
¿Serán las elecciones anticipadas «la solución» a la situacion de Perú ?
La presidencia de Dina Boluarte en Perú se ve envuelta en una vorágine de descontento popular y crisis económica, mientras las demandas de elecciones anticipadas se intensifican. ¿Podrá Boluarte seguir sosteniendo el Gobiernor ante la creciente presión interna y externa?
POR VICTORIA MARTÍNEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
La presidenta de Perú, Dina Boluarte es, posiblemente en la actualidad, la mujer más odiada del hemisferio sur americano.
Simultáneamente a ese sentimiento tan ampliamente extendido entre sus conciudadanos y de los países circundantes, Boluarte se enfrenta a una encrucijada sin precedentes en la historia política reciente del Perú. Desde su asunción al poder a través de un golpe de estado urdido institucionalmente, la legitimidad de su mandato es objeto de un permanente e intenso escrutinio, tanto dentro como fuera de las fronteras peruanas.
Boluarte se encuentra, pues, en el contexto de un Perú fracturado por la polarización, las demandas de justicia social y la creciente desaprobación popular.
Desde su ascenso al poder, tras la destitución de Pedro Castillo, Boluarte ha intentado navegar por un país marcado por profundas divisiones sociales y étnicas. Las protestas que han sacudido a Perú desde diciembre de 2022 reflejan no solo el descontento con su gobierno, sino también un clamor más amplio por reformas estructurales y justicia social.
La represión de las protestas bajo la Administración de Boluarte, con un saldo trágico de víctimas mortales, ha exacerbado las tensiones y ha atraído la condena internacional de organizaciones de derechos humanos. Estos eventos han cimentado la percepción de un gobierno que se apoya más en el autoritarismo que en el consenso democrático para mantenerse en el poder.
LA SITUACIÓN ECONÓMICA
La situación económica en Perú es desesperadamente preocupante para una significativa proporción de su población. Un estudio reciente reveló que solo 3 de cada 10 peruanos logran cubrir sus gastos mensuales con dificultad, una cifra que no ha mejorado en comparación con el año anterior.
Este escenario es aún más desafiante debido al aumento en el precio de la canasta básica de alimentos, exacerbado por la inflación y la inseguridad ciudadana. Estos factores han llevado a que 6 de cada 10 peruanos vivan hondamente preocupados por su situación económica.
Además, el panorama de empleo no es alentador, con un 47% de los peruanos indicando que es más difícil encontrar trabajo ahora en comparación con seis meses atrás. Esta situación ha afectado principalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad, donde los niveles socioeconómicos más bajos experimentan mayores dificultades para llegar a fin de mes.
En términos de perspectivas futuras, la mayoría de los peruanos no esperan mejoras significativas en el corto plazo, lo que contribuye a un ambiente generalizado de pesimismo económico.
La crisis económica, junto con la situación política y el aumento del gasto familiar, son identificados como los principales motivos detrás de las dificultades económicas que enfrentan los ciudadanos. Esto, a su vez, afecta la emotividad de la población, con un alto porcentaje de mujeres experimentando niveles elevados de preocupación, estrés y cansancio emocional.
ELECCIONES GENERALES
La resistencia contra Boluarte no se limita, pues, a las calles de Perú. La diáspora peruana ha llevado su descontento a escenarios internacionales, evidenciando la profundidad y amplitud de la crisis política de ese país. Estas manifestaciones de rechazo, desde Estados Unidos hasta Alemania, subrayan la naturaleza global de las luchas democráticas en la era contemporánea y el rol de las comunidades en el exilio en la conformación de la opinión pública internacional.
En este contexto, el llamado a elecciones anticipadas se ha convertido en un grito unánime, no solo como una salida a la crisis política inmediata, sino como una demanda de renovación del pacto democrático en Perú. Sin embargo, la postergación y ambigüedad en torno a esta demanda esencial solo han profundizado el abismo entre el gobierno y amplios sectores de la población.
El futuro de Perú, y de Boluarte como líder del país, está en juego. La respuesta a las demandas de justicia, democracia y derechos humanos determinará no solo el legado de su presidencia, sino también el camino que seguirá Perú en los próximos años.
En un mundo preñado de competitividad y contradicciones, la elección entre la represión y el diálogo podría no solo definir el destino de una nación, sino también ofrecer lecciones valiosas para otros países que enfrentan encrucijadas similares.
https://canarias-semanal.org/art/35873/peru-al-borde-del-colapso-democratico