Polarizada, la conversación en X (nuestro otrora amado Twitter) se ha polarizado a un punto tal que la crispación y los insultos se superponen a la razón. Por ello, muchos hemos optado por andar con un perfil más bajo. Eso ha sido una trampa, sin embargo, para las feministas: gracias a ese silencio la conversación anti-igualdad y los mensajes de odio han experimentado un incremento del 30%, mientras que el bando contrafeminista publica más del doble de mensajes en nuestro país.
Dejarle el espacio a los contrafeminstas, como sostiene el informe #SINFILTRO de Llorente & Cuenca (LLYC), es letal para la lucha por de la igualdad ya que el mensaje que se reproduce es que el feminismo es amenaza los pilares tradicionales de la familia, la natalidad y el matrimonio.
Como las distorsiones y manipulaciones de los antiderechos tienen un trasfondo político importante (4 de cada 5 mensajes contrafeministas obedecen a motivaciones políticas conservadoras) es nuestro deber recuperar la voz para que la lucha a favor de la igualdad no muera.
Debemos enarbolar la bandera feminista con un nuevo vigor para desmontar toda la falsía que se teje alrededor de un discurso que solo busca que regresemos a un pasado de represión. ¡Mujeres, no dejemos que nos enjaulen de nuevo!