Resumen: Un nuevo estudio revela que los niños pequeños aprenden letras y estructuras de palabras con mayor eficacia escribiendo a mano que escribiendo a máquina. Investigadores enseñaron a niños de 5 a 6 años letras desconocidas y pseudopalabras mediante escritura manual o teclados.
Quienes practicaron a mano obtuvieron resultados significativamente mejores en pruebas de reconocimiento, escritura y pronunciación, especialmente con secuencias de palabras desconocidas. El estudio destaca la importancia de los movimientos grafomotores en el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura y sugiere que la escritura a mano debe seguir siendo fundamental en la alfabetización temprana.
Datos clave:
- Ventaja de la escritura a mano: los niños que practicaron manualmente aprendieron letras y pseudopalabras mejor que aquellos que usaron teclados.
- Las habilidades motoras importan: los movimientos grafomotores ayudan a grabar las formas de las letras y las estructuras de las palabras en la memoria.
- Impulso a la escritura libre: entre los grupos de escritura a mano, la copia libre (sin guías) produjo los mejores resultados de aprendizaje.
Fuente: Universidad del País Vasco
Hoy en día, es común que las aulas infantiles cuenten con recursos digitales como herramientas para ciertos procesos de aprendizaje. Por ejemplo, existen programas informáticos diseñados para niños que están aprendiendo a leer y escribir.
Como los ejercicios que proponen se deben realizar en el ordenador, los alumnos pulsan teclas y botones, y prescinden del lápiz y el papel.

Para medir el impacto de estos métodos basados en la mecanografía, un estudio de la UPV/EHU realizó una comparativa para analizar los efectos del entrenamiento manual y con teclado en las habilidades de los niños.
Dado que los niños escriben cada vez menos a mano, queríamos explorar el impacto de esto en las habilidades alfabéticas y ortográficas. En otras palabras, queríamos ver si la capacidad de aprender letras y asimilar y recordar la estructura de las palabras se desarrolla de forma diferente con el entrenamiento manual o con el uso del teclado.
“Concluimos que los niños que utilizaban las manos obtenían mejores resultados”, explicó la investigadora Joana Acha.
Para llegar a esta conclusión, se realizó un experimento con niños de 5 a 6 años. Se eligió esta edad por ser el momento más favorable para su desarrollo. Es precisamente cuando comienzan a adquirir la capacidad de leer y escribir.
A 50 niños con capacidad de comprensión lectora básica se les enseñaron 9 letras de los alfabetos georgiano y armenio, así como 16 pseudopalabras inventadas por los investigadores combinando las letras.
El objetivo era usar letras y palabras completamente nuevas para los niños para asegurar que aprendieran desde cero. De hecho, los estudios realizados hasta la fecha han utilizado los alfabetos de la cultura infantil, por lo que no es fácil determinar hasta qué punto desconocían los símbolos presentados, dijo Acha.
Así, a todos los estudiantes se les enseñaron letras y palabras nuevas, pero no de la misma manera: a la mitad se les pidió que las copiaran a mano y a la otra mitad con el teclado. De esta forma, el estudio de la UPV/EHU pudo centrarse en la importancia de la función grafomotora.
En otras palabras, ¿qué efecto tiene el movimiento de la mano en el proceso de lectura y escritura? De hecho, al escribir en teclados, no trazamos la forma de la letra, por lo que la función grafomotora tiene menos influencia en la asimilación de la estructura de las letras y las palabras. En cambio, escribir a mano tiene una mayor influencia.
“Una vez que habíamos enseñado a cada grupo de niños las nuevas letras y palabras y los habíamos entrenado utilizando un método, los sometimos a tres pruebas para evaluar los conocimientos adquiridos.
“Medimos su capacidad para identificar, escribir y pronunciar tanto las letras como las pseudopalabras, y los resultados indicaron claramente que quienes habían practicado manualmente desarrollaron una mayor habilidad.
“En particular, la diferencia fue clara con las pseudopalabras: casi todos los que habían aprendido en la computadora no completaron correctamente los ejercicios sobre secuencias de letras.
“Nuestro trabajo confirma que la función grafomotora es esencial para memorizar letras y estructuras de palabras”, explicó Acha.
La variabilidad también ejerce una influencia
Pero no solo analizaron el impacto del grado de movimiento de la mano. Los grupos que trabajaban con las manos y con teclados se dividieron en dos subgrupos desde el principio.
Durante la enseñanza de las letras y las palabras, a quienes trabajaban con lápiz se les pidió que siguieran las guías marcadas con pequeños puntos (técnica de baja variabilidad). Los demás, en cambio, practicaban sin referencia alguna: copiaban libremente en la página en blanco (gran variabilidad).
Hicieron lo mismo con quienes trabajaban con la computadora: algunos siempre usaban la misma fuente para el entrenamiento (p. ej., Tahoma), y otros, más de una. De esta forma, los investigadores pudieron analizar la influencia del factor de variabilidad de la forma, además de la función grafomotora.
Lo que observaron fue que quienes habían recibido formación manual eran más competentes que quienes habían trabajado con teclados, pero incluso entre quienes habían practicado con lápiz y papel, existían diferencias. Quienes habían recibido formación libremente obtuvieron los mejores resultados.
“Por eso concluimos que, si bien al principio es útil que los niños tengan que trazar para practicar, una vez que son capaces de hacer movimientos más o menos pequeños y precisos, es aconsejable pasar a la escritura libre.
“Sin embargo, lo más evidente es la necesidad de priorizar la práctica manual en los procesos de aprendizaje. Aprenden mejor con los movimientos de las manos, por lo que los dispositivos tecnológicos solo deben utilizarse de forma complementaria”, afirmó Acha.
Acerca de esta noticia de investigación sobre aprendizaje y escritura
Autor: Encarni Miguel
Fuente: Universidad del País Vasco
Contacto: Encarni Miguel – Universidad del País Vasco
Imagen: La imagen está acreditada a Neuroscience News