ENTREVISTA: «EL IMPETUOSO CRECIMIENTO CHINO MUESTRA LA CAPACIDAD DEL CAPITALISMO PARA GENERAR NUEVOS CENTROS DE PODER»

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«Alemania en la «cuerda floja»: La danza peligrosa con el dragón chino podría colapsar su economía»

Alemania se encuentra en una encrucijada crítica, buscando frenéticamente liberarse de la dependencia económica de China. Este delicado baile entre dos gigantes del sistema capitalista, no solo redefine las reglas del juego económico mundial, sino que también pone en juego el futuro de millones de trabajadores. ¿Podrá Alemania desembarazarse sin precipitarse al abismo económico, o estará China preparando su próximo movimiento maestro para dominar el tablero global?

REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

      La relación económica entre Alemania y China siempre ha sido de una complejidad que algunos han calificado como «fascinante». Esta relación ha estado marcada en los últimos tiempos por una interdependencia que si bien ha servido para propulsar el motor industrial alemán, también lo ha atado a las fluctuaciones del gigante asiático.

    Este vínculo, definido por la máxima «ni contigo ni sin ti», se encuentra ahora en un punto de inflexión crítico. Las dinámicas globales cambiantes y las estrategias internas de ambas potencias,  sugieren que el futuro de esta relación se va a encontrar  llena de incertidumbres.

    La economía alemana ha demostrado ciertos niveles de estancamiento y debilidad durante el año 2024, afectada por varios factores que también repercuten en su relación comercial con China. Entre estos factores se encuentran los altos precios de la energía, los elevados tipos de interés necesarios para controlar la inflación, y una muy débil confianza de los consumidores. Estos elementos han impactado de manera significativa a las empresas manufactureras, incluidas las alemanas

    Por otra parte, Alemania, siendo una de las mayores economías de Europa, enfrenta desafíos adicionales como la baja demanda externa y lastres regulatorios, que afectan la inversión y podrían incidir en su dependencia económica con socios como China.

     En el complejo tablero de la economía global, la relación entre Alemania y China se ha transformado en un claro reflejo de las dinámicas de poder y dependencia que caracterizan al capitalismo contemporáneo. Mientras Alemania busca redefinir su posición, las estrategias de China plantean interrogantes cruciales sobre el futuro de la economía mundial y el papel que jugarán las potencias tradicionales.

    Con el objetivo que nos despeje algunas de estas interrogantes, hemos recurrido a Martín Álvarez, un asiduo colaborador de Canarias Semanal, para que desde una perspectiva económica marxista nos apunte algunas ideas y opiniones acerca de cuáles podrían ser las implicaciones resultantes de la relación comercial entre ambos países.


       CS: Dada la intrincada relación entre Alemania y China, ¿cómo interpretas la reciente estrategia de Alemania de reducir su dependencia económica de China a través de la diversificación y el «de-risking» (1).

    Martín Álvarez: La estrategia alemana es una respuesta clásica dentro del marco del capitalismo global, donde las naciones buscan asegurar su dominio económico manteniendo la flexibilidad en sus cadenas de suministro. Sin embargo, desde una perspectiva marxista, esta maniobra revela la vulnerabilidad intrínseca de un sistema que prioriza la acumulación de capital sobre la sostenibilidad y la equidad.

     El intento de Alemania por diversificar sus riesgos no soluciona el problema fundamental: la dependencia de un sistema global que perpetúa las desigualdades y la explotación laboral.


     CS: ¿Cómo ve la posición de China en este contexto, especialmente considerando su creciente influencia en sectores tecnológicos avanzados?

     M.A.China está desafiando la hegemonía económica tradicional mediante su ascenso en la cadena de valor global. Esto no solo refleja un cambio en el equilibrio de poder económico, sino que también destaca el dinamismo del capitalismo en su capacidad para generar nuevos centros de poder.

    Desde una visión marxista, este fenómeno es un recordatorio de que la competencia y la innovación bajo el capitalismo pueden conducir a avances significativos, pero a menudo a expensas del bienestar de la clase trabajadora y de la estabilidad geopolítica.

    China está capitalizando su posición, pero debe hacerse con precaución para evitar replicar las mismas estructuras de explotación que critica.


     CS: En términos de las implicaciones para la clase trabajadora en ambos países, ¿qué perspectivas ofrece este cambio en las relaciones económicas?

     M.A.: Este cambio tiene profundas implicaciones para la clase trabajadora. En Alemania, la reducción de la dependencia de China podría significar una reconfiguración de su base industrial, afectando el empleo y las condiciones laborales.

      Por otro lado, el ascenso de China en la cadena de valor global representa una oportunidad para mejorar las condiciones de su fuerza laboral, aunque esto dependerá de cómo se gestionen estas transiciones. Es crucial que ambos países prioricen políticas que protejan a los trabajadores y promuevan la equidad, en lugar de seguir políticas neoliberales que favorecen el capital sobre la gente.


    CS: ¿Qué futuro prevé para la relación económica entre Alemania y China, y qué lecciones se pueden extraer de esta situación para el resto del mundo?

     M.A.: La relación entre Alemania y China continuará siendo un barómetro clave del orden económico mundial. A corto plazo, podríamos ver una reconfiguración de las alianzas económicas y una mayor competencia tecnológica.

    A largo plazo, el desafío es si estas potencias pueden trascender la lógica competitiva del capitalismo para abordar problemas globales como la desigualdad.

(1) El término «de-risking» se traduce al castellano como «reducción de riesgos» o «desriesgo». Se refiere al conjunto de estrategias y acciones que se toman para minimizar o eliminar los riesgos asociados a una inversión, proyecto, decisión empresarial o cualquier otra actividad que implique un cierto nivel de incertidumbre o peligro. Este concepto es ampliamente utilizado en el ámbito financiero, empresarial, en la gestión de proyectos, entre otros, con el objetivo de identificar, evaluar y mitigar los riesgos potenciales para asegurar los resultados deseados y proteger los activos.

https://canarias-semanal.org/art/36005/entrevista-el-impetuoso-crecimiento-chino-muestra-la-capacidad-del-capitalismo-para-generar-nuevos-centros-de-poder

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