«Su eficiencia y accesibilidad han generado un notable impacto en la comunidad de desarrolladores y sembrado dudas sobre el liderazgo tecnológico estadounidense»
DeepSeek desafía a los gigantes de la IA en Wall Street con un modelo más accesible y de bajo costo, generando un terremoto en los mercados globales.
Por: José Daniel Figuera
La irrupción de DeepSeek, una startup china que ha desarrollado un modelo de inteligencia artificial (IA) más económico y accesible, ha desencadenado un terremoto en los mercados financieros globales. Este lunes, las acciones tecnológicas en Wall Street sufrieron caídas significativas, con Nvidia liderando el desplome al perder un 17%. Según analistas, esta nueva amenaza podría marcar un punto de inflexión en la competencia global por el dominio de la IA.
El modelo DeepSeek-R1, lanzado el 20 de enero, ha conseguido posicionarse como la aplicación gratuita más descargada en la App Store de Apple, superando a ChatGPT. Lo más sorprendente es que este modelo de código abierto fue entrenado con un presupuesto de 5,57 millones de dólares, apenas una décima parte de lo que costó entrenar al modelo GPT-4 de OpenAI. Su eficiencia y accesibilidad han generado un notable impacto en la comunidad de desarrolladores y sembrado dudas sobre el liderazgo tecnológico estadounidense.
Las repercusiones no se han limitado a Estados Unidos. Empresas tecnológicas globales como ASML, Softbank y Taiwan Semiconductor han registrado caídas significativas en sus acciones. En paralelo, el índice tecnológico Nasdaq cayó un 2,7%, mientras que el S&P 500 perdió un 1,6%. Estas cifras reflejan la incertidumbre de los inversores sobre cómo DeepSeek podría alterar las cadenas de suministro de IA y los estándares internacionales de la industria.
El impacto en Nvidia ha sido particularmente grave, ya que la empresa depende de su liderazgo en la producción de chips avanzados, ahora cuestionado por el uso eficiente de la startup china de versiones modificadas de sus productos. Según Dan Ives, analista de Wedbush Securities, la capacidad de DeepSeek para operar con chips H800 diseñados para el mercado chino pone en entredicho las restricciones estadounidenses y el dominio de las empresas de Silicon Valley.
Desde un punto de vista geopolítico, el lanzamiento de DeepSeek ocurre en un momento estratégico. Según el académico Li Baiyang, citado por el Global Times, este modelo no solo demuestra la capacidad innovadora de China, sino que también desafía las restricciones impuestas por Estados Unidos. En respuesta, el presidente Donald Trump ha anunciado el proyecto «Stargate», con una inversión de 500.000 millones de dólares para impulsar la infraestructura de IA en los próximos cuatro años.
Mientras tanto, el mercado se enfrenta a un reajuste. Los inversores, buscando refugio, han impulsado la compra de bonos del Tesoro, lo que ha llevado la rentabilidad del bono a 10 años a caer del 4,62% al 4,54%. Este movimiento evidencia el nerviosismo en torno a un sector que había disfrutado de un auge sin precedentes en los últimos años, impulsado por el optimismo en torno a la IA.
La competencia entre DeepSeek y los gigantes tecnológicos occidentales plantea interrogantes clave sobre el futuro de la IA y su impacto en la economía global. Con su modelo accesible y de código abierto, DeepSeek no solo desafía las restricciones geopolíticas, sino que también introduce un nuevo paradigma en el desarrollo de tecnologías avanzadas.
La aparición de DeepSeek no solo ha revolucionado el mercado tecnológico, sino que ha intensificado la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China por el dominio de la inteligencia artificial. Este conflicto, que trasciende el ámbito empresarial, es parte de una batalla más amplia por el control de la infraestructura tecnológica del futuro. Washington, preocupado por la creciente influencia tecnológica de Beijing, ha reforzado las restricciones a la exportación de semiconductores avanzados y ha incentivado el desarrollo local con programas como el «CHIPS Act». Sin embargo, iniciativas como DeepSeek-R1 demuestran la capacidad de China para sortear estas barreras y posicionarse como un competidor de peso.
En paralelo, China ha apostado por la IA como una herramienta central de su estrategia de desarrollo nacional, respaldando a empresas emergentes con subsidios masivos y acceso a infraestructuras avanzadas. Esto contrasta con los esfuerzos fragmentados en Estados Unidos, donde las grandes corporaciones lideran la innovación, pero enfrentan un panorama regulatorio incierto. Según analistas, la rivalidad tecnológica no es solo económica, sino también política: la nación que domine la IA tendrá una ventaja estratégica en áreas clave como defensa, seguridad cibernética y diplomacia digital.
https://www.bloghemia.com/2025/01/deepseek-sacude-wall-street-el-inicio.html