemán Die Zeit, en la que deslizó que una nueva «Guerra Fría» se estaba vislumbrando en el horizonte del planeta, y que en esta segunda ocasión los protagonistas ya estaban siendo Washington y Pekín, cuyos intereses se estaban confrontando en una segunda Guerra Fría, considerablemente más peligrosa que su predecesora.
Kissinger ha argumentado que las actuales grandes potencias mundiales, Estados Unidos y China, disponen recursos económicos plenamente comparables, a diferencia de lo que sucediera durante la primera Guerra Fría entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.
En el ámbito internacional, ambos gigantes se erigen como rivales irreconciliables, y esperar que China adopte una vía occidentalizada resulta una ilusión que conduce a la pérdida de tiempo.
«No concibo la idea de que el dominio mundial sea un concepto arraigado en la mentalidad china. Sin embargo, es plausible que China adquiera un poderío semejante. No nos resulta de interés alguno«
expresó Kissinger, enfatizando la necesidad imperante de que Washington y Pekín asuman responsabilidades mínimas para evitar una colisión catastrófica, acordando en función de los respectivos intereses económicos y geoestratégicos, lo que deberá ser el «nuevo mundo multipolar» capitalista que ya asoma por la esquina.
En la entrevista, el ex secretario de Estado estadounidense y ya casi centenario político republicano, expresó al Die Zeit que no se puede atribuir exclusivamente a Putin la culpa de la guerra en Ucrania, un conflicto que ha suscitado agitadas discusiones en el ámbito internacional.
«No considero que toda la culpa recaiga sobre Putin«, aseguró Kissinger, el hombre que diseñó, junto al presidente Richard Nixon, el derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular chilena.
El viejo tiburón, que de manera tan decisiva contribuyó a planificar a través de la «Operación Cóndor» la conversión de los Ejércitos latinoamericanos en ejecutores del terrorismo de Estado, recordó sus reservas acerca de la invitación que se le había formulado a Ucrania para se uniera a la OTAN en el año 2014. En aquel entonces, el ex secretario de Estado sostenía la opinión de que sería más conveniente que Ucrania mantuviera una postura neutral, similar a la de Finlandia. Hasta el día de hoy había mantenido la opinión de que combinar la admisión de todos los países del antiguo Bloque del Este en la OTAN con la invitación a Ucrania, fue un «error» que terminaría desencadenando una serie de eventos que culminarían en el actual conflicto bélico.
Sin embargo, ahora en el curso de la entrevista con el periódico alemán, Kissinger describió la guerra en Ucrania como una implacable agresión por parte de Rusia, respaldando el apoyo occidental a Ucrania.
«La guerra en sí y su conducción son extremadamente despiadadas. El ataque debe ser repelido y apoyo la resistencia tanto de los ucranianos como de Occidente», aseguró con firmeza el ex secretario.
Con ello, este dinosaurio ultraconservador, de negra memoria en la historia del imperialismo estadounidense, ha dado un repentino giro a su postura en relación con la membresía de Ucrania en la OTAN. Ahora, tras el desenlace de la guerra, dice, se muestra totalmente a favor de admitir a ese país en la Alianza Atlántica. Argumenta el ex político estadounidense que dado que ya no existen zonas neutrales entre la OTAN y Rusia, resulta más conveniente para Occidente aceptar a Ucrania en su seno.
En la entrevista con el periódico alemán se suscitó el tema de la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional contra el presidente ruso Vladimir Putin, un asunto que sobre el que exsecretario de Estado norteamericano no se ha mostrado con la misma crueldad con la que se ensañaba con sus enemigos en el pasado.
«¿Putin en la Corte? ¡Mejor evitarlo!», exclamó. En su opinión resulta «imposible, o mucho más difícil, limitar una guerra si el destino personal de un líder político se encuentra vinculado al resultado de dicho conflicto».
