El tema fue analizado en el informe de la Unesco “COVID-19 y educación superior: de los efectos inmediatos al día después”, que incluyó una colaboración de Ligia Amada Melo
SANTO DOMINGO.
El cierre de las universidades, como medida para contener la pandemia de COVID-19, ha obligado a estas instituciones a la búsqueda de soluciones de educación a distancia que le permitan dar continuidad a sus programas formativos.
En el camino, las Instituciones de Educación Superior (IES) han encontrado múltiples obstáculos, desde la dificultad en el acceso a internet para una porción de los estudiantes, la falta de capacitación del profesorado en competencias tecnológicas y un curriculum y método de evaluación que no estaba diseñado para su implementación de forma virtual.
“Para la educación a distancia la planificación no es igual a una educación presencial. En la educación presencial predomina la explicación del profesor y la participación de los estudiantes, en este caso (educación virtual), las asignaturas tienen que estar diseñadas de manera diferente”.
La explicación es de la ex ministra de Educación Superior Ligia Amada Melo, quien contribuyó a la elaboración del informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) “COVID-19 y educación superior: de los efectos inmediatos al día después”, publicado recientemente por ese organismo internacional.
La catedrática sostiene que no solo las asignaturas deben de ser rediseñadas para adaptarse al modelo virtual, sino también las estrategias metodológicas a utilizar, así como los métodos de evaluación.
“Debe ser diferente la forma de evaluación. No es lo mismo, por ejemplo, en el aula el profesor va observando en el estudiante el interés que pone, la participación que hace, y eso forma parte de la evaluación…en una educación a distancia tú no tienes la oportunidad de estar mirando la cara de los estudiantes y ver la reacción de ellos”.
Por esta realidad, Amada Melo considera que el docente precisa entonces de otro tipo de técnicas para poder evaluar, convirtiéndose este en un factor importante a tomar en cuenta para el rediseño curricular.
De igual forma, la parte práctica que forma parte de algunas asignaturas encuentra alternativas en distintos tipos de softwares, simuladores y otros recursos tecnológicos, que permiten realizar la práctica a distancia.
A juicio de la maestra Ligia Amada Melo las prácticas que requieran necesariamente de presencialidad se pueden impartir de manera más esporádica, tomando en cuenta el contexto de la actual pandemia.
Capacitación docente
Las consideraciones de la maestra Ligia Amada Melo, incluidas en el informe de la Unesco, incluyen un llamado de atención a la necesidad de la formación de los docentes en competencias tecnológicas, para poder impartir las clases virtuales con eficiencia.
“Insistí mucho en la necesidad de capacitar a los profesores en el uso de la tecnología, en el conocimiento de las fuentes de información. Hay muchos profesores que no conocen la cantidad de prestadoras de informaciones que tenemos, y que por eso no las usan”, indicó quien se definió como una enamorada de la educación con el uso de la tecnología, “pero bien empleada”.
El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) fue realizado por el equipo técnico del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc), con la colaboración de varios expertos en materia de educación de distintos países de América Latina.
De cara a la planificación para la reapertura de las Instituciones de Educación Superior (IES) en América Latina y el Caribe, el organismo recomienda a los gobiernos contar con la educación superior en los planes de estímulo para la recuperación económica y social.
De igual forma, consideran que los gobiernos deben forjar un consenso nacional para una estrategia de fomento de la recuperación y de la innovación de la educación superior, así como dotarse de un entorno normativo claro en la reapertura de las aulas que genere seguridad; y comprometerse con la cooperación internacional.
Según el documento, las IES, de su lado, deberían anticiparse a una suspensión de larga duración, centrando los esfuerzos en asegurar la continuidad formativa y garantizar la equidad, generando mecanismos de gobierno, monitoreo y apoyo eficientes.
Recomienda además diseñar medidas pedagógicas para evaluar formativamente y generar mecanismos de apoyo al aprendizaje de los estudiantes en desventaja, así como documentar los cambios pedagógicos introducidos y sus impactos.
El equipo de expertos que elaboraron el informe consideran además que las IES deben aprender de los errores y escalar la digitalización, la hibridación y el aprendizaje ubicuo; además de promover la reflexión interna sobre la renovación del modelo de enseñanza y aprendizaje.
Ligia Amada Melo realizó este aporte al informe de la Unesco en calidad de miembro del Consejo de Gobierno del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Unesco Iesalc). Agregó que todos los docentes de América Latina deben ser formados en el diseño y la práctica de la educación a distancia, pues es un modelo que se va a imponer, sin embargo, dijo favorecer el modelo semipresencial para la educación superior. “Una vez desaparezca la pandemia a mí me gusta la educación semipresencial, una parte virtual y una parte presencial, porque la parte presencial tiene un beneficio, que es la interacción de los estudiantes, se conocen entre sí, el profesor interactúa con ellos, es más fácil desarrollar valores”.