TERCERA ETAPA, NÚMERO III
Transformación debe comenzar por enderezar lo torcido, preferible, cortar de raíz.
¿Cuantas escuelas, decanatos y departamentos se transformaron durante este último cuatrienio? ¡Cuatro años perdidos!. Las escuelas que conforman la Facultad Ciencias de la Educación (FCE), no sufrieron ni siquiera un remeneón. Los frutos podridos no cayeron. Los Planes de Estudios de la antigua Pedagogía, solo se les cambiaron nombres de las asignaturas con viejos contenidos del Siglo pasado. Solo fueron modificados las claves de las mismas, para despojar otras escuelas y facultades de sus asignaturas. En las otras facultades, ocurrió lo mismo. Discurso vacío, nada más y nada menos que en una academia.
Pensamos que los millones de pesos ahorrados en este periodo 2018-2022, se instalarían aires acondicionados para las aulas estudiantiles. Recordamos la economía en época de crisis del COVID-19, donde el Comedor Universitario estuvo cerrado por mas de dos años, combustibles, viajes al interior y exterior, expendios a funcionarios para moverse por el interior del país, con excepción de la campaña proselitista que el oficialismo rectoral actuó con demencia. Miles de millones de pesos, debieron invertirse en mejoramiento para el estudiante. Les invitamos a visitar los espacios donde albergan estudiantes y profesores en los cursos de verano. Un infierno caluroso, que ni el diablo soporta. En la FCE, solo modificaron el jardín y las aulas calurosas siguen igual. Cada vez que oigo hablar de gerencia, el resultado es el mismo. ¡Un desastre!
La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) debe apelar a la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas, para revisar y reemplazar algunos suplidores que si son develados apuntarían al grueso de politiqueros, ríferos, prestamistas, etc, que están enquistados en esta Alma Mater y son favorecidos por la cúpula asentada en el séptimo piso de la Torre Administrativa, durante años pasados. Por lo menos, revisar los últimos diez años. Esperaremos sentado en primera fila.
Todos los funcionarios electos y designados deben hacer declaraciónes juradas de bienes y publicarla en el Portal: https://uasd.edu.do, porque nadie se hace multimillonario como empleado público de una institución educativa del Estado.
Revisar el otorgamiento de becas estudiantiles y adicionar a los deportistas que son el emblema de la UASD, como ocurría en los años setenta y dejar hacer el ridículo con centros de educación superior, que ni siquiera tienen instalaciones deportivas y, recibimos derrotas humillantes. Recomendamos designar mujeres en la Dirección de Bienestar Estudiantil y la Torre Estudialtil, entre otras, para detener los cuentos y cantos, escuchados en toda la Universidad y hasta en el séptimo piso de la Torre Administrativa. Los rectores anteriores negociaban con dirigentes y cuadros políticos, que decían son de izquierda, para recibir un biberón y tranquilizarlos.
Se necesita urgente la construcción de una aérea administrada por estudiantes, para solaz esparcimiento, para merendar y descansar, como lo tienen burócratas y profesores. El antiguo Comedor Universitario sería el mejor receptáculo para albergar los educandos y evitar que ingieran porquerías insanas de las que se expenden alrededores de la Universidad. Solo hay que observar, donde venden cualquier disparate para entretener las tripas, el que fríe, se rasca, cobra el dinero, habla echándole saliva, y sin guantes. La sanidad nacional, no supervisa la higiene de los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). El Economato es peor, vende fundidas papitas o platanitos, con exceso de sal y aceite y, la soda llena de azúcar que produce diabetes. ¿Eso es transformar la UASD? En otra época, la Federación de Estudiantes Dominicano hubiera provocado un huracán y llevarse lo antihigiénico de sus alrededores.
Los estudiantes, deben recibir libros electrónicos y físicos para elevar la cultura y la ciencia de su Alma Mater, así romper con el negocio del folletismo de los profesores. Durante la pandémia pude observar detenidamente estudiantes, enviados por profesores, para venderle folletos y libros a estudiantes de manera compulsiva. Según denuncias, de las que corren de boca en boca, una escuela de la Facultad de Humanidades, salió premiada con ventas superiores al millón de pesos anuales. Como siempre, los que se van, no quisieron investigar, para no perder votos profesorales.
Las autoridades que serán juramentadas el próximo 15 de junio, fueron denunciadas por aquella sociedad civil, en constante maridaje con la progresía hipócrita, al vociferar: ¡Fuera el oficialismo! Los señalados partidarios del gobierno, se hicieron los tontos, para no escribir los pendejos, en espera de que cayera el maná y negaron una riposta, para no afectar su candidato. Lo que se oculta es el costo de la campaña electoral del inquilino del sétimo piso de la Torre Administrativa, algo muy grave. ¿Cuanto cuesta un decano o decana? ¿Será cierto que un viejo caudillo aportó en la campaña 2018-2022, diez millones de pesos, lo que pidió, fueron algunas designaciones? Todas y todos, pitonisas del fracaso, han augurado un devenir lleno de neblinas oscuras. ¿Que ocurrió en este cuatrienio? Ni siquiera una evaluación de desempeño del proceso de aprendizaje durante la pandemia. Que mala suerte tienen los que aportan el dinero de sus impuestos.
Hubo dos candidatos Oficialistas, uno del gobierno y otro de la rectoría, con sus cuadros políticos y la sociedad civil. He visto todas los procesos de votaciones desde el tiranicidio hasta 2022 y nunca había visto tantas hipocresías de la progresía y sus aliados. En el gobierno de los veinte años los viejos caudillos populistas y demagogos, siempre patrocinaron y siguen inmiscuyéndose en las votaciones de la Universidad, para elegir autoridades y designados en la UASD. Nunca gritaron nada. ¡Que bueno que ahora denuncian las entrometidas narices del Palacio Nacional! ¡Ojalá el debate sea con propuestas sobre la cultura nacional y científica! Todo el mundo se pregunta ¿Cuanto ha costado una rectoría, un decanato o dirección de escuela? Eso será tema para otro artículo.
Hasta el día de hoy, la progresía de profesores, empleados y delegados estudiantiles, fueron silenciados al momento del escándalo de los 130 millones del préstamo de la Sun Land, tomado por el viejo y populista caudillo, que gobernaba la nación. Nadie del Consejo Universitario, quienes llegaron a reunir su pleno en el el restaurante del Lago Enriquillo, de la Avenida Anacaona, a escondidas, para no despertar sospechas. También, se escogió la Universidad para construir el Comedor Universitario y la Torre Administrativa con numerosos vicios de construcción y corrupción, que esperó un año para su funcionamiento. El edificio que alberga vehículos con estacionamiento que costaron novecientos mil pesos cada uno, que hasta se dice, fue privatizado. Se comenta de boca en boca, los condumios con un flamante hoy senador de la República, y antes jefe de la OISOE, de las que han pasado más de diez años y el silencio cómplice de los funcionarios y delegados estudiantiles y burócratas la UASD, los ha unificado.Es una vergüenza para los heroes que abonaron sangre, sudor y lágrimas a la Universidad. El rector de entonces y los que les sucedieron, solo les ha interesado el deslumbrón de las construcciones, para ellos eso es progreso..
Como decía el viejo emepedeista, antes citado: los culpables de esos desaguisados, los tiene la izquierda, que solo les interesa los puestos burocráticos para sus dirigentes. Mientras tanto, en la UASD, se ignora la Cultura y la Ciencia que debe servir a toda la sociedad. Recuerden que la subvención de la UASD, proviene del dinero público que sale de las costillas del pueblo dominicano.
Por Mayobanex Mueses, Profesor de la UASD
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