
Silenciosamente y sin debate público, Bélgica también afina sus instrumentos represivos, siguiendo el modelo ensayado durante la pandemia y los estados de alarma. Un proyecto de ley pretende introducir el “estado de crisis“, un tercer régimen de excepción que se insertaría entre el estado de paz y el estado de guerra, los únicos dos reconocidos actualmente por la Constitución (*).
Oficialmente es para abordar mejor ese nuevo invento que han llamado “amenazas híbridas”, que vale lo mismo para un roto que para un descosido. Es uno de esos términos jurídicos imprecisos que necesitan los gobiernos para justificar cualquier cosa. Los pretextos son tanto los ciberataques, como la desinformación y cualquier cosa que consideren “desestabilizadora” para el Estado.
¿Cuándo hay una “amenaza híbrida”? ¿quién decide lo que es verdad y lo que es mentira?
La declaración de crisis, como la de pandemia, abre las puertas a la suspensión del “imperio de la ley”, es decir, a la privación de libertades y derechos y al despliegue del ejército en las calles sin tener que declarar el estado de guerra.
Las opiniones críticas y las páginas webs que las expresen lo van a tener muy mal. Vuelve la Inquisición en busca de bulos y noticias falsas para que resplandezca “la verdad” de la mano de los cretinos del estilo Newtral, Maldita o Killbait.
Ante la proliferación de críticas y denuncias “desestabilizadoras”, el ejército tomaria el control, movilizando sus fuerzas personas y colectivos civiles y desarmados para evitar la difusión de informaciones y opiniones disidentes.
En los países de la Unión Europea, las doctrinas de «defensa híbrida contra amenazas» —un concepto vago y general— permiten a los gobiernos ampliar su margen de acción sin tener que recurrir a los marcos clásicos del estado de guerra o de grave peligro. La seguridad interior se militariza gradualmente, la vigilancia se normaliza y la libertad se condiciona al cumplimiento.
Primero silenciaron a los rusos, medios como RT o Sputnik. Luego fueron a por los “prorrusos” y finalmente acabarán con todos los demás. Ya está ocurriendo con quienes se oponen al genocidio de los palestinos, como comentábamos ayer.
No se va a librar a nadie que alce la voz. La represión en Europa va de la mano del rearme. Necesitan poner firme a la población, tener peleles fieles, sumisos y disciplinados. Los tiempos de las libertades y los derechos fundamentales han quedado muy atrás.
Se veía venir desde la pandemia, los confinamientos y los toques de queda. En Bélgica había dos estados de excepción y ahora habrá un tercero. En España había tres y ahora también habrá más. Como el tiempo, los “estados de crisis” se harán permanentes para que -poco a poco- la población trague y se acostumbre a hacer lo que le mandan los militares. Las sociedades europeas acabarán siendo cuarteles.
(*) https://www.lecho.be/…/entre-guerre-et…/10614768.html
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