JUAN ANTONIO ALIX
CONOCEN EL REFRÁN…» ESO E PAJA PA LA GAIZA», ENTRE LUCAS Y JUAN MEJÍA, EL NEGRO ATRÁS DE LA OREJA Y MUCHAS MAS, fueron creación de este recordado poeta.
Juan Antonio Alix, quien nació en Moca el 6 de septiembre de 1833 y falleció en Santiago el 15 de febrero de 1918.
Fue el poeta decimero , más importante que haya conocido el país. Aunque nació en Moca, se crió y residió en Santiago.
Su fecundidad ni fue el resultado de una satisfacción espiritual o reclamo de un ideal, sino exigencia de la vida.
Alabó ampliamente a Ulises Heureaux en su vida y lo detractó en su muerte!
Sus décimas , que se imprimían en hojas sueltas, eran buscadas con ansiedad por los campesinos del Cibao, para luego recitarlas en jaranas y jolgorios.
El poeta criollo por excelencia, como lo califica Emilio Rodríguez Demorizi, es recordado por sus famosas décimas “Eso e paja pa’ la gaiza”, “El follón de Yamasá”, “El negro tras de la oreja”, “Entre Lucas y Juan Mejía”, “Cánticos” (mejor conocida como A las arandelas) y “Los mangos bajitos”, entre otras tantas.
De su entorno familiar, sabemos que tenía una hermana, Carmen Alix Rodríguez, y que sus padres, Juan Mateo Alix, hijo natural de Luisa Dupón y natural de Cabo Haitiano, y María Magdalena Rodríguez, casaron en Moca el 6 de febrero de 1829; en su acta de bautismo, el nombre su padre aparece como Félix. Su madre era hija de Domingo Antonio Rodríguez y Juana de Rojas Valerio y había casado en primeras nupcias con Juan José Espaillat Velilla, con quien había procreado a Juan Francisco, José María y Eloísa Espaillat Rodríguez, esta última esposa de su primo hermano Ulises Francisco Espaillat Quiñones, presidente de la República en 1876. De manera que Ulises Francisco Espaillat y Alix eran concuñados.
En las luchas de la Independencia fue soldado, y en la Restauración, figurando entre los patriotas que se sublevaron en Guayubín y Santiago el mes de febrero del 63.
Pareció determinado a no deponer las armas, y junto con otros dominicanos buscó refugio en Haití. Se enteró bien de las costumbres de aquel pueblo, y además estuvo al tanto de las costumbres de aquel pueblo, y además estuvo al tanto de los preparativos para la formal guerra libertadora; pero días antes del golpe de Capotillo, repasó la frontera, se acogió a las garantías de las autoridades españolas, e hizo algo peor, que fue darles informes de los planes de sus compatriotas en Haití, por lo que los militares exóticos tomaron algunas precauciones con el fin de evitar el ataque de sorpresa. Alix en lo adelante no se pudo separar de los españoles, a los cuales siguió hasta verse en la ciudad de Santo Domingo, donde le encontró la Restauración de la República, a la que se adhirió, como otros compañeros.
Su juventud bulliciosa, vivida como quiera, en contraste con el motivo que le da valor social permanente, fue la que echó las bases del acervo de experiencia, conocimiento y amor de las cosas del medio. Había sido, por otro lado, sin estorbárselo su manera regocijada de entender el vivir, un famoso pendenciero, de mano fatídica en el juego de las armas, y sin entrañas, con el contrincante que errara el golpe mortal. Un abogado que pasó la mayor parte de su vida entre el ejercicio de la profesión y la judicatura, tenía en la manquedad de un brazo la señal de un sable manejado por Juan Antonio Alix.
En general, sus décimas reflejaban una de las tonalidades del ser social, no salido del primitivo y elemental existir aldeano, exento de elevadas aspiraciones y diariamente ocupado en formar con el copioso excedente de sus energías los suaves canales por donde deslizar el tiempo. Hasta los analfabetos de las hacían leer para tomarlas de coro y recitarlas en habiendo oportunidad. Entre los papeles de familia guardados en el fondo del baúl no era raro encontrar una décima de Juan Antonio Alix. Consideradas desde el punto de vista de los motivos que las inspiraban, se pueden sacar de ellas cuadros de costumbres nacionales, de esas que desterradas ya de los centros urbanos, perduran en las aldeas aisladas del progreso. Se puede, además, formar un catálogo de palabras y frases populares, cifrada expresión de maneras en el vivir y estados de pensamiento. Hasta ahora se ha publicado un volumen de las décimas pero hay material para más. La edición es del año 1927 y tiene prólogo de José Ramón López ( 1833-1917 ).
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