Comenio expresa de manera magistral la posición materialista del espíritu de síntesis. Este es un punto histórico de trascendente importancia.
Es interesante saber aquí que Comenius vivió al mismo tiempo que René Descartes, y que lo conoció. Las pocas horas de discusión no condujeron a nada, y por una buena razón. Descartes considera que hay que partir del individuo y estudiar el mundo pieza a pieza, partiendo del elemento más simple.
Comenio, en cambio, hace lo que hizo Baruch Spinoza: parte del todo. Está de acuerdo en ir de lo simple a lo complejo, excepto que reconoce la naturaleza de «todo» a lo que es complejo; Dice así:
«Un todo es anterior a sus partes, porque es mayor que cada una de sus partes, penetra antes en nuestros sentidos y atrae la mirada. Lo que es voluminoso se puede ver desde lejos; Sólo acercándose a ellas y examinándolas una tras otra se ven las pequeñas cosas.
El todo es uno, mientras que las partes son numerosas; La unidad es mejor y más fácil de concebir que la pluralidad. »
«Guíalo [Comenio se dirige al maestro] por grados, de lo general a lo particular, de lo total a lo parcial, de lo simple a lo complejo, hasta que adquiera el conocimiento más especial, el más detallado, el más articulado».
He aquí un ejemplo dado por Comenio, que muestra que no hay que perder de vista la unidad a la hora de analizar lo que debemos considerar, siendo materialistas, como aspectos del todo:
«¡Mira a un anatomista y a un carnicero! Ambos descuartizan cuerpos de animales, ¡pero con qué diferencia!
El anatomista corta los nervios y tendones de las extremidades y articulaciones, cuidando de no separar lo que se va a unir, y separando los elementos que no están relacionados entre sí; El carnicero corta las extremidades de un cuerpo como mejor le parezca, cortando las venas y haciendo pedazos a su antojo.
La diferencia entre ambos se referirá también al conocimiento de las cosas mismas; Esto será muy diferente en los dos casos. Mientras que un anatomista que corta un cuerpo una o dos veces conocerá inmediatamente su estructura, un carnicero nunca podrá, aunque corte un cuerpo mil veces, penetrar en los secretos de la naturaleza en sus obras magistrales.
La misma diferencia existe entre los que analizan las cosas dejándose guiar por la naturaleza de estas mismas cosas, y los que lo hacen ciegamente. Los primeros iluminan su razón y su entendimiento, analizan las cosas finamente en el espejo de su inteligencia; otros manejan con crudeza, violentando la inteligencia introduciendo la oscuridad y el error (…).
La síntesis es la recomposición de un cuerpo, de un todo, con sus elementos separados. Por lo tanto, contribuye mucho al perfecto conocimiento de las cosas, en cuanto es verdadero.
Observar los elementos y partes en sí mismos no es provechoso, porque es difícil entender cuál es el significado; Pero una vez coordinados e integrados en un orden superior, estos elementos demuestran inmediatamente su utilidad, y pueden ser utilizados inmediatamente, como hemos visto en relación con el reloj desmontado y dado cuerda.
El método sincrético consiste en comparar las partes con otras partes, y el todo con otro todo.
Arroja mucha luz sobre el conocimiento de las cosas y lo multiplica infinitamente.
Comprendre les choses isolément (comme on le voit couramment) a quelque chose de fragmentaire ; mais comprendre l’harmonie des choses, leurs rapports et interdépendances – voilà ce qui répand dans l’esprit une lumière vive dont tout est éclairé. »
Il y a là un point extrêmement important sur le plan historique ; il est impossible de ne pas voir ici posées des bases relevant de la dialectique. Et Comenius formule cela en se focalisant sur la matière.
Selon Comenius, les éléments auxquels il faut accorder son attention quand on enseigne sont les sens (qui doivent être « stimulés et aiguisés » afin d’apprendre à « observer les objets »), l’intelligence (qui doit « pénétrer de plus en plus jusqu’au fond des choses »), la mémoire (pour se souvenir), la langue (pour s’exprimer), la main (pour exécuter les actions), la volonté (pour être encouragé à bien agir), le coeur (pour avoir en affection les choses bonnes).
C’est toujours l’activité pratique qui compte – d’où le principe du jeu comme forme de l’esprit saisissant la réalité. Le jeu, c’est le miroir, l’activité pratique, la transformation, l’esprit de synthèse.
VIVE LE MAOÏSME!
LA CULTURE ET LA RUPTURE