Bloghemia
«Se analiza la posibilidad que tiene el hombre de transformar al mundo por medio de su espíritu creador, por medio de su trabajo. Sin embargo, esta transformación solo tiene sentido en la medida en que contribuye a la humanización del hombre.» Paulo Freire.
Texto del educador brasileño, Paulo Freire, que forma parte de su ensayo «La educación como práctica de la libertad»
Paulo Freire
Cazador iletrado
Se inicia el debate de esta situación distinguiéndose en ella lo que esde la naturaleza y lo que es de la cultura. «Cultura en este cuadro —se dice— es el arco y la flecha, las plumas con las cuales el indio se viste». Y cuando se le pregunta si las plumas son de la naturaleza, responde siempre: «Las plumas son de la naturaleza en cuanto están en el pájaro. Después que el hombre mata el pájaro, saca sus plumas y las transforma con el trabajo, ya no son naturaleza. Son cultura». Tuvimos oportunidad de oír esta respuesta innumerables veces en varias regiones del país. Distinguiendo la fase histórico-cultural del cazador de la suya, llega el grupo al conocimiento de lo que es una cultura iletrada. Descubre que, prolongando sus brazos cinco o diezmetros, por medio del instrumento creado, mediante el cual ya nonecesita tomar su presa con las manos, el hombre hace cultura. Al enseñar a las generaciones más jóvenes no solo el uso del instrumentosino también la incipiente tecnología de su fabricación, el hombre hace educación. Se discute cómo se da la educación en una cultura iletrada, donde no se puede hablar propiamente de analfabetos. Perciben entonces, inmediatamente, que ser analfabeto es pertenecer a una cultura iletrada y no dominar las técnicas de escribir y leer. Esta percepción llega a ser dramática para algunos de ellos.
Cazador letrado (cultura letrada)
Al ser proyectada esta situaciòn, identifican al cazador como un hombre de su cultura, aun cuando pueda ser analfabeto. Se discute el avance tecnológico representado en la escopeta en comparación con el arco y la flecha. Se analiza la posibilidad que tiene el hombre de transformar al mundo por medio de su espíritu creador, por medio de su trabajo. Sin embargo, esta transformación solo tiene sentido en la medida en que contribuye a la humanización del hombre. En la medida en que busca su liberación. Se analizan finalmente las implicaciones de la educación en el desarrollo.
El gato cazador
Nuestra intencio, entre otra es, al presentar esta serie, establecer una diferencia histórica entre los dos cazadores y una diferencia ontológica entre ellos y el tercero. Está claro que no se iría a hablar en los debates de faz histórica ni de ontología. El pueblo, con su lenguaje y a su modo, percibe estas diferencias. Nunca olvidamos un analfabeto de Brasilia que afirmó con absoluta confianza: «De estos tres, solo dos son cazadores —los dos hombres—. Son cazadores porque hacen cultura antes y después de cazar. [Le faltó solo decir que hacían cultura cuando cazaban]. El tercero, el gato, que no hace cultura, no es cazador ni antes ni después de la “caza”. Es “perseguidor”». Hacía así una diferencia sutil entre cazar y perseguir. En esencia, había captado lo que había de fundamental —
hacer cultura.
Del debate de estas situaciones surgía toda una riqueza de observaciones a propósito del hombre y del animal, a propósito del poder creador, de la libertad, de la inteligencia, del instinto, de la educación, del adiestramiento.
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