El grandioso éxito de la Revolución Cultural
Desde todos los puntos de vista, la Revolución Cultural Proletaria tiene una Importancia decisiva, no sólo para el desarrollo de la revolución socialista en China, sino también para toda revoluctón en el resto del mundo.
En el terreno nacional, es decir, en China, la Revolución Cultural Proletaria ha significado un salto cualitativo en la construcción de la sociedad socialista y por lo tanto un paso dado en el avance del pueble chino hacia el comunismo. La Revolución Cultural Proletaria ha consolidado la dictadura del proletariado, lo que constituye un triunfo importante del proletariado chino y de todas las masas populares que, aliadas con él, construyen la nueva sociedad china. Naturalmente, no se puede asegurar que todos los problemas hayan sido resueltos, ya que en el futuro, ante nuevas condiciones y circunstancias, surgirán nuevas contradicciones; ya el camarada Mao Tse-tung ha dicho que el pueblo chino, en su marcha hacia el comunismo, ha de realizar no una, sino muchas revoluciones culturales. Pero el triunfo en los momentos actuales de la Revolución Cultural Proletaria significa por encima de todo la seguridad de la continuación de la revolución socialista, pues el Poder Político de la dictadura del proletariado ha quedado más firmemente en manos de la clase obrera. La Revolución Cultural Proletaria ha significado también que el marxismo-leninismo-pensamiento de Mao Tse-tung, se ha convertido en la ideología de todo el pueblo chino, que la concepción comunista del mundo se ha materializado en la conciencia de todo el pueblo y que es esa ideología la que une y crea una comunidad de objetivos para todas las amplias masas populares chinas.
“Nuestra patria entra ahora en una nueva época en la cual los obreros, campesinos y soldados dominan el marxismo-leninismo-pensamiento de Mao Tse-tung. Una vez dominado por las amplias masas, el pensamiento de Mao Tse-tung se convertirá en una fuerza inagotable, en una bomba atómica espiritual de infinita potencia“. (Lin Piao. “Prólogo al Libro Rojo“).
Esta potencia se ha manifestado ya en los grandes avances económicos y técnicos que ha tenido últimamente la China Popular y en la democratización de los órganos de la dictadura del proletariado, en su revolucionarización y en su fortalecimiento.
En el terreno internacional, la Revolución Cultural Proletaria ha significado que la principal base de la revolución lundial se ha fortalecido y consolidado, y ha asegurado al mismo tiempo que esta base roja no cambiará de color y que continuará siendo el bastión revolucionario de todos los pueblos que luchan por su liberación y el socialismo; que su luz y sus energías seguirán irradiándose por todo el mundo, y que todos los pueblos pueden contar con la ayuda de esa base irreductible del socialismo. Por otra parte, ha hecho añicos las esperanzas imperialistas y revisionistas de la degeneración de la dictadura del proletariado en China, y les ha colocado frente a un poderoso Estado proletario dispuesto a cualquier esfuerzo y sacrificio para continuar su revolución socialista y apoyar la revolución en todo el mundo.
Por eso la defensa de la China socialista es una de las principales tareas que tienen todos los comunistas y revolucionarios del mundo. Pero esta defensa no puede ser servil y ciega, sino que por el contrario ha de ser consciente y fraternal. Ha de ser una tarea revolucionaria que todo Partido y todo comunista tenga siempre en primer plano y que no debe olvidar ni menospreciar nunca, ya que les triunfos del socialismo en cualquier país del mundo, son triunfos de lodo el proletariado, y cada comunista es partícipe de ellos.
Además, la Revolución Cultural Proletaria ha resuelto grandes y decisivos problemas que plantea la construcción y la revolución socialistas que hasta hoy no estaban resueltos; es una experiencia da transcendental valor para la revolución de todos los pueblos, no sólo para aquellos que ya marchan por al camino socialista, sino también para los que están en la etapa de la revolución contra el imperialismo y la burguesía. Copiar la Revolución Cultural o aplicar mecánicamente sus enseñanzas en países que están en etapas diferentes y que tienen características específicas distintas, conduciría a graves fracasos. Sin embargo, la esencia da las experiencias de la Revolución Cultural Proletaria tiene valor universal, deben ser asimiladas por todos los comunistas.
