FOGARATE
RAMÓN COLOMBO
Al proponerse armar una alianza militar con Cuba y Nicaragua, lo cual es sumamente dudoso, para enfrentar al enemigo común (Estados Unidos y aliados), Nicolás Maduro se sitúa en el extremo de la locura y asume el riesgo inminente de un golpe de estado o un atentado contra su vida. Lo sabe. Como sabe que Cuba revolucionaria nunca se ha dado ni se daría al aventurerismo, y como sabe también que la Nicaragua sandinista carece de los recursos y de la fuerza militar organizada que le permita proyectarse en el plano internacional. Más aún: Maduro sabe que el resto de América Latina se opondría de manera unánime a tan impredecible aventura.