El empoderamiento digital de la comunidad gitana durante la COVID-19 en España

La pandemia de COVID-19 tuvo un gran impacto en toda la sociedad, pero especialmente en los grupos más vulnerables, como la comunidad gitana. Durante la pandemia, el cierre de centros educativos y la generalización del uso de servicios digitales agudizaron los problemas de exclusión digital que ya sufría esta comunidad, incrementando las dificultades para acceder a la salud, la educación y los servicios sociales.
La investigación ROM21, financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, analizó, con la participación de 118 miembros y profesionales de la comunidad gitana, las estrategias y acciones para el empoderamiento digital de la comunidad. La investigación empleó una metodología comunicativa a través de 31 relatos de vida, 9 grupos focales, 35 entrevistas y una observación participante, en colaboración con la comunidad.
Los resultados del estudio fueron publicados en una prestigiosa revista de la editorial Nature. Mostraron que, durante la pandemia, miembros y profesionales de la comunidad gitana trabajaron conjuntamente para desarrollar estrategias que superaran la exclusión digital. Estas estrategias incluyeron, entre otras, formación sobre el uso de la tecnología, distribución de recursos digitales y fomento de la solidaridad dentro de la comunidad.
El artículo destaca la necesidad de completar el análisis de la exclusión digital, identificando prácticas transformadoras que sirvan como base para futuras políticas y acciones. Para ello, es esencial tener en cuenta las dinámicas minoritarias que surgen dentro de la comunidad gitana, como el liderazgo de las mujeres gitanas. Entre las principales acciones, se subrayan tres:
- Solidaridad y ayuda mutua: muchos miembros de la comunidad gitana se ayudaron entre sí a aprender a usar las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), especialmente para realizar reuniones en línea o gestionar procesos de acceso a los servicios sociales. Esta solidaridad reforzó la conectividad y brindó apoyo emocional frente al aislamiento.
- El papel de las comunidades religiosas: las comunidades religiosas desempeñaron un papel importante en el impulso del uso de las TIC, especialmente entre personas de distintas edades y perfiles. A través de ellas, la gente obtuvo conocimientos útiles y compartió información científica más fiable, evitando la desinformación.
- Diálogos igualitarios con profesionales: las personas gitanas participantes colaboraron con profesionales de la educación, los servicios sociales y entidades sociales. Estos diálogos en igualdad permitieron detectar rápidamente necesidades y crear respuestas compartidas, superando prejuicios y valorando las contribuciones de la comunidad.
[Este artículo fue publicado por primera vez en Kaiera el 22 de mayo de 2025]
[Imagen: Freepik]
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Ane López
Cofundadora y coordinadora de MeToo Schools