La ultraderecha en ascenso: ¿cómo llegó AfD a liderar en Alemania? ¿Cómo AFD llegó a convertirse en el partido alemán con mayor representación en el Parlamento?
En poco más de una década, Alternativa para Alemania (AfD) ha pasado de ser un partido marginal a liderar en los sondeos. El fenómeno no solo refleja una crisis en el modelo económico y social alemán, sino también el impacto del descontento social, la normalización del extremismo y el debilitamiento de las fuerzas progresistas.
POR HANSI QUEDNAU PARA CANARIAS SEMANAL.
La presencia de Alternativa para Alemania (AfD) en el panorama político alemán ha dejado de ser una anomalía para convertirse en un fenómeno consolidado. Su ascenso, desde su fundación en 2013 como un partido euroescéptico hasta convertirse en la segunda fuerza en intención de voto, refleja una combinación de factores estructurales, sociales y culturales que han calado profundamente en diversos sectores de la población.
Este análisis trataremos de explorar las causas de este ascenso, complementándolo con testimonios extraídos de los medios alemanes que arrojan luz sobre un fenómeno que interpela no solo a Alemania, sino a toda Europa.
DEL ESCEPTICISMO EUROPEO A LA ULTRADERECHA CONSOLIDADA
El relato oficial sobre los inicios de AfD lo describe como un partido euroescéptico que, hacia 2015, abrazó plenamente las posiciones de la ultraderecha. Sin embargo, esta narrativa requiere matices. Desde sus primeros pasos, el partido incluía figuras como Alexander Gauland y Frauke Petry, líderes que rápidamente lo alinearon con los postulados más reaccionarios del espectro político europeo.
Hoy, AfD es la principal fuerza de oposición en el Bundestag, con 77 diputados, y tiene representación en todos los parlamentos regionales salvo uno. Su avance ha sido más pronunciado en los estados de la antigua República Democrática Alemana (RDA), como Sajonia y Turingia, donde ha sabido canalizar el enorme malestar social y las desigualdades allí existentes desde que se produjo la reunificación alemana y la consiguiente desaparición de la RDA.
LAS CLAVES DEL ASCENSO DE AFD
Diversos factores han permitido que un partido como AfD, otrora impensable en el escenario político alemán, no solo crezca, sino que se normalice. Entre ellos, destacamos Llos siguientes:
- La crisis de refugiados de 2015: La llegada masiva de solicitantes de asilo desbordó los recursos de muchas comunidades, generando tensiones que AfD supo capitalizar. El discurso del partido combina una retórica antimigratoria con un nacionalismo económico que resuena especialmente entre los trabajadores.
- Descontento en los estados orientales: En las regiones de la antigua RDA, la desindustrialización y la falta de inversión en infraestructura han dejado un legado de desconfianza hacia las instituciones .“Muchos alemanes orientales sienten una especial reticencia hacia las instituciones tradicionales de la democracia representativa debido a un escepticismo arraigado”, señala la historiadora Christina Morina.
- Crisis económica y energética: El modelo económico alemán, basado en la exportación de manufacturas, enfrenta un agotamiento evidente. La pandemia, las sanciones a Rusia y la explosión del gasoducto Nord Stream han encarecido la energía, afectando a industrias clave como la automovilística y la química. Este contexto ha intensificado el temor por el empleo y ha dado alas al discurso proteccionista de AfD.
- El desgaste de los partidos tradicionales: Tanto la Unión Demócrata Cristiana (CDU) como el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) han perdido credibilidad, dejando un vacío político que AfD ha llenado con propuestas populistas y una retórica de oposición frontal.
EL PERFIL DE LOS VOTANTES DE AFD
AfD ha logrado expandir su base electoral en sectores que antes parecían impermeables a su discurso, como los jóvenes y los trabajadores. En las elecciones europeas de 2024, el 33% de sus votantes eran trabajadores, una cifra que llegó al 49% en Turingia y al 45% en Sajonia. Esta penetración en el electorado obrero está vinculada a la percepción de que los refugiados son competidores por empleos y servicios públicos escasos.
En el caso de los votantes jóvenes, las redes sociales han sido una herramienta clave. A través de plataformas como TikTok y X, AfD ha logrado conectar con una generación desencantada con las élites políticas tradicionales.
EL PAPEL DE LA MEMORIA HISTÓRICA
Alemania es un país que invirtió significativamente en políticas de memoria para afrontar su pasado nazi, pero el ascenso de AfD demuestra que estas políticas no han sido suficientes. La resistencia comunista al fascismo, por ejemplo, fue relegada a un segundo plano en los relatos oficiales, lo que ha debilitado un antifascismo que podría haber contrarrestado mejor el crecimiento de la ultraderecha.
TESTIMONIOS QUE EXPLICAN EL FENÓMENO
El crecimiento de AfD no puede entenderse sin la voz de quienes viven este fenómeno. Christina Morina subraya que el legado de desigualdad y exclusión de la antigua RDA alimenta el voto a AfD:
“Es el resultado de políticas que nunca priorizaron realmente la integración del este en el tejido social y económico del país”.
Desde un enfoque internacional, el medio France24 destaca el papel de las crisis recientes:
“El hartazgo popular, la guerra en Ucrania y el fracaso de la izquierda podrían ser las claves en el auge del movimiento extremista europeo”.
Este hartazgo no solo está presente en Alemania, sino en países como Francia o Italia, donde la ultraderecha ha ganado terreno.
EL RETO DE LA IZQUIERDA
Uno de los interrogantes más apremiantes es por qué la izquierda no ha sabido capitalizar el descontento social. Las disensiones internas, la falta de un programa realmente transformador, así como la fuerte presión mediática, han limitado su capacidad de respuesta.
Aunque iniciativas como la Alianza Sahra Wagenknecht han logrado recuperar parte del voto obrero, el panorama continúa siendo desfavorable para una izquierda que no logra articular una alternativa convincente.
Fuentes consultadas:
- Junge Welt
- France24