“Sencillamente se necesitan más recursos”, dijo el presidente Luis Abinader en LA Semanal del 30 de junio cuando desmintió que hubiera una crisis financiera en el Seguro Nacional de Salud (Senasa) y acusó a la oposición de levantar voces agoreras para desmeritar los logros de esa institución.
La respuesta de Abinader era para los dirigentes de la Fuerza del Pueblo, que cinco días antes denunciaron que el Senasa estaba una profunda crisis financiera y de gobernanza por haber sido usado como un instrumento político.
Llegaron entonces desmentido y campaña mediática para defender la gestión del doctor Santiago Hazim pero, al margen del montón de acusaciones, la denuncia terminó en la Procuraduría General. Para ello, sin embargo, el Gobierno “necesitó” que se emitieran los reportajes hechos por Nuria Piera y Julissa Céspedes, a quienes no puede acusar de banderías políticas.
Para desmarcarse del Senasa el presidente Abinader afirmó el domingo que no permitirá que haya impunidad en su Gobierno, lo que está muy bien aunque lo que debería impedirse es la corrupción. ¿Dónde estaban las autoridades que debían auditar el Senasa? ¿La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril nunca sospechó nada? Son muchas las personas que deben responder. No t