¿Sabía que China fabrica más que cualquier otro país del mundo?
Hoy en nuestro planeta existe un gigante que destaca en la fabricación de casi todo lo que podemos imaginar: desde los juguetes hasta los teléfonos inteligentes, pasando por la ropa y los electrodomésticos. Ese gigante es China. Pero, ¿cómo llegó a ser tan importante en la fabricación mundial? Vamos a tratar de explorarlo de manera muy sencilla.
POR CÁNDIDO GÁLVEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
![[Img #78138]](https://canarias-semanal.org/upload/images/03_2024/2066_6139_candido-galvez.jpg)
China es conocida como la «superpotencia manufacturera» del mundo. Esto significa que es el país que más produce, con un impresionante 35% de todo lo que se fabrica a nivel mundial. Para ponerlo en perspectiva, si sumamos lo que producen los siguientes nueve países en la lista de mayores fabricantes, no alcanzan a superar a China.
Este logro no es una casualidad. China ha seguido un plan muy específico, que ha transformado su economía. En este plan, algunas empresas, que siguen siendo propiedad del Estado, ejercen el control sobre sectores importantes, como la energía y las telecomunicaciones. Además, los bancos, que también siguen siendo, en parte, propiedad del Estado, dan préstamos con condiciones favorables a ciertas industrias que el gobierno considera clave. Este enfoque ha permitido a China avanzar rápidamente y producir artículos con mayor valor, es decir, productos que son más sofisticados y se venden a precios más altos.
En China, el sector bancario está dominado por varios grandes bancos. Estos bancos, a menudo denominados «bancos comerciales estatales» o «grandes bancos estatales», desempeñan un papel crucial en la economía del país, financiando tanto a empresas estatales y privadas bajo las directrices del gobierno chino. Algunos de los más importantes incluyen:
– Banco Industrial y Comercial de China (ICBC): Es el banco más grande del mundo por activos totales y uno de los más relevantes en China, propiedad del Estado.
– Banco de Construcción de China (CCB): Otro gigante bancario estatal, que proporciona una amplia gama de servicios financieros.
– Banco Agrícola de China (ABC): Se enfoca en prestar servicios a las áreas rurales, agricultores y proyectos agrícolas, además de ofrecer servicios bancarios comerciales convencionales
– Banco de China (BOC): Ofrece una variedad de servicios financieros tanto en China como internacionalmente, siendo uno de los bancos más globalizados del país.
– Banco de Comunicaciones (BoCom): Aunque no es tan grande como los cuatro anteriores, también es un importante banco comercial propiedad del estado.
Estos bancos están bajo la orientación del gobierno chino, lo que significa que sus operaciones y objetivos están alineados con las políticas y planes económicos del país. Además de estos grandes bancos, hay una serie de bancos comerciales más pequeños, bancos de desarrollo y cooperativas de crédito, algunos de los cuales son de propiedad privada o mixta.
¿UNA «ECONOMÍA SOCIALISTA DE MERCADO»?
Aunque el gobierno chino continúa diciendo que su economía es «socialista de mercado», sus características reales apenas se diferencian de las del capitalismo clásico, hasta tal punto que hoy es reconocido como indiscutible país líder capitalista por expertos mundiales en economía.
En el año 2020, la capacidad de China para producir fue tan grande que equivalía al 35% de toda la producción manufacturera del mundo. Esto supera con creces a países tradicionalmente industriales como Estados Unidos, Japón y Alemania. Este fenómeno es tan único que un economista comparó el rápido ascenso de China en la manufactura con el momento histórico en que Estados Unidos superó al Reino Unido como potencia manufacturera antes de la Primera Guerra Mundial.
Pero, ¿cómo afecta esto al resto del mundo? La rápida expansión de China causa tensiones de competencia interimperialista , especialmente con Estados Unidos, que ha visto cómo su propia capacidad de fabricación disminuía en comparación.
Como respuesta a ello, Estados Unidos está tratando de limitar el crecimiento de China mediante sanciones y restricciones, especialmente en tecnologías avanzadas como los semiconductores y la inteligencia artificial.
Pese a estos intentos, la economía global está tan estrechamente entrelazada, que desvincularse completamente de China sería un proceso largo, costoso y complicado. De hecho, Estados Unidos depende mucho más de los productos fabricados en China de lo que China depende del mercado estadounidense para sus exportaciones.
