Fusión de Honda y Nissan: ¿Una confirmación de las teorías de Marx sobre el capital?
La anunciada fusión de Honda y Nissan, que dará lugar a la tercera mayor productora automotriz mundial, no solo responde a las presiones del mercado global, sino que también actualiza las tesis de Marx sobre la acumulación y centralización del capital.
Por P.A. GONZÁLEZ RUIZ (*) PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Una de las acusaciones más frecuentes hacia las ideas de Marx es la falta de actualidad, sin embargo, las secciones económicas de los diarios con sus frecuentes reseñas sobre fusiones y adquisiciones empresariales se empeñan en desmentirlo.
En este sentido, el último anuncio ha sido la fusión de Honda y Nissan (y posiblemente Mitsubishi) para 2025. La nueva empresa sería la tercera del mundo en producción con 3,65 millones de unidades, solo por detrás de Wolkswagen (4,34) y Toyota (5,16). Además, Nissan que atraviesa una mala situación tras despedir a más de 9000 personas (en 2021 cerró su planta de Barcelona) con progresiva reducción de beneficios, acepta que Honda ponga a la mayoría de los dirigentes. Uno de los argumentos de este movimiento empresarial es la competencia de la industria automotriz china, mejor posicionada en el vehículo eléctrico, que se espera sea dominante en los próximos años.
Se reúnen aquí varios de los elementos que contemplaba Marx en su investigación sobre la acumulación del capital (capitulo 23 de su obra El Capital): mercado mundial, lucha y competencia entre capitalistas, centralización del capital (fusión), aumento de tamaño de las unidades capitalistas de producción, cambio de tecnología. Veamos a grandes rasgos como se relacionan.
La acumulación de capital, esto es el incremento de capital, bajo la forma de la reunión de distintos capitales (como el caso anterior de Honda y Nissan) que forman un nuevo capital individual, le otorga a este nuevas potencias.
Por un lado, al ser un capital de volumen más elevado, aprovecha en mayor medida la elasticidad de la fuerza de trabajo (prolongaciones de jornada, aumentos en la intensidad del trabajo, recurso a formas de fuerza laboral más simple, por ejemplo), así como obteniendo mayores ahorros por el uso de más cantidad de medios de producción. Ambos aspectos redundan en una mayor productividad y reducción de costes derivados del mayor tamaño del nuevo capital.
Por otro lado, si el capital centralizado opera con un cambio en la relación entre los medios de producción y la fuerza de trabajo, de modo que el proceso de producción resultante sea más productivo, se acentuará el descenso del coste de producción.
Así, el nuevo capital incrementado resultante de la unión de capitales ya existentes, la expropiación de los capitalistas entre sí que dirá Marx, redundará en una mayor productividad y en una rebaja del coste de producir las mercancías. Esto será la base de la rebaja del precio y de la consecuente ampliación del mercado. Resultando de ambos fenómenos el aumento de beneficios del capital centralizado.
Simultáneamente, se intensifica la lucha entre capitales que se libra en el mercado, resultando que algunos competidores perderán compradores y sufrirán el retroceso del beneficio (caso de Nissan más arriba).
Marx concluirá que, por regla general y como una ley inexorable, los capitales menores son desplazados hacia otras esferas y si no lo hacen, insistiendo en competir con los grandes, terminan arruinados o en manos de los grandes (léase el caso de Nissan).
(*) P.A. GONZÁLEZ RUIZ es autor del blog Criticonomia.
https://canarias-semanal.org/art/37292/hondanissan-y-la-centralizacion-del-capital