Frente a este marco contextual, donde el conocimiento científico mantiene la hegemonía sobre otros tipos de conocimientos, el autor construye una teoría alternativa, las epistemologías del sur:
Entiendo por epistemologías del sur a la búsqueda de conocimientos y criterios de validez del conocimiento que otorguen visibilidad y credibilidad a las prácticas cognitivas de las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido históricamente victimizados, explotados y oprimidos, por el colonialismo y el capitalismo. (Santos, 2009, p. 12)
Parte de sus investigaciones se han centrado en la cuestión pedagógica, vinculándola a la descolonización epistemológica y a la superación del epistemicidio. Desde esta perspectiva, Santos reconoce que llevar a cabo una transformación profunda en el sistema educativo implicaría la reconstrucción del proyecto de nación, en la cual participarían de manera protagónica el Estado, la sociedad civil organizada, los empresarios y los miembros que conforman el sistema educativo.
Santos (2019) señala que la actual teoría de la historia ha contribuido a trivializar el sufrimiento humano. Esta trivialización se traduce en la muerte del inconformismo y de la rebeldía. Mediante esta lógica, el objetivo principal del proyecto educativo emancipatorio consiste en recuperar la capacidad de asombro y de indignación, y orientarla hacia la conformación de subjetividades inconformistas y rebeldes.
Por ello, elabora una teoría pedagógica llamada “Pedagogía del conflicto” en la que realiza un diagnóstico histórico de la educación y, a su vez, propone nuevos horizontes que permitan superar la visión educativa de la modernidad.
Para Santos (2019), la pedagogía del conflicto consiste en tres grandes conflictos de corte epistemológico: conflicto entre la aplicación técnica y la aplicación edificante de la ciencia, conflicto entre el conocimiento como regulación y conocimiento como emancipación y, por último, el conflicto entre el imperialismo cultural y el multiculturalismo.
El primer conflicto consiste en la aplicación del conocimiento. Los sistemas educativos de la modernidad occidental fueron moldeados por un tipo único de conocimiento, el conocimiento científico, y por un tipo único de aplicación, la aplicación técnica. Esta no se sostiene en términos de una aportación o beneficio social en su labor teórica-práctica, por el contrario, constatamos que su aplicación frente a la problemática social no ha traído soluciones viables. Santos propone el modelo de aplicación edificante de la ciencia, que tiene como propósito rehumanizar el modelo de la aplicación técnica de la ciencia, haciéndolo más responsable, en el sentido más amplio de la palabra. Por ello, confronta directamente la labor del científico, animándolo a tomar postura por los más débiles, y apuesta por una aplicación que considere como eje fundamental a la ética.
En el segundo conflicto, es importante mencionar que el paradigma de la modernidad permite dos maneras principales de conocimientos: el conocimiento-como-regulación y el conocimiento-como-emancipación. En el último siglo, el conocimiento-como-regulación impuso su supremacía. Por ello, la propuesta de Santos tiene como objetivo poner mayor énfasis en el conocimiento-como-emancipación, lo cual implicaría que la solidaridad se transforme en la forma hegemónica del saber.
El tercer conflicto se refiere al imperialismo cultural y multiculturalismo. Los sistemas educativos actuales están sostenidos por pilares de la cultura europea, por lo tanto, el espacio para las culturas como la asiática, la africana, la americana, etc., es marginal. En este sentido, el autor afirma que la hegemonía del pensamiento eurocéntrico, actualmente, es interpelada por otro tipo de conocimientos; locales, ancestrales y populares. El cuestionamiento epistemológico no se puede entender en términos aislados, viene acompañado de una emergencia social, conflictos políticos que indican la necesaria transición paradigmática.
La pedagogía propuesta por Santos apela a la solidaridad y a la rebeldía. A la solidaridad de las comunidades escolares en torno a la construcción de proyectos educativos emancipatorios. A la rebeldía de maestros y alumnos que comprenden que la pedagogía no se reduce al conocimiento científico, sino al pluralismo epistémico.
Su propuesta nos incita a convertir las aulas en espacios de participación, de preguntas, de discusión, de reflexión y, también, de acción. Es este sentido, Santos (2019) define que la escuela puede ser el espacio para reproducir la línea abismal, es decir, puede contribuir a crear sujetos colonialistas, capitalistas y a favor del patriarcado, o puede ser el espacio que tenga la capacidad de prefigurar una sociedad libre de formas de dominación y, con ello, crear subjetividades anticoloniales, anticapitalistas y antipatriarcales.
Contornos de la alternativa pedagógica desde el sur
En cada una de estas propuestas, se expresa el pulso histórico y político de las sociedades originarias de Freire, Fanon y de Boaventura de Sousa Santos. Existe una preocupación común por la transformación pedagógica y, por su puesto, por la transformación social. En este apartado, nos concentramos en las diferencias y coincidencias, en los límites y desafíos que enmarcaron las propuestas pedagógicas de estos tres intelectuales.
En cuanto a las diferencias, nos referiremos, en primer lugar, al contexto geográfico. Freire elaboró su teoría pedagógica desde contextos de represión, dictadura militar, y estuvo dirigida principalmente a los pobres y campesinos; al oprimido. Fanon elaboró sus aportes pedagógicos desde su condición de colonizado, por ende, su trabajo estuvo dirigido a los negros, a los colonizados. Santos construyó su teoría pedagógica desde un contexto contrarrevolucionario a nivel global. Su esfuerzo está orientado a los pobres, campesinos, negros, indígenas, al movimiento de mujeres y al movimiento LGBTI. A los que luchan en contra de las minas a cielo abierto, a los que se oponen a las hidroeléctricas o al fracking, a los que se organizan para dar la batalla jurídica a Monsanto. Santos comprendió que, si la amenaza es global, la respuesta de los pueblos lo debe de ser también.
