El economista socialdemócrata muestra sus gran preocupación por el auge de la extrema derecha
Según mantiene el conocido economista socialdemócrata y ex colaborador de la formación Podemos Vicenç Navarro, en un artículo recientemente publicado por el digital canadiense «Global Research», y titulado «El fin de la democracia liberal», este sistema político atraviesa una crisis profunda (…).
POR JORDI RUIZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Según mantiene el conocido economista socialdemócrata y ex de la formación Podemos Vicenç Navarro, en un artículo recientemente publicado por el digital canadiense «Global Research», y titulado «El fin de la democracia liberal», este sistema político atraviesa una crisis profunda. Navarro argumenta que la democracia liberal está en riesgo de ser sustituida por sistemas autoritarios, asegurando que así lo indicaría el auge de los movimientos de ultraderecha en Europa y las Américas.
El artículo de Navarro destaca cómo en Europa, los movimientos y partidos de ultraderecha han crecido significativamente, enraizados en ideologías similares a los movimientos fascistas y neonazis del siglo pasado. Esta tendencia se reflejó en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, donde estas fuerzas políticas experimentaron un notable incremento de este tipo de fuerzas políticas.
En América, precisa Navarro, el fenómeno es igualmente preocupante. En Estados Unidos, el trumpismo ha dominado el Partido Republicano, y se anticipa que Trump podría ganar las próximas elecciones presidenciales. En Latinoamérica, la ultraderecha ha logrado victorias significativas en Brasil y Argentina, generando alarma en los círculos políticos y mediáticos tradicionales.
Este crecimiento de las ultraderechas ha influido en las derechas tradicionales, que han adoptado muchas de sus posturas y políticas. Navarro cita el ejemplo de España, donde el Partido Popular (PP) ha adoptado medidas extremas y se ha aliado con partidos de ultraderecha en varios gobiernos autonómicos y regionales. Este fenómeno no es exclusivo de España y se observa en toda la Unión Europea, presagiando un futuro Parlamento Europeo dominado por coaliciones de derechas y ultraderechas.
Navarro sostiene que el auge de las ultraderechas es una consecuencia del deterioro económico y social causado por el modelo neoliberal globalizador iniciado en los años 80. Este modelo, promovido por figuras como Reagan y Thatcher, ha generado una polarización económica y social extrema, con un impacto devastador en las clases trabajadoras.
La desregulación de mercados laborales y la globalización empresarial han llevado a la exportación de empleos y a una concentración de la riqueza en las élites, dejando a las clases populares en una situación precaria.
En Estados Unidos, las políticas neoliberales han llevado a un deterioro significativo en la calidad de vida de las clases populares, con una esperanza de vida en declive y un aumento de las «enfermedades de la desesperación» como la adicción y el suicidio. Navarro, que en los Estados Unidos él mismo llegó a trabajar tanto para la Administración de Bill Clinton, como para la del republicano ultraliberal Ronald Reagan, justificando esta colaboración como un «intento de actuar desde dentro en favor de las políticas sociales», admite ahora, no obstante, que las políticas neoliberales fueron finalmente implementadas tanto por gobiernos republicanos como demócratas, erosionando el apoyo electoral de las clases trabajadoras y contribuyendo al auge de movimientos como el trumpismo.
En Europa, aunque con una menor magnitud, el impacto ha sido similar. Las políticas de la Tercera Vía, adoptadas por líderes como Blair y Schröder, alejaron a la socialdemocracia de sus raíces redistributivas, favoreciendo la concentración de la riqueza y polarizando aún más a la sociedad. Este abandono de políticas redistributivas ha facilitado el crecimiento de la ultraderecha, que ha capitalizado el descontento de las clases trabajadoras.
El artículo de Navarro también señala la importancia de construir amplias coaliciones de movimientos de liberación que combinen la lucha de clase, raza y género.
Navarro subraya que la integración de las minorías y las mujeres en el sistema político debe formar parte de un proyecto transformador más amplio que busque eliminar cualquier forma de explotación. Cita el ejemplo de la «Rainbow Coalition» liderada por Jesse Jackson en Estados Unidos, que representaba un intento de unificar a todas las clases populares en oposición al modelo neoliberal globalizador.
Finalmente, Navarro llama a recuperar las políticas públicas redistributivas e intervencionistas que «empoderen» a las clases populares y democraticen el Estado.
El profesor Navarro argumenta que solo mediante la regulación de la actividad económica y la limitación del poder de las élites empresariales se podrá frenar el avance de las ultraderechas y restaurar la calidad de vida de las clases trabajadoras.
Además -afirma el economista- «es crucial que las fuerzas progresistas recuperen la confianza de las clases trabajadoras, que se han sentido abandonadas por las políticas neoliberales. Esto requiere un compromiso genuino con la justicia social y la igualdad económica, abordando problemas estructurales como la precariedad laboral, el acceso desigual a la educación y la sanidad, y la vivienda asequible.
«También es vital – concluye el economista- enfrentar el poder de las grandes corporaciones y promover un modelo económico más justo y sostenible».