Manifestaciones contra Javier Milei frente a la Casa Rosada el 20 y 21 de diciembre del 2023
Con el 56 % de los votos, llegó a la presidencia de Argentina Javier Milei, quien se autodenomina como «libertario ultraderechista», enemigo por principio del Estado expresa que: Yo considero al Estado como un enemigo; los impuestos son una rémora de la esclavitud. El liberalismo fue creado para liberar a las personas de la opresión de los monarcas; en este caso sería del Estado, un completo galimatías que encubre en realidad su sueño de gran monarca que busca eliminar las cortapisas que un Estado le pone para cumplir su sueño de gobernar a sus anchas… como el gran dictador.Enemigo del derecho al aborto y de la educación sexual en las escuelas, sentencia además que: Los únicos derechos que reivindico son a la vida, a la libertad y a la propiedad; el resto son construcciones ideológicas. Dentro de sus propuestas de campaña estuvo la eliminación de los ministerios de salud, de educación y de obras públicas, todo bajo el argumento de que lo hace mejor la inversión privada.
Tras posesionarse como jefe de Estado, el 20 de diciembre del 2023 dejó claro cómo es que pretende gobernar el país, presentó dos decretos para aplicación inmediata, el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) y la Ley Ómnibus (Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos).
Milei pretende obtener el aval para gobernar imponiendo por decreto presidencial un paquete de más de 300 medidas justificadas en una situación de emergencia general que, según él mismo, requieren de un poder especial que le confieran para legislar a través de decretos salidos directamente desde la presidencia.
Los decretos presentados por Milei son medidas para:
- Declarar una «Emergencia pública» con el fin de ampliar automáticamente las facultades presidenciales
- Derogar leyes que obligan a las empresas a abastecer el mercado interno de alimentos o garantizar la promoción de la industria en zonas de alto nivel de pobreza
- Derogar leyes que impiden la privatización de las empresas estatales
- Modificar el sistema de salud para que las aseguradoras tengan libertad para fijar las tarifas
- Limitar el derecho de huelga y establecer un «protocolo contra las protestas callejeras»
- Despedir por decreto a cerca de 5000 trabajadores estatales, contratados durante el último año
- Eliminar las sanciones a las empresas por contratos laborales irregulares
- Autorizar legalmente jornadas laborales de 12 y más horas diarias
- Cambiar las normas para las indemnizaciones de los trabajadores
- Eliminar las normas que limitan la cantidad de propiedad sobre la tierra para los extranjeros…
De conjunto, son 664 artículos que componen un plan de choque contra la crisis general de la economía argentina, donde queda claro que el grueso de la política que pretende imponer Milei es el favorecimiento de los grandes empresarios y del capital financiero y el empeoramiento de las condiciones de todos los trabajadores, mediante la rebaja general de los salarios para aumentar la ganancia de los ricos y así estimular la inversión extranjera; al final de cuentas, para la burguesía, las masas son carne para moler en la máquina de la explotación.
En política exterior, el gobierno de Milei aclaró su alineación de lado de los yanquis, y la primera medida fue la decisión de no vincularse al grupo de la Brics, una alianza económica conformada por China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica y a la que sería integrada Argentina a partir del 1 de enero del 2024. Milei dio la orden de no continuar con el proceso de vinculación, mandato que claramente viene desde la Casa Blanca, quienes no ven con buenos ojos el fortalecimiento de un bloque liderado por Rusia y China, que además será fortalecido por el ingreso de Egipto, Etiopía, Arabia Saudí, Irán y Emiratos Árabes Unidos. Los gringos pusieron en cintura al gobierno argentino y con ello le dan un mensaje directo a Rusia y China de no meterse con su patio trasero. Aun así