AL CLAMOR DE “NO QUEREMOS MUNDIAL, QUEREMOS HOSPITALES», SE REBELA LA JUVENTUD MARROQUÍ (VÍDEOS)

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¿Qué exige la «generación Z» marroquí y por qué desafía al régimen?

Miles de jóvenes marroquíes tomaron el pasado fin de semana las calles de las principales grandes ciudades marroquíes para exigir reformas urgentes en Educación y Sanidad. La respuesta de la Monarquia semifeudal alauita fue rápida y contundente: represión, detenciones y vigilancia masiva.
¿Qué hay detrás de esta ola de protestas que sacude los cimientos de la monarquía alauí?

POR CARLOS SERNA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG

   [Img #86950]

   En el curso del pasado fin de semana, Marruecos fue escenario de una oleada de protestas protagonizadas por miles de jóvenes en ciudades como Rabat, Casablanca, Marrakech, Tánger y Tetuán.

    Convocados por redes sociales a través del grupo autodenominado GenZ212, los manifestantes exigieron en las calles reformas urgentes en los sistemas de Educación y Sanidad, así como una mejora de las condiciones sociales. Las marchas fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad, que impidieron las concentraciones mediante detenciones, cercos policiales y registros domiciliarios sin orden judicial.

     Lejos de ser un hecho puntual, lo sucedido representa el mayor estallido social en Marruecos desde la Primavera Árabe, con una generación joven que, cansada de promesas incumplidas y exclusión, ha desafiado abiertamente el férreo control del régimen marroquí.

UNA MOVILIZACIÓN SIN PRECEDENTES RECIENTES

     El sábado 27 y el domingo 28 de septiembre, cientos de jóvenes intentaron concentrarse frente al Parlamento marroquí en Rabat. La protesta, organizada de manera descentralizada a través de Facebook, Instagram y Discord, fue anunciada como una marcha pacífica bajo el lema: “¡Queremos hospitales, no estadios!”.

    La movilización fue rápidamente neutralizada por un despliegue policial sin precedentes. Según testigos y medios locales, más de 70 personas fueron arrestadas solo en la capital, algunas de ellas mientras simplemente caminaban por la zona. En otras ciudades, se establecieron cordones de seguridad, toques de queda encubiertos y controles aleatorios en avenidas principales para impedir cualquier tipo de reunión.

     Las fuerzas del orden actuaron de manera anticipada: ya en la madrugada del sábado comenzaron los registros de viviendas, principalmente de jóvenes sospechosos de estar vinculados al movimiento GenZ212. Incluso personas que no participaban activamente fueron retenidas temporalmente, interrogadas o dispersadas con violencia.

UNA JUVENTUD ABANDONADA POR EL ESTADO

     Los manifestantes no pedían la caída del régimen ni expresaban consignas contra el rey. Su protesta era mucho más directa: acceso a educación pública de calidad, hospitales sin corrupción y el fin de la precariedad laboral.

    En Marruecos, el sistema educativo arrastra décadas de desigualdad estructural. Las universidades públicas están colapsadas, muchas escuelas rurales carecen de agua corriente, y los recursos se reparten de manera profundamente desigual entre zonas urbanas y rurales. En paralelo, los servicios de salud pública son insuficientes: eternas listas de espera, falta de medicamentos y escasez de personal sanitario hacen que muchos ciudadanos deban acudir a clínicas privadas inaccesibles para la mayoría.

     La juventud marroquí vive en una especie de limboaltas tasas de desempleo, dificultades para acceder a la vivienda y una creciente sensación de que su futuro está hipotecado. A esto se suma la decisión del gobierno de invertir cientos de millones de euros en infraestructuras relacionadas con el Mundial de fútbol 2030, que Marruecos coorganizará con España y Portugal, una noticia que cayó como una bofetada en medio de la crisis social.

UN ESTADO SIN TOLERANCIA PARA LA DISIDENCIA

     La respuesta estatal a estas protestas ha sido calificada por organizaciones de derechos humanos como desproporcionada e ilegal. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) denunció en un comunicado que las detenciones fueron arbitrarias, los procedimientos judiciales opacos y la represión absolutamente generalizada, incluso contra menores de edad.

    “Nos encontramos ante una política de tolerancia cero con la protesta pacífica”, explicó Hakim Sikouk, responsable de la AMDH en Rabat, quien denunció además el cerco policial preventivo en zonas residenciales y el uso de agentes encubiertos para infiltrar grupos de jóvenes.

      El Ministerio del Interior no emitió declaraciones oficiales, pero fuentes extraoficiales justificaron los operativos como “necesarios para preservar el orden público”. En los medios estatales, se ha minimizado el alcance de las manifestaciones o se ha sugerido que estaban “influenciadas por intereses extranjeros”, naturalmente, sin aportar pruebas.

REACCIÓN POPULAR: ENTRE EL MIEDO Y LA SOLIDARIDAD

      A pesar de la represión, numerosos vídeos circularon por redes sociales mostrando escenas de solidaridad ciudadana: personas escondiendo a jóvenes perseguidos por la policía, abogados ofreciendo asistencia legal gratuita, médicos denunciando las condiciones del sistema de salud, y familias completas protestando en sus barrios con cacerolazos improvisados.

    No obstante, el miedo es real. Muchos activistas han desactivado sus perfiles públicos y se han organizado en canales cerrados. Algunos denunciaron haber recibido amenazas anónimas, y al menos tres miembros visibles del grupo GenZ212 han declarado públicamente su decisión de abandonar el país.

UNA HERIDA ABIERTA EN PLENO SIGLO XXI

     Marruecos ha intentado durante las últimas dos décadas proyectar una imagen de país “moderno, tolerante y abierto al mundo”. Ha firmado acuerdos comerciales con Europa, ha sido reconocido como socio estratégico de la OTAN, y ha invertido millones en renovar sus infraestructuras urbanas y turísticas.

      Pero esta imagen contrasta duramente con una realidad que persiste en las calles y los barrios populares: un poder concentrado en la figura del monarca, un Parlamento con escaso margen de acción real, y un sistema judicial opaco y politizado.

     La reciente represión contra jóvenes pacíficos no es un accidentees una demostración de fuerza, y un recordatorio de que Marruecos sigue siendo un régimen autoritario.

UNA GENERACIÓN QUE YA NO SE CALLA Y CONTINUA LA PROTESTA ESTE LUNES

      Las protestas de septiembre han marcado un antes y un después. Aunque fueron disueltas con violencia, han dejado huella en la conciencia colectiva de miles de jóvenes marroquíes que hasta ahora se sentían impotentes. Lo ocurrido no fue un estallido aislado, sino una primera expresión organizada de una generación que ha perdido el miedo.

    La historia dirá si este movimiento consigue sostenerse o si será silenciado como otros en el pasado. Pero una cosa está clara: las calles de Marruecos han hablado. Y el eco de sus gritos aún resuena.

   A últimas horas de este lunes 29 de septiembre, Swissinfo  daba cuenta de que las autoridades marroquíes habían procedido a disolver las nuevas manifestaciones que por tercer día consecutivo organizaron los jóvenes del movimiento ‘GENZ212’ .

  En Rabat, por ejemplo,  la policía bloqueó la plaza Bab el Had, deteniendo a más de 100 manifestantes y disolviendo concentraciones menores en los alrededores.

     Las detenciones, que afectaron incluso a miembros de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), se repitieron en otras ciudades como Casablanca, Tánger y Marrakech.

VÍDEOS:


FUENTES CONSULTADAS

-Denuncia de la «Asociación Marroquí de Derechos Humanos»  , 29/09/2025]

-Generación Z | Marruecos impide protestar a su generación zeta – [El Periódico, 28/09/2025

– Impiden en Marruecos protestas multitudinarias de jóvenes – [Swissinfo, 27/09/2025]

-Los jóvenes toman las calles de Marruecos – [El Independiente, 28/09/2025]

-Marruecos disuelve la protesta juvenil – [El Confidencial, 27/09/2025]

-Más de 70 detenidos en Rabat – [La Jornada,, México.  28/09/2025]

-Nuevos arrestos en segundo día de protestas – [ABC, 29/09/2025]

https://canarias-semanal.org/art/38730/al-clamor-de-no-queremos-mundial-queremos-hospitales-se-rebela-la-juventud-marroqui

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