Cabe asimismo señalar que la Revolución Cultural Proletaria ha enriquecido el marxismo-leninismo con el pensamiento de Mao Tse-tung, que es la cumbre de la ideología marxista-leninista de nuestra época, en la que el imperialismo se precipita a su tumba. El que el pensamiento de Mao Tse-tung haya sido dominado por un pueblo de 700 millones de seres, y el que se extienda y esté siendo dominado por millones y millones de revolucionarlos en el mundo entero, es de importancia determinante para la revolución a escala mundial; tan inusitada grandeza y potencia no hay bomba de nitrógeno en el mundo que igualársele pueda.
En su obra “Sobre la Nueva Democracia“, Mao Tse-tung ha dicho que:
“El comunismo es la ideología completa del proletariado y, a la vez, un nuevo sistema social. Esta ideología y este sistema social difieren de todos los demás, y son los más completos, progresistas, revolucionarios y racionales de la historia humana… Sólo la ideología y el sistema social del comunismo, llenos de juventud y vitalidad, se extienden por todo el mundo con el ímpetu de una avalancha y la fuerza de un rayo“.
Así pues, después de la Revolución Cultural Proletaria, la China Popular se alza como inquebrantable fortaleza revolucionarla, como infranqueable muralla que tienen hoy los imperialistas norteamericanos y los socialimperialistas soviéticos en sus planes para el reparto del mundo.
La ideología del marxismo-leninismo-pensamiento de Mao Tse-tung, es la ideología proletaria basada en el materialismo histórico y en el materialismo dialéctico; es la concepción comunista del mundo. Ella se ha formado a través de cruentas luchas de clase, ha sido extraída de esta lucha en todos los terrenos y luego comprobada en la misma; es la slntetización y generalización de la lucha de clases, de la lucha del proletariado por tomar el Poder y transformar el mundo, sin explotadores ni explotados. En esta constante práctica y teorización, teorización y práctica, que es el ciclo del conocimiento humano, la teoría del socialismo científico se ha ido enriqueciendo, y ajustándose a las nuevas épocas y etapas; es, pues, una ciencia que crece y se desarrolla. En cada nueva etapa, ante cada nueva situación, la teoría revolucionaria ha sacado enseñanzas, experiencias que han sido elevadas a la abstracción científica teórica, y luego utilizadas por los revolucionarios. De la Comuna de París el marxismo sacó experiencias valiosísimas, que permitieron desarrollar la esencia de la dictadura del proletariado. De la Revolución Socialista de Octubre, el marxismo-leninismo ha aprendido como tomar el Poder, mantenerlo y consolidarlo; el proletariado descubrió a su más fiel aliado, a quien ha de acompañarlo y apoyarlo, en toda la etapa socialista: el campesinado trabajador; y se enriqueció con la experiencia de la construcción del socialismo en un sólo país. El marxismo-leninismo se ha enriquecido también con las lecciones de las experiencias negativas, como la degeneración revisionista y luego capitalista de la camarilla que ha usurpado el Poder en la Patria de Lenln y Stalin. Hoy el marxismo-leninismo-pensamiento de Mao Tse-tung se ha enriquecido con la Revolución Cultural Proletaria. Sus experiencias y enseñanzas son múltiples y acrecentan el tesoro común de la teoría de la revolución y de la ideología proletaria.
La Revolución Cultural Proletaria nos ha ensenado, además, que sólo manteniendo firmemente la dictadura del proletariado es posible evitar la degeneración revisionista y continuar la revolución socialista una vez que está construida la base económica del socialismo. Nos enseña también que durante toda la etapa socialista subsisten las clases, y existe por tanto la lucha de clases, no sólo en el terreno exterior, contra el imperialismo, sino principalmente en el interno, entre las ideas y conceptos burgueses y las ideas y conceptos proletarios, y que esta lucha, en definitiva, es una lucha por el Poder Político y que de ella depende el futuro del socialismo.
