FOGARATE
RAMÓN COLOMBO
Desde que se inventó el origen de la vida humana, la política ha debido estar al servicio de los mejores valores, pero no ha sido así. Por eso, cuando en nuestra larga historia de negaciones y desvalores se presenta algún hecho de verdadera trascendencia humana debemos celebrarlo con gran alegría: el que Luis Abinader haya convocado a un diálogo abierto y franco sobre Haití a sus peores opositores, y que estos hayan acudido y sostengan acuerdos solidarios, nos indica que, por fin, que nuestro máximo liderazgo político está actuando con sentido de trascendencia (que es lo más importante).