¿Por qué el agua no basta para combatir los incendios en California?
¿Qué relación tienen los incendios de Los Ángeles con el cambio climático? Científicos explican cómo el fenómeno del «latigazo meteorológico» y la sequía prolongada han generado condiciones perfectas para estas catástrofes naturales.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
En un artículo publicado por Matt McGrath, corresponsal de la BBC para temas ambientales, se analizan las complejas causas detrás de los incendios forestales en Los Ángeles y cómo el cambio climático está desempeñando un papel determinante en su ferocidad. Según McGrath, los llamados «latigazos meteorológicos», un fenómeno de cambios bruscos entre condiciones húmedas y secas, están transformando el panorama climático global y amplificando la intensidad de estos desastres.
De acuerdo con el profesor de ingeniería ambiental de la Universidad de California, Jay Lund, una de las principales dificultades para combatir los incendios en esta región radica en la limitada capacidad de almacenamiento de agua en los tanques urbanos. Lund señala que estos sistemas están diseñados para atender incendios domésticos y localizados, no grandes incendios forestales.
Además, destaca que el problema no es la falta general de agua en el sur de California, sino su disponibilidad inmediata en zonas específicas durante el tiempo crítico para contener el fuego. Tal como explicó a Reuters, este desfase temporal y geográfico es clave en la expansión de los incendios.
Por su parte, el funcionario Mark Pestrella subraya la importancia del apoyo aéreo en la lucha contra los incendios, un recurso que, en este caso, quedó inutilizado debido a las adversas condiciones meteorológicas, como los fuertes vientos y la escasa visibilidad. Estas limitaciones complicaron aún más la tarea de los equipos de emergencia.
Latigazos meteorológicos y calentamiento global
Matt McGrath conecta la ferocidad de estos incendios con una tendencia climática global que los científicos denominan «latigazo meteorológico». Este fenómeno, según un estudio de la Universidad de California, ha sido exacerbado por el calentamiento global, incrementando la frecuencia de alternancias extremas entre condiciones muy húmedas y muy secas. Dichos cambios abruptos han contribuido a crear una vegetación que crece rápidamente durante los años húmedos y que, al llegar períodos de sequía extrema, se convierte en un combustible ideal para los incendios.
Los datos del estudio revelan que desde mediados del siglo XX, el cambio climático ha incrementado estas oscilaciones extremas en un rango del 31% al 66%. Este fenómeno, según los autores, no solo está afectando a California, sino que también se está acelerando en otras regiones del mundo. En el caso de California, tras décadas de sequía, los años de lluvias intensas propiciaron un crecimiento explosivo de vegetación, la cual ahora, reseca y abundante, alimenta la magnitud de los incendios.
Implicaciones globales
El análisis de McGrath deja claro que el cambio climático no solo está intensificando los incendios forestales en California, sino que también está generando condiciones extremas en otras partes del mundo. A medida que el planeta se calienta, el ritmo de aumento de los «latigazos meteorológicos» se está acelerando, lo que podría llevar a situaciones similares en regiones previamente consideradas seguras frente a este tipo de desastres.
En este contexto, los incendios de Los Ángeles se presentan como un ejemplo extremo de cómo la interacción entre los factores locales, como los vientos de Santa Ana, y los cambios climáticos globales, están creando situaciones cada vez más difíciles de manejar. Las medidas locales para combatir incendios necesitan adaptarse a esta nueva realidad climática, pero también se requiere una acción global urgente para mitigar los efectos del cambio climático y reducir su impacto a largo plazo.