
El documental «No Other Land», que por su nombre en castellano se lee «Ninguna otra tierra», es reconocido recientemente porque ganó el premio Óscar al mejor largometraje documental en marzo de 2025 en Estados Unidos. Sin embargo, ya había sido ganador y nominado en otros festivales cinematográficos. Por ejemplo ganó el Mejor documental en el 74 Festival Internacional de Berlín; en los 37 Premios del Cine Europeo EFA; en los 40 Independent Spirit Awards; en los Gotham Independent Film Awards. Ganador en varios círculos de críticos de cine, como en el Círculo de Críticos de Nueva York; en el National Board of Review (Asociación de Críticos Norteamericanos); en la Asociación de Críticos de Los Ángeles (LAFCA); en la Asociación de Críticos de Chicago; Asociación de Críticos de Boston. Nominado a mejor documental en los Premios BAFTA 2025 (Academia de cine y TV británica); en los 37 Premios del Cine Europeo EFA; en los 27° British Independent Film Awardas y en los 29 Satellite Awards (International Press Academy). Seguramente se escapan otros premios y nominaciones, pero los nombrados anteriormente, dan cuenta de la relevancia que alcanzó este documental.
El documental palestino-israelí, evidencia las agresiones de la que son víctimas los habitantes de la comunidad Masafer Yatta en Cisjordania, Palestina, a manos de los colonos de Israel que, respaldados por las asesinas y criminales Fuerzas de Defensa de Israel, las 24 horas del día invaden el territorio palestino para derribar y destruir con retroexcavadoras las casas, olivos, plantaciones, pozos de agua, las cisternas donde recogen aguas lluvias, los paneles solares que han recibido en donación y con ello, obligar a los palestinos a sobrevivir en cuevas que -literalmente- se convierten en sus hogares.
El largometraje es la historia de esta comunidad contada desde el lente de Basel Adra, que de niño fue pastor de ovejas en Masafer Yatta, comunidad donde creció y que cuenta con 20 aldeas en las montañas del sur de Cisjordania, justo en la llamada Línea Verde de 1948, frontera con el Estado sionista de Israel y que para el censo de 2016 estaba habitada por 1304 personas (207 hogares) de los cuales 629 eran niños. En Masafer Yatta ninguna aldea tiene acceso a agua potable, electricidad, alcantarillado, recogida de basura, transporte público o sistemas de comunicaciones. El padre de Basel sobrevive con el ingreso que le deja una gasolinera improvisada que instaló frente a su casa. A su lado, siempre se encuentra el israelí Yuval Abraham, un periodista de investigación, director de cine y traductor del árabe al hebreo nacido en Beer Sheva o Beerseba. A los 19 años, Yuval fue asignado al Cuerpo de Inteligencia de las fuerzas de Defensa de Israel; sin embargo, tras una semana de entrenamiento se negó a servir en esa fuerza reaccionaria y decidió abandonar el ejército sionista. Aprendió árabe (idioma predominante en Palestina) y así entendió de primera mano la tragedia que vive el pueblo palestino por culpa de los sionistas, sumado a que convivió con familias palestinas cuyas casas fueron demolidas por el ejército ocupante de Israel. En medio del documental se enfrenta a los soldados sionistas y les increpa que están cometiendo crímenes en su nombre, como el casi asesinato de Harun Abu Aram, un joven que se opuso a que las fuerzas de ocupación se llevaran una pequeña planta generadora de energía y unas herramientas de albañilería.
La zona fue declarada por un tribunal israelí, como un campo de tiro y maniobras militares del ejército sionista, por lo que se creen con el derecho de demoler las casas y destruir las pertenencias de los palestinos asentados en esa zona de Cisjordania. La escuela en la que estudió Basel, fue fundada en medio de la lucha contra los sionistas que trataron de impedir a toda costa que se construyera. «El plan era trabajar juntos todo el verano. Las mujeres y los niños trabajaban durante el día. Los hombres trabajaban de noche, en secreto.», se narra en el documental. Después de una visita de Tony Blair a la escuela y estar 7 minutos en el pueblo de Basel, Blair volvió a Inglaterra; Israel detuvo las órdenes de demolición de la escuela, lo que demuestra la genuflexión de los sionistas a los imperialistas.
En resumen, «No Other Land» es la historia de cómo Basel, por medio de su teléfono celular y usando las redes sociales, registra el ataque de colonos armados contra las casas de la aldea, mientras son custodiados por soldados del Ejército de Israel. Pero también registra la resistencia de un pueblo que se niega a ser presa fácil de los designios de los sionistas e imperialistas.
La ocupación sionista secuestró al cineasta palestino Hamdan Ballal
No podemos acabar esta nota sin denunciar que el cineasta palestino y co-director de «No Other Land», Hamdan Ballal, fue secuestrado en su vivienda por colonos de la Cisjordania ocupada después de atacarlo violentamente en Susya, Cisjordania. Su casa fue rodeada y vandalizada por colonos encapuchados y armados. También fue golpeado y secuestrado por soldados que lo llevaron a una base militar donde fue interrogado y posteriormente liberado.
«El grupo de asaltantes llegó con porras, cuchillos y al menos un rifle de asalto; muchos también iban enmascarados. Cinco activistas judíos estadounidenses acudieron al lugar para documentar el ataque y fueron violentamente agredidos por los colonos, quienes también utilizaron piedras para destrozar su vehículo con los activistas dentro», dijo uno de los testigos que presenció el ataque y posterior secuestro.
Invitamos al movimiento obrero, a los revolucionarios y al pueblo en general a ver y discutir sobre el documental «No Other Land», a difundirlo ampliamente y a que nos recomienden otros documentales y materiales que sirvan a difundir la lucha del pueblo palestino por su liberación del yugo que imponen los sionistas e imperialistas contra Palestina.