La lucha de clases en el socialismo es tan cruenta y fuerte como en un régimen capitalista y, en ciertas circunstancias, adquiere tal violencia que sólo puede ser resuelta por medio de la revolución. La Revolución Cultural Proletaria, nos ha enseñado que la lucha de clases que se libra constantemente en la dictadura del proletariado, puede en un momento dado, cuando el Poder proletario ha sido en parte usurpado por los seguidores del camino capitalista, poner en peligro la propia esencia de la dictadura del proletariado y hacer detener,y, luego retroceder, la revolución socialista mediante la degeneración revisionista y la vuelta al capitalismo. La Revolución Cultural Proletaria nos enseña también cómo continuar la revolución socialista en el período de la dictadura del proletariado, y cómo ante el peligro de degeneración del Poder proletario, es necesario recurrir a medios revolucionarlos de educación política o violentos (según se trate de resolver contradicciones en el seno del pueblo o con el enemigo), pero en definitiva revolucionarios, para defender la dictadura del proletariado. En esta etapa las contradicciones que se presentan son muy variadas y complejas y es necesario distinguir a través de la lucha de clases, cuáles son las contradicciones en el seno del pueblo o con el enemigo, para aplicar el método que corresponda según el caso. De manera general, son antagónicas aquellas que se oponen a las masas y tratan de frenar la marcha revolucionaria de éstas, ya sean derechistas o “izquierdistas”. La Revolución Cultural Proletaria nos ha mostrado cómo los comunistas no deben temer nunca a las masas ni a su revolución; no deben temer la lucha revolucionaria que las masas libran, aurque éstas a veces cometan excesos en su lucha revolucionaria, ni asustarse por los avances e iniciativas de las masas:
“Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra“. (Mao Tse-tung. “Informe sobre la investigación del movimiento campesino en Junan“).
Los comunistas deben colocarse a la cabeza de la lucha revolucionaria de las masas para orientarlas, hacerlas ver sus errores, y también para aprender y captar la inagotable energía revolucionaria del pueblo.
La Revolución Cultural Proletaria nos enseña también que la revolución socialista basada en la dictadura del proletariado, sólo puede avanzar y triunfar si el nivel ideológico y político de las masas en general y del proletariado y los comunistas en particular se eleva constantemente a nuevos niveles de manera cuantitativa y cualitativa. El educar a las masas con la teoría revolucionaria, con la teoría proletaria; el que éstas en la lucha y labor diarias la estudien y apliquen, las arma con los conocimientos científicos necesarios en los que se basa la ideología proletaria, lo que les permite rectificar sus errores, orientarse por el justo camino y aplastar a los seguidores del camino capitalista enmascarados mil caretas. Finalmente permite a las masas intervenir y participar en todos los problemas de la política, la economía, la ideología y en la dirección del Estado.
La Revolución Cultural Proletaria nos enseña en definitiva, cómo es posible evitar la degeneración de la dictadura del proletariado, del socialismo, mediante la revolución dentro de esta dictadura librando sin temor una enconada lucha de clases, la cual no desaparece (como pretenden los revisionistas durante el período de la construcción socialista), sino que por el contrario se profundiza; nos enseña a no temer la lucha revolucionaria de las nasas ni a considerar inamovibles los órganos de poder de la dictadura proletaria, sino a ver su transformación dialéctica; a comprender que sólo mediante la elevación del nivel ideológico, teórico y político de las masas a través de la transformación constante de la sociedad, pueden desempañar cada vez más un papel más importante en la dirección de la dictadura del proletariado. La Revolución Cultural Proletaria ha puesto, pues, de manifiesto en la práctica la tesis marxista-leninista de que la dictadura del proletarlado sólo puede fortalecerse, y dar un salto cualitativo, con la extensión de la democracia socialista y que esta democracia sólo es posible ampliarla con el fortalecimiento de la dictadura del proletariado, es decir, con la participación cada vez más directa de la clase obrera en la dirección de la construcción socialista y de su Estado proletario, bajo la dirección de un partido proletario.
El camarada Mao Tse-tung ha resumido en la siguiente frase el papel decisivo del Partido y del marxisno-leninisno:
“La fuerza-núcleo que dirige nuestra causa es el Partido Comunista de China. La base teórica que guía nuestro pensamiento es el marxisno-leninisno“. (Mao Tse-tung. “Discurso de apertura de la I Sesión de la Asamblea Popular Nacional -primera legislatura- de la República Popular China“).
Extraído de “Cuadernos Marxistas-Leninistas”, Suplemento a Revolución Española, nº5. Ed. Vanguardia Obrera. 1971. (PCE-ML)