Estas diferencias definieron la ruta pedagógica que cada uno siguió para fortalecer la lucha contrahegemónica. Freire se propuso educar a partir de la realidad social de las comunidades, lo que, a la postre, llevaría al alumno a tomar un posicionamiento político. Fanon se esforzó por que los negros tomaran conciencia de su condición oprimida, su método pedagógico tiene como finalidad hacer una conexión entre lo objetivo y subjetivo, entre los complejos de inferioridad instalados por el colonizador y las estructuras institucionales racistas. Por su parte, la pedagogía de Santos intentó ir más allá de los postulados impuestos por la modernidad. Esto implicó dar cuenta de las estructuras opresoras del colonialismo, capitalismo y patriarcado y, a su vez, participar codo a codo con los maestros y estudiantes en la construcción de una educación para otros mundos posibles.
Como parte de las coincidencias, la pedagogía del oprimido, la sociogenia y la pedagogía del conflicto parten de los mismos sujetos de estudio; el oprimido, el colonizado y el explotado. Bajo este argumento, se puede afirmar que las prácticas pedagógicas aquí manifiestas provienen del sur. Estas prácticas surgieron en la periferia, en los campos, entre las montañas. Su emergencia va más allá del aula de clases. Nacieron con los movimientos sociales y en la resistencia política. Por lo tanto, el enemigo es común. Para Freire, es el capitalismo; para Fanon, es el colonialismo y el capitalismo; para Santos, es el colonialismo, capitalismo y el patriarcado.
En cuanto a los límites de estas propuestas, se identifican los siguientes. La preocupación central de Freire es la educación. La investigación y la creación de conocimiento no son su prioridad. En este sentido, Fanon no elabora una teoría pedagógica como tal. De la lucha anticolonialista que durante su juventud impulsó en Martinica, se recuperaron los elementos estratégicos para construir una metodología que contribuyera a la generación de una nueva pedagogía. Por su parte, la pedagogía de Santos intenta ser una propuesta general, que pone en cuestionamiento las coordenadas generales de la explotación, y que tiene que adaptarse en lo particular. Es interesante el posicionamiento que Santos realiza respecto a la crisis ecológica. El intelectual reconoce que el calentamiento global pone en riesgo el destino de la humanidad.
En relación con la ciencia moderna, en la pedagogía de Freire, no existe un cuestionamiento. Prevalece la idea de que la ciencia es neutra y sin sesgos que obstaculicen la formación de los alumnos. Por su parte, Fanon considera importante ir más allá del pensamiento europeo, que es incapaz de pensar y sentir la realidad que viven los colonizados. Por último, Santos no cree en la ciencia moderna, por ello, la cuestiona y la desafía. Argumenta que la ciencia moderna no es el único conocimiento válido, que existen otros conocimientos, como el indígena o el campesino, que son necesarios más allá de la realidad de las ciudades metropolitanas.
Por otra parte, Freire y Fanon identifican únicamente como estructuras de poder al colonialismo y capitalismo, por lo tanto, su teoría pedagógica no contempla al movimiento feminista y al LGBTI. En cambio, la pedagogía de Santos, al elaborarse en un contexto global que contempla al colonialismo, capitalismo y patriarcado, sí los integra.
último siglo, el conocimiento-como-regulación impuso su supremacía. Por ello, la propuesta de Santos tiene como objetivo poner mayor énfasis en el conocimiento-como-emancipación, lo cual implicaría que la solidaridad se transforme en la forma hegemónica del saber.
El tercer conflicto se refiere al imperialismo cultural y multiculturalismo. Los sistemas educativos actuales están sostenidos por pilares de la cultura europea, por lo tanto, el espacio para las culturas como la asiática, la africana, la americana, etc., es marginal. En este sentido, el autor afirma que la hegemonía del pensamiento eurocéntrico, actualmente, es interpelada por otro tipo de conocimientos; locales, ancestrales y populares. El cuestionamiento epistemológico no se puede entender en términos aislados, viene acompañado de una emergencia social, conflictos políticos que indican la necesaria transición paradigmática.
La pedagogía propuesta por Santos apela a la solidaridad y a la rebeldía. A la solidaridad de las comunidades escolares en torno a la construcción de proyectos educativos emancipatorios. A la rebeldía de maestros y alumnos que comprenden que la pedagogía no se reduce al conocimiento científico, sino al pluralismo epistémico.
Su propuesta nos incita a convertir las aulas en espacios de participación, de preguntas, de discusión, de reflexión y, también, de acción. Es este sentido, Santos (2019) define que la escuela puede ser el espacio para reproducir la línea abismal, es decir, puede contribuir a crear sujetos colonialistas, capitalistas y a favor del patriarcado, o puede ser el espacio que tenga la capacidad de prefigurar una sociedad libre de formas de dominación y, con ello, crear subjetividades anticoloniales, anticapitalistas y antipatriarcales.
Para tener más claro el panorama pedagógico antes expuesto, la Tabla 1 da cuenta de las características más sobresalientes:
Tabla 1
Enclave pedagógico de los tres intelectuales
Fuente: Elaboración propia.
CONTINUARÁ…