
El periódico norteamericano opina que en relación con la importación de recursos energéticos, Europa se encuentra en un callejón sin salida.
Según consigna el Washington Post, «las alternativas a corto plazo al gas y el petróleo proveniente de Rusia son realmente inexistentes. Por ello, el periódico estadounidense augura «un gran dolor económico» para el próximo invierno para Europa si Moscú llegara a cortar los suministros.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El periódico norteamericano «The Washington Post» auguró este fin de semana una «etapa angustiosa» para Europa como resultado de su boicot al gas ruso.
Según este rotativo estadounidense, los países europeos están intentando de sustituir a ritmo acelerado el gas suministrado por Rusia en su mercado energético. Pero se trata de una política tardía.
El periódico norteamericano opina que
«las alternativas a corto plazo al gas y el petróleo proveniente de ese país, son realmente inexistentes. Por ello, augura lo que el periódico denominó «un gran dolor económico» para el próximo invierno si Moscú llegara a cortar los suministros.
The Washington Post agrega que
“los próximos 18 meses van a ser una época angustiosa para Europa, ya que las repercusiones de los altos precios afectan en todo el mundo y los Gobiernos luchan por alimentar sus fábricas, calentar sus hogares y mantener sus centrales eléctricas en funcionamiento”,
Sin embargo, en momentos como estos en los que la Unión Europea podría introducir pronto restricciones graduales a las importaciones de petróleo ruso hasta llegar a su prohibición total para finales de este año, en el mercado energético aparecen las ofertas de exportadores que hasta ahora habían pasado desapercibidos.
No obstante, la cuestión estriba en que la compra en los países ofertantes, como pueden ser Argelia, Angola, Nigeria, el Congo, Catar o los propios Estados Unidos, sale considerablemente más cara, y ello implicaría una auténtica conmoción en la estabilidad económica de la Unión Europea.
Los problemas son tan obvios que incluso propia secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, recomendó a sus colegas europeos que «evaluarán cuidadosamente una prohibición total por parte de Europa de las importaciones de petróleo”, aunque, naturalmente, recomendando que la UE procediera, a medio plazo, a reducir su dependencia energética de Rusia.
Tanto el gobierno de Austria como el de Alemania han tenido que admitir que el boicot a los recursos energéticos procedentes de Rusia supondría un fuerte impacto a sus respectivas economías.
Hungría, por su parte, admitió estar totalmente incapacitada para una recepción y transporte de gas y petróleo procedentes de otros países que no sean Rusia.
“Si no hay energía de Rusia, no hay energía en Hungría”, manifestó rotundo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, precisando que su país no procederá a la reducción de la calefacción en los hogares húngaros
Hasta la propia «Comisión Europea» ha estimado que según sus cálculos, la Unión Europea continuará dependiendo de Rusia en esos apartados hasta el año 2027
Por su parte, Suhail al Mazrouei, ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, ya advirtió desde el mes de marzo, que ningún productor mundial está capacitado para sustituir el volumen del petróleo ruso .
“A no ser que alguien esté dispuesto a venir y traer 10 millones de barriles, no vemos a nadie que pueda sustituir a Rusia… Dejando de lado la política, este volumen es necesario hoy en día”, declaró el ministro.
CHINA INCREMENTA SUS IMPORTACIONES DE GAS RUSO EN CASI UN 60% EN LOS ULTIMOS CUATRO MESES
Si a lo ya augurado por parte del Washington Post se añade de la noticia emitida este mismo 1 de mayo por la plataforma rusa RT, de que la empresa energética rusa Gazrpom ha anunciado que las exportaciones de gas ruso a China por el gaseoducto conocido con el nombre de «Poder de Siberia», han crecido en casi un 60 % entre enero y abril, en comparación con el mismo plazo del año pasado, las perspectivas de los Estados Unidos y la UE de intentar quebrar con las sanciones y la reducción de importaciones a la economía de ese país, el panorama se convierte aún más sombrío para los países europeos.
“Se están aumentando las exportaciones de gas a China por el gasoducto Poder de Siberia como parte del contrato bilateral a largo plazo entre Gazprom y CNPC”, escribió la empresa rusa en su canal de Telegram.
Agregando que el volumen de suministros en los primeros cuatro meses de 2022 excede casi en un 60 % los niveles del mismo periodo del año pasado.