LAS SANCIONES MATAN MAS QUE LAS GUERRAS: EL INFORME QUE TRUMP PREFERIRÍA QUE NO LEYERAS

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Atendiendo al número de víctimas de una guerra económica silenciada por Occidente ¿Podrían considerarse las sanciones una forma de guerra letal?

¿Puede una sanción económica provocar más muertes que una guerra? ¿Por qué la mayoría de las víctimas son niños y ancianos? ¿Qué papel juega el bloqueo de Estados Unidos en la crisis sanitaria cubana? Un reciente informe revela la letalidad de estas medidas y las consecuencias invisibilizadas para países como Cuba.

REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG

      En un artículo publicado por W.T. Whitney Jr. en la web MLToday con el título «New Report Associating Sanctions with Death Has Implications for Cuba», el autor analiza un reciente informe de la revista médica británica The Lancet, que arroja una conclusión devastadora:

   las sanciones económicas, especialmente las impuestas de forma unilateral por Estados Unidos, provocan cientos de miles de muertes anuales en los países sancionados.

    Aunque el informe no menciona directamente a Cuba, las implicaciones para la isla caribeña son contundentes y evidentes.

    Según afirma el autor, este nuevo estudio, basado en datos de 152 países entre 1971 y 2021, demuestra que las sanciones unilaterales estuvieron asociadas con más de 564.000 muertes anuales entre 2010 y 2021. De ese total, un 51% corresponde a niños menores de cinco años, y el 77% a los grupos de edad más vulnerables: menores de 15 y mayores de 60.

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   Estos datos superan las cifras de víctimas en guerras convencionales durante ese mismo período. De acuerdo a lo expresado por W.T. Whitney, esto debería considerarse como una forma de guerra encubierta, en la que no se emplean misiles, sino mecanismos económicos para producir daño físico.

     El artículo subraya que las sanciones impuestas por Estados Unidos tienen un efecto particularmente letal. Mientras las sanciones unilaterales de la Unión Europea no mostraron efectos estadísticamente significativos, las estadounidenses sí lo hicieron en prácticamente todos los grupos de edad. El autor destaca que las víctimas no son solo números: son personas cuyas vidas se pierden por la imposibilidad de acceder a alimentos, medicamentos, materiales médicos, y condiciones básicas de salud y bienestar.

     En el caso cubano, Whitney Jr. apunta a que los efectos del bloqueo estadounidense —vigente desde hace más de seis décadas— se reflejan directamente en indicadores como la tasa de mortalidad infantil, que ha subido a 8,2 por mil nacimientos en 2025la cifra más alta en casi 30 años. En 2014, esta tasa era de 4,2, una de las más bajas del continente, lo que demuestra un deterioro alarmante. La esperanza de vida también ha caído, y los recursos médicos, alimentarios y logísticos son cada vez más escasos, en gran parte por las restricciones económicas que impone el bloqueo.

      Según afirma el autor, las sanciones forman parte de una estrategia imperialista que se intensificó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los países industrializados comenzaron a imponer medidas coercitivas para mantener su influencia sobre los estados recién independizados o en desarrollo. De acuerdo a lo expresado por la académica Joy Gordon, citada por Whitney, las sanciones se han convertido en una herramienta de poder que solo los países más ricos utilizan contra naciones más débiles.

   Mark Weisbrot, uno de los autores del informe comentado, señala que las sanciones son preferidas por las potencias porque son menos visibles que las guerras convencionales, pero no por ello menos destructivas. No obstante, Whitney lamenta que ni Weisbrot ni el informe de The Lancet mencionen explícitamente el caso cubano, pese a la gravedad de su situación. Esta ostensible omisión, dice, refleja una peligrosa normalización del sufrimiento impuesto a Cuba por razones ideológicas.

     Finalmente, el autor recuerda que cuando la entonces Secretaria de Estado Madeleine Albright justificó la muerte de 500.000 niños iraquíes debido a las sanciones estadounidenses, lo hizo con la famosa frase: «valió la pena». Para Whitney, el caso cubano es una repetición de ese desprecio por la vida humana en nombre de objetivos geopolíticos.

https://canarias-semanal.org/art/36972/las-sanciones-matan-mas-que-la-guerras-el-informe-que-estados-unidos-preferiria-que-no-leyeras

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