EDUCACIÓN.- ¿Investigadoras o colonizadoras?

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Por Mimar Ramis y Ramón Flecha

Tal como avisamos en artículos precedentes que iba a pasar, ya está creciendo actualmente un tsunami de personas “investigadoras” y “evaluadoras” que vienen a las escuelas que mejores resultados están consiguiendo a apropiarse de los datos cuantitativos y cualitativos para sus propios objetivos, que son diferentes y contrarios al derecho a la educación de niñas y niños.

En esas escuelas hay profesorado, profesionales, familiares, voluntariado, alumnado… que llevan años trabajando intensamente para conseguir esas mejoras. Quienes vienen en ese plan no han creado las actuaciones de éxito que las logran, ni han colaborado en su puesta en práctica. Vienen a expropiar los datos haciendo perder tiempo a quienes sí lo están consiguiendo día a día y atribuyen las mejoras no a las actuaciones de éxito que las hacen posibles, sino a las categorías de las escalas validadas o instrumentos de evaluación que no han tenido nada que ver en esas mejoras que se han logrado precisamente rechazándolas. Esas personas no son investigadoras ni evaluadoras, son colonizadoras. Vienen a apoderarse del fruto del trabajo de otras personas, a presentarlo en investigaciones y publicaciones como propio e incluso a proponer rectificaciones en la actuación de quienes sí están logrando el derecho humano a la educación de la infancia y la adolescencia.

Uno de los trucos es intentar acomplejar a miembros de la comunidad científica con un pretendido nivel científico que no tienen. Uno de los requisitos actuales de la ciencia es el impacto social. Las escalas validadas e instrumentos que traen no han mejorado nunca los resultados en ninguna escuela y sí han empeorado los de muchas. Si esos instrumentos o escalas se han publicado en revistas científicas importantes querrá decir que son evidencias científicas, pero no evidencias científicas de impacto social. En los hospitales solo se aplican aquellas evidencias científicas que ya han demostrado su impacto social en la mejora de la salud, no cuando todavía no han llegado a ese nivel de desarrollo. En las escuelas solo hay que aplicar las evidencias científicas cuando ya han demostrado su impacto social, no antes.

Otro de los requisitos de la ciencia actual es la cocreación. Esas personas no cocrean sus instrumentos con las escuelas. Lo que hacen es presionar a las comunidades educativas para que acepten ese uso de sus datos para sus mal llamadas investigaciones y evaluaciones. Esas personas no son científicas ni tampoco demócratas, son colonizadoras al más viejo estilo de la triste historia de colonizaciones que ha habido en el mundo, a costa especialmente de quienes son más vulnerables.

[Imagen: Freepik]

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Mimar Ramis

Profesora de la Universidad de Barcelona

Ramón Flecha

Catedrático Emérito de la Universidad de Barcelona. Investigador número 1 del ranking científico internacional Google Scholar en las categorías de «gender violence» y «social impact» (violencia de género e impacto social, respectivamente). Director de REVERS-ED.

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