El fue a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) pensando que era la de ayer, esa vieja academia de izquierdas donde los profesores hablaban sobre la doctrina marxista como la solución de los problemas, mientras los estudiantes embebían sus cerebros en esos conocimientos y concebían el mundo desde esas ideas.
Fernando Abreu, presidente del partido de La Nueva Derecha de Patria Libre (dice en X), intentó erigirse como el Charlie Kirk criollo yendo a la sede de la academia para exponer sus planteamientos en un debate. Aunque solicitó el permiso, dicen sus acólitos en redes, no le respondieron y él hizo lo que mandan las reglas: ir de todas formas porque es la universidad estatal y, como la pagamos todos, ese es su derecho.
La cuarta visita generó tremendo lío, él acusó a la seguridad de atentar en su contra y afirmó que eso prueba que la izquierda es violenta: “estos comunistas van presos todos, incluyendo las autoridades”, espetó al tiempo de quejarse de que la Policía no pudo entrar a la universidad.
Fernando ignora que la izquierda casi ha muerto en la UASD y la mayoría de los comunistas está bajo tierra. Tampoco sabe lo que es el fuero y no le importa. Acusa por un incidente que tuvo lugar la última vez que fue. Falta saber si fue un show para sonar. Sonó, sí, pero además se guayó.