Comité Central del Partido Comunista Marxista Leninista de República Dominicana

Una vez más el imperialismo estadounidense recurre a sus gastados argumentos de
acusar a mandatarios, opuestos a sus dictámenes, de narcotraficantes, terroristas y
dictadores, para justificar agresiones e invasiones a otros países.
En agosto del año pasado, aprovechando los conflictos poselectorales de Venezuela, el
gobierno de los Estados Unidos quiso pescar en río revuelto, no solo al desconocer,
como se esperaba, el triunfo obtenido en buena lid por Nicolás Maduro, sino, también,
repartiendo dinero a personas, a través de los partidos de la ultraderecha, para que se
lanzaran a las calles a crear situaciones de dificultades.
Ahora, utilizando a Trump como protagonista, arrecia su campaña contra el presidente
venezolano, acusándolo de encabezar un cartel de drogas, cuando se sabe que su real
interés es el de imponer allí un régimen leal a sus planes de controlar la mayor reserva
mundial de petróleo, la cuarta mina de oro más grande del globo, además del
diamante y otros minerales de importante valor comercial existentes en la patria de
Simón Bolívar.
La doble moral del imperialismo molesta hasta sus propios aliados, toda vez que calla o
apoya las barbaries cometidas por presidentes o sectores fieles a él. Así se le
encuentra en Chile en 1973, no solo apoyando, sino orquestando el golpe de Estado
contra Salvador Allende, elegido democráticamente por el pueblo; en febrero del 2004
le correspondió a Haití, cuando un comando de Fuerzas Especiales estadounidenses
secuestra a Jean Bertrand Aristide y lo obligan a renunciar de la presidencia, para luego
hablarle a la opinión pública de una renuncia voluntaria.
Lo mismo en Honduras, en 2009, con Manuel Zelaya, con un golpe de Estado planeado
en Miami; en 2010 las garras del imperio llegan a Ecuador, cuando por varias horas se
secuestra al presidente Rafael Correas; en 2019, en Bolivia, Evo Morales es destituido
por un alegado fraude que nunca se pudo comprobar; en 2022 se llevan a Pedro
Castillo, en Perú; y ni hablar de los intentos de golpes de Estados, las instigas, las
provocaciones, las amenazas, los bloqueos y el terror permanente.
Resulta que es el propio imperialismo quien determina quiénes son buenos y quiénes
son malos; quiénes son terroristas y quiénes no lo son; cuáles regímenes son
democráticos y cuáles, dictatoriales; en fin, contra quiénes se deben enfilar los
cañones y a quiénes hay “proteger”.
Así, Nicolás Maduro, desde esta lógica perversa, es dictador, corrupto y
narcotraficante. Sí, como lo era Muamar Gadafi, Fidel Castro, Hugo Chávez, Omar
Torrijos y todos los que se han negado a ser serviles.
Sin embargo, Benjamín Netanyahu, comprobado criminal, responsable de provocar la
muerte a más de 55 mil personas, destruir escuelas, hospitales, campos deportivos,
edificaciones; calificado como dictador por el propio pueblo de Israel, un hombre
completamente deshumanizado, no solo goza del apoyo moral de Los Estados Unidos,
sino que un elevado porcentaje de su presupuesto anual está dirigido a este genocida
para arrancar vidas humanas y causar destrucciones materiales.
De manera que la llamada moralidad de los gobiernos de los Estados Unidos en su
supuesta lucha contra el narcotráfico es tan solo cinismo. Ellos son los mayores
consumidores del mundo; representan el mercado favorito para los productores de
sustancias alucinógenas; sus militares la consumen cuando son enviados a las guerras.
Pero además la han utilizado históricamente como medio antisubversivo, para
adormecer cerebros y silenciar voces críticas que pongan en cuestionamiento su
dominio imperial y a la explotación capitalista.
Por lo que no se justifican sus amenazas de invasión al pueblo de Venezuela. En tal
sentido, el Partido Comunista Marxista Leninista de República Dominicana extiende su
apoyo irrestricto al pueblo venezolano contra las amenazas de invasión por parte del
imperialismo estadounidense. Al mismo tiempo llama a todas las organizaciones
revolucionarias del país, de América y del mundo a asumir la defensa de la revolución
bolivariana.
¡No a las pretensiones imperialistas!
¡Viva la Revolución Bolivariana!
¡Viva la solidaridad internacional!
Comité Central del Partido Comunista Marxista Leninista de República Dominicana
Santo Domingo, 25 de agosto de 2025