El escritor y miembro de número de Academia Dominicana de la Lengua,
Rafael Peralta Romero, destaca que con la muerte Manuel Salvador Gautier,
la sociedad dominicana pierde a un gran hombre, gran ciudadano y la
literatura uno de sus mejores artífices de todos los tiempos.
En un discurso pronunciado durante el panegírico del escritor y arquitecto
Gautier, el también director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña
(BNPHU) dijo que el fenecido novelista fue una persona que “vivió a plenitud,
no porque alcanzara la edad de noventa años, sino porque vivió a su gusto,
sirviendo a la sociedad, disfrutando de todas las artes y de la buena comida”.
Explica que Gautier, a quienes sus amigos conocían con el apodo de Doi,
formó parte del grupo Mester de Narradores y que obtuvo diversos galardones
por su fructífera obra literaria.
Peralta Romero habló a nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, del
Ateneo Insular y de Bruno Rosario Candelier, en el funeral de Manuel Salvador
Gautier, quien fue sepultado el pasado 14 de febrero, en el cementerio
Puerta del Cielo, en Santo Domingo Oeste.
A continuación se reproducen las palabras de Rafael Peralta Romero en
nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, del Ateneo Insular y de
Bruno Rosario Candelier, el 14 de febrero de 2021 en el funeral de Manuel
Salvador Gautier, en el cementerio Puerta del Cielo, Santo Domingo Oeste.
Nos congregamos hoy, aquí, para despedir a un gran hombre, a un hombre de
bien, al querido amigo Manuel Salvador Gautier, arquitecto y escritor. Estoy
aquí en representación de la Academia Dominicana de la Lengua y de su
director, Bruno Rosario Candelier, así como del Ateneo Insular, del cual Doi
fuera miembro persistente y distinguido.
Doi fue coordinador del grupo Mester de Narradores de la Academia, hasta
diciembre de 2019, cuando renunció porque comenzaba a sentirse agotado, él
de quien siempre decíamos que era el viejo más dinámico, participo y alegre,
con frecuencia podía rechazar las cortesías que se suelen ofrecer a las
personas entradas en edad. Incluso, se negaba a aceptar una bola de alguno
de sus amigos que iba al mismo lugar que él. Aquí estamos los demás
integrantes del grupo Mester: Emilia Pereyra, Ángela Hernández, Miguel
Solano, Ofelia Berrido y quien les habla, Rafael Peralta Romero.
Bueno, quiero referirme brevemente a su trayectoria, y me parece que su
vida puede dividirse en tres bloques, cada uno de los cuales incluye tres
décadas. De 1930, cuando nace, a 1960 se desarrolla como persona y adquiere
su formación profesional, con grado y posgrado en arquitectura, tanto en la
República Dominicana como en los Estados Unidos de América e Italia.
En las siguientes tres décadas se dedica al ejercicio de la arquitectura y llega
a ser uno de los mejores, además ingresa al servicio docente universitario, y
es elegido decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UASD
donde contribuyó a formar un amplio número de profesionales en su área,
aquí está René Alfonso, quien según aprecio era un discípulo más que alumno.
Las últimas tres décadas de su vida, a partir de los noventa, las dedica a la
literatura. Aprende a ser escritor, por mandato quizá de su conciencia y
alcanza un lugar en nuestra literatura, con 16 novelas publicadas, solo
superado por Marcio Veloz Maggiolo en cantidad de obras de este género. Con
la primera obra publicada, “Tiempo para héroes”, ganó el premio nacional de
novela Manuel de Jesús Galván, el cual obtuvo otras dos veces.
Lo recuerdo en su etapa incipiente, presente en toda actividad relacionada
con la literatura, compartiendo con escritores noveles y leyendo las obras
todos con marcada humildad. Por ese deseo de crecer como escritor se
integró al Ateneo Insular, propiciador del movimiento interiorista, en cuyos
encuentros mensuales siempre estuvo presente y tuvo participación.
Gautier obtuvo el premio Feria del Libro, 2011, con su novela “Dimensionando
a Dios”, que veo la tiene el padre Mella sobre el altar, este premio se ha
caracterizado por galardonar libros de ensayos, mayormente de temas
históricos, pocas obras de ficción lo han ganado, creo que la de Gautier es la
primera novela en ganar ese reconocimiento, y no es la única porque el año
pasado premiaron “Los entresijos del viento”, cuyo autor es el arzobispo
Freddy Bretón.
No se habla de Gautier como ensayista, pero en 2015, recibió el premio
nacional de ensayo por su libro “El hechizo de las palabras”. En 2018 a Doi
Gautier se le otorgó el Premio Nacional de Literatura, el más alto
reconocimiento en nuestro país para un escritor, por el conjunto de su obra.
De Gautier podemos afirmar que vivió a plenitud, no porque alcanzara la edad
de noventa años, sino porque vivió a su gusto, sirviendo a la sociedad,
disfrutando de todas las artes y de la buena comida. Quienes hemos comido a
su lado sabemos cómo disfrutaba el comer, cuando comíamos en la casa de
alguno de los miembros del grupo Mester de Narradores, siempre me pareció
que Doi era la mejor persona para ser invitada, pues comía lo que se ofrecía y
su práctica representaba el mejor elogio del plato.
Ya he dicho que Doi fue, ante todo, una persona de bien. Con su deceso, la
sociedad dominicana pierde a un gran hombre, gran ciudadano y la literatura
uno de sus mejores artífices de todos los tiempos. Ahora nos toca pedir al
Señor, que lo ha llamado a su presencia, que le permita siempre contemplar
la luz de su rostro.