«Pienso, luego existo.» René Descartes.
René Descartes | Obras Completas digitalizado
Descubre cómo el «Cogito, ergo sum» de Descartes se convirtió en la base del conocimiento en la filosofía moderna.
José Daniel Figuera
El concepto de cogito, o «pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum), es uno de los pilares fundamentales de la filosofía de René Descartes y un hito en el pensamiento moderno. Descartes formuló esta idea en su obra Meditaciones metafísicas, donde busca un conocimiento indudable, libre de cualquier posible error o engaño. A través del cogito, Descartes establece la existencia de un punto de certeza absoluta: el hecho de que, al dudar de todo, no puede dudar de su propio pensamiento, y por lo tanto, de su existencia como ser pensante.
El cogito nace de la «duda metódica», una herramienta filosófica mediante la cual Descartes decide cuestionar todo aquello que podría ser incierto, incluyendo las experiencias sensoriales, las ideas preconcebidas e incluso la existencia del mundo exterior. Descartes se plantea la posibilidad de que un «genio maligno» lo esté engañando en todos sus pensamientos, lo cual lo lleva a poner en duda cada creencia. Sin embargo, al dudar, Descartes se percata de que no puede dudar de su propia existencia como sujeto que piensa, ya que esa misma duda confirma que existe al menos como ser pensante.
Esta afirmación, «pienso, luego existo», se convierte en el primer principio indubitable de la filosofía cartesiana. Para Descartes, el cogito establece una base sólida sobre la cual construir todo conocimiento, ya que la certeza de la propia existencia como ser pensante es el único hecho que no puede ser cuestionado. Desde este punto de partida, Descartes busca reconstruir el conocimiento, partiendo de esta certeza absoluta hacia otras verdades. Así, el cogito se convierte en el fundamento del racionalismo moderno, una escuela filosófica que sostiene que la razón es la fuente principal del conocimiento verdadero.
El cogito también redefine el concepto de «yo». Antes de Descartes, la idea de «yo» estaba vinculada principalmente a las características físicas o al contexto externo de una persona. Pero al centrarse en el pensamiento como prueba de existencia, Descartes plantea una identidad esencialmente mental y no física. Esto inaugura una visión dualista en la que mente y cuerpo son entidades separadas. La mente se convierte en el núcleo de la identidad personal y de la existencia, mientras que el cuerpo es una extensión física, una entidad distinta que la mente puede conocer y controlar.
El impacto de la idea del cogito en la filosofía y en la ciencia moderna es vasto. Descartes se convierte en el «padre del racionalismo», ya que su método influye profundamente en la forma en que entendemos el conocimiento y la existencia. Su insistencia en la razón como el camino hacia la verdad ha inspirado tanto a filósofos como a científicos en la búsqueda de una comprensión objetiva y fundamentada del mundo.
El cogito de Descartes es más que una simple afirmación; es el punto de partida de una filosofía que prioriza la razón como medio para alcanzar la certeza. A través del «pienso, luego existo», Descartes establece una base indiscutible para el conocimiento y redefine nuestra comprensión de la identidad, la verdad y la relación entre mente y cuerpo.
Libros recomendados:
Para explorar el concepto de cogito y otros aspectos fundamentales de su filosofía, Meditaciones metafísicas es la obra esencial de René Descartes. En este libro, Descartes examina la naturaleza de la realidad, la existencia de Dios y la relación entre mente y cuerpo, desarrollando su método de duda metódica y su famosa afirmación «pienso, luego existo.»
Otro libro relevante es Discurso del método, donde Descartes describe su método filosófico y científico para alcanzar el conocimiento. En esta obra, establece los principios de su racionalismo y explica cómo la razón es la herramienta clave para entender el mundo y construir una filosofía basada en la certeza.
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