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Nuevos resultados podrían, en última instancia, ayudar a desarrollar intervenciones que fomenten el pensamiento creativo o ayuden a personas que padecen enfermedades mentales que interrumpen estas regiones del cerebro.
¿Alguna vez te ha ocurrido que de repente encuentras la solución a un problema difícil cuando estás pensando en algo completamente diferente? El pensamiento creativo es un rasgo distintivo de la humanidad, pero es una habilidad efímera, casi paradójica, que surge de manera inesperada cuando no se busca.
Y la fuente neurológica de la creatividad —lo que ocurre en nuestros cerebros cuando pensamos de manera original— es igualmente elusiva.
Pero ahora, un equipo de investigación liderado por un investigador de la Universidad de Utah Health y el Baylor College of Medicine ha utilizado un método preciso de imagenología cerebral para desvelar cómo diferentes partes del cerebro trabajan juntas para producir el pensamiento creativo.
Sus hallazgos se publicaron en la revista Brain el pasado 18 de junio.
Los nuevos resultados podrían, en última instancia, ayudar a desarrollar intervenciones que fomenten el pensamiento creativo o ayuden a personas que padecen enfermedades mentales que interrumpen estas regiones del cerebro.
Los procesos cognitivos más altos, como la creatividad, son especialmente difíciles de estudiar. «A diferencia de la función motora o la visión, no dependen de una ubicación específica en el cerebro», dice Ben Shofty, MD, PhD, profesor asistente de neurocirugía en la Spencer Fox Eccles School of Medicine y autor principal del artículo. «No hay una corteza de la creatividad».
Pero hay evidencia de que la creatividad es una función cerebral distinta. Las lesiones cerebrales localizadas causadas por un accidente cerebrovascular pueden provocar cambios en la capacidad creativa, tanto positivos como negativos. Ese descubrimiento sugiere que es posible acotar la base neurológica de la creatividad.
Shofty sospechaba que el pensamiento creativo podría depender en gran medida de partes del cerebro que también se activan durante la meditación, la ensoñación y otros tipos de pensamiento enfocados internamente. Esta red de células cerebrales es la red de modo predeterminado (DMN, por sus siglas en inglés), así llamada porque se asocia con los patrones de pensamiento «predeterminados» que ocurren en ausencia de tareas mentales específicas. «A diferencia de la mayoría de las funciones que tenemos en el cerebro, no está orientada a un objetivo», dice Shofty. «Es una red que, básicamente, opera todo el tiempo y mantiene nuestro flujo de conciencia espontáneo».
La DMN se extiende a través de muchas regiones cerebrales dispersas, lo que dificulta rastrear su actividad en tiempo real. Los investigadores tuvieron que utilizar un método avanzado de imagenología de actividad cerebral para entender qué estaba haciendo la red en cada momento durante el pensamiento creativo. En una estrategia más comúnmente utilizada para localizar la ubicación de convulsiones en pacientes con epilepsia severa, se implantan pequeños electrodos en el cerebro para rastrear con precisión la actividad eléctrica de múltiples regiones cerebrales.
Los participantes en el estudio ya estaban sometidos a este tipo de monitoreo de convulsiones, lo que significaba que el equipo de investigación también podía utilizar los electrodos para medir la actividad cerebral durante el pensamiento creativo. Esto proporcionó una imagen mucho más detallada de la base neural de la creatividad de lo que los investigadores habían podido capturar antes. «Podíamos ver lo que estaba sucediendo en los primeros milisegundos al intentar realizar un pensamiento creativo», dice Shofty.
Dos pasos hacia la originalidad
Los investigadores observaron que durante una tarea de pensamiento creativo en la que se pedía a los participantes que enumeraran usos novedosos para un objeto cotidiano, como una silla o una taza, la DMN se activó primero. Luego, su actividad se sincronizó con otras regiones del cerebro, incluidas las involucradas en la resolución de problemas complejos y la toma de decisiones. Shofty cree que esto significa que las ideas creativas se originan en la DMN antes de ser evaluadas por otras regiones.
Además, los investigadores pudieron demostrar que partes de la red son necesarias específicamente para el pensamiento creativo. Cuando los investigadores utilizaron los electrodos para reducir temporalmente la actividad de regiones particulares de la DMN, las personas generaron usos para los objetos que vieron que eran menos creativos. Otras funciones cerebrales, como la divagación mental, permanecieron perfectamente normales.
Eleonora Bartoli, PhD, profesora asistente de neurocirugía en Baylor College of Medicine y coautora principal del artículo, explica que este resultado muestra que la creatividad no solo se asocia con la red, sino que depende fundamentalmente de ella. «Hemos ido más allá de la evidencia correlacional al utilizar la estimulación cerebral directa», dice. «Nuestros hallazgos destacan el papel causal de la DMN en el pensamiento creativo».
La actividad de la red cambia en varios trastornos, como la depresión ruminativa, en la que la DMN es más activa de lo normal, posiblemente relacionada con una mayor preocupación por pensamientos negativos dirigidos internamente. Shofty dice que una mejor comprensión de cómo opera la red normalmente podría llevar a mejores tratamientos para personas con tales condiciones.
Al caracterizar las regiones cerebrales involucradas en el pensamiento creativo, Shofty espera, en última instancia, inspirar intervenciones que puedan ayudar a estimular la creatividad. «Eventualmente, el objetivo sería entender qué sucede con la red de tal manera que podamos potencialmente orientarla hacia un funcionamiento más creativo».
Fuente y enlace a la investigaciòn:
Eleonora Bartoli, Ethan Devara, Huy Q Dang, Rikki Rabinovich, Raissa K Mathura, Adrish Anand, Bailey R Pascuzzi, Joshua Adkinson, Yoed N Kenett, Kelly R Bijanki, Sameer A Sheth, Ben Shofty. Dinámica electrofisiológica de red de modo predeterminado y papel causal en el pensamiento creativo. Brain, 2024; DOI: 10.1093/brain/awae199
https://www.bloghemia.com/2024/10/origenes-de-la-creatividad-en-el-cerebro.html
