«El camino de Venezuela está sometido a desvíos, reveses y retrocesos»
«El chavismo será recordado por haberse rebelado en contra de la arrogancia y la agresión de EE. UU.
Sin embargo, el chavismo no era el socialismo. Ni tampoco pudo construir un camino que condujera hasta él. Chávez trajo, eso sí, amor y respeto cristianos hacia los pobres y hacia los desfavorecidos»,
POR GREG GODELS / MLTODAY
«Debemos decir la verdad: en eso radica nuestra fuerza,
y serán las masas, el pueblo, la multitud quienes decidirán en la
práctica, después de la lucha, si tenemos o no la razón .»
– V.I. Lenin, 1905 –V.I. Lenin, 1905
Parece que es evidente que Hugo Chávez será recordado históricamente como uno de los más destacados adversarios del imperialismo estadounidense de nuestra época. Su desafío a los sucesivos gobiernos estadounidenses fue realmente valiente.
Situada en el llamado «patio trasero» de los EEUU, Venezuela, bajo el liderazgo de Chávez, suscitó la alegría y la admiración de millones de personas en todo el planeta. Inspiró, además, a otros pueblos latinoamericanos a tratar de construir su propia respuesta frente a la dominación estadounidense.
Ante la intervención extranjera, los intentos de golpe de Estado y una oposición interna feroz, el chavismo será recordado por haberse rebelado en contra de la arrogancia y la agresión de EE. UU.
Sin embargo, el chavismo no era el socialismo. Ni tampoco pudo construir un camino que condujera hasta él. Chávez trajo, eso sí, amor y respeto cristianos hacia los pobres y hacia los desfavorecidos, ofreciendo a su pueblo una dosis de “socialismo” utópico, tomado de asesores de la izquierda occidental.
El movimiento que encabezó era multiclasista,sin que la clase trabajadora venezolana llegara a desempeñar en ese movimiento un papel especial. Nunca se planteó convertir el aparato del Estado en una democracia popular. Tampoco se llegó a conseguir una transformación radical que le permitiera resistir ni las maniobras urdidas por la burguesía interna autóctona, ni que impidiera la intervención extranjera.
Como consecuencia de todo ello, el camino de Venezuela está sometido a desvíos, reveses y retrocesos,especialmente frente a una potente reacción derechista interna y a los embates de la intervención extranjera.
Reiteradamente, la historia ha demostrado que la movilización y el empoderamiento de la clase trabajadora es la barrera más importante y sólida para que un Gobierno pueda estar en condiciones optimas para desbaratar las maquinaciones de las poderosas fuerzas antagónicas de clase que le son hostiles.
Para que ello se produzca resulta imprescindible la cooperación de los Partidos obreros y de sus militantes, en este caso, los comunistas. Ese es un factor esencial para ese esfuerzo pueda ser coronado por el éxito.
Sin embargo, el Gobierno de Maduro no solo rechazó la colaboración del Partido Comunista de Venezuela (PCV), sino que, además, lo puso fuera de la ley, obstruyendo, incluso , su participación en el proceso electoral. Este ataque irracional en contra el PCV está bien documentado, e internacionalmente nadie ha puesto en duda su veracidad.
Aun así, hay quienes conociendo la complicidad del Tribunal Supremo venezolano en su ilegalización, han optado por ignorar el fallo de ese Tribunal. Han preferido desviar la mirada y negar cualquier atisbo de sospecha relacionada con la sumisión servil de ese Tribunal al gobierno de Maduro.
Esa es una mala señal que una determinada izquierda que muestra su indignación cuando se producen decisiones similares dictadas por los Tribunales Supremos de sus propios países, obvien casos flagrantes como este.
Las recientes elecciones venezolanas están siendo objeto de un intenso debate. Pero, en última instancia, tendrá que ser el propio pueblo venezolano el que resuelva la cuestión de la legitimidad o no del pasado proceso electoral.
¿Ayudará a los venezolanos encontrar la verdad cuando algunos pretenden que el reciente proceso electoral estuvo a la altura de las prácticas pasadas, aplaudidas por varios observadores internacionales reconocidos?
Un destacado comentarista de izquierda apeló a la Constitución venezolana para señalar con timidez que la Constitución no obligaba al Consejo electoral a respetar esas prácticas pasadas.
Difícilmente podría traducirse esa posición como una defensa entusiasta de los resultados que hoy, él mismo y otros muchos están defendiendo con auténtica pasión.
https://canarias-semanal.org/art/36736/greg-godels-venezuela-y-ahora-que