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¿Cómo afecta el uso excesivo de redes sociales a la salud mental juvenil?
Las redes sociales se han convertido en una herramienta omnipresente en la vida de los adolescentes. Aunque ofrecen oportunidades de conexión y entretenimiento, su uso desmedido está generando preocupaciones sobre el bienestar emocional de los jóvenes
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En la era digital contemporánea las redes sociales se han integrado profundamente en la vida cotidiana de los adolescentes. Plataformas como Instagram o TikTok ofrecen espacios para la interacción, el entretenimiento y la autoexpresión.
Sin embargo, el uso excesivo de estas plataformas ha suscitado preocupaciones significativas sobre su impacto en la salud mental de los jóvenes, especialmente en relación con el aislamiento social y la depresión.
Aislamiento social y salud mental en adolescentes
Diversos estudios han evidenciado que el tiempo prolongado en redes sociales puede conducir a una sensación de aislamiento social entre los adolescentes. Aunque estas plataformas pretenden conectar a las personas, su uso excesivo puede reemplazar las interacciones cara a cara, fundamentales para el desarrollo emocional y social.
Un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) señala que el uso problemático de las redes sociales se asocia con menores niveles de autoestima y mayores índices de depresión y ansiedad en los jóvenes.
María, una adolescente de 16 años, comparte su experiencia:
«Pasaba horas en Instagram viendo las vidas perfectas de los demás. Empecé a sentirme insuficiente y me aislé de mis amigos. Me di cuenta de que necesitaba ayuda cuando mi ansiedad se volvió insoportable».
Situación en España
A nivel nacional, la tendencia es alarmante. Un informe reciente realizado por siete universidades españolas revela que alrededor de un millón y medio de adolescentes, de entre 12 y 18 años, presentan problemas emocionales, incluyendo cuadros de ansiedad, depresión y otros trastornos.
El estudio destaca la importancia de la detección temprana y la intervención profesional para abordar estos problemas, ya que factores como la soledad no deseada y el uso excesivo de redes sociales contribuyen significativamente al deterioro de la salud mental de los jóvenes.
Laura, una joven de 17 años, relata:
«Al principio, las redes sociales eran una forma de conectar con amigos, pero luego me encontré comparándome constantemente con otros. Eso afectó mi autoestima y me llevó a sentirme deprimida».
Factores contribuyentes
El fenómeno conocido como «miedo a perderse algo» (FOMO, por sus siglas en inglés) es particularmente prevalente entre los adolescentes.
Este miedo impulsa a los jóvenes a estar constantemente conectados, temiendo quedar excluidos de experiencias compartidas en línea. Esta necesidad de estar siempre al tanto puede generar ansiedad y una sensación de insuficiencia.
Además, la comparación constante con imágenes idealizadas en las redes sociales puede erosionar la autoestima de los adolescentes. La exposición a vidas aparentemente perfectas puede hacer que los jóvenes se sientan insatisfechos con sus propias realidades, fomentando sentimientos de depresión y aislamiento.
El Dr. José Antonio Galiani, psicólogo y director del Centro Psicosanitario Galiani, advierte sobre la creciente ansiedad y estrés derivados de la constante exposición a noticias alarmantes en la era digital. Este fenómeno, denominado «infoxicación» y su versión más moderna «doomscrolling», afecta negativamente la salud mental al conectar con nuestros miedos y aumentarlos.
Si bien las redes sociales ofrecen múltiples beneficios, es crucial abordar los desafíos que presentan para la salud mental de los adolescentes. Fomentar un uso equilibrado y consciente, junto con el apoyo de padres, educadores y profesionales de la salud, es fundamental para garantizar el bienestar emocional de las nuevas generaciones en el entorno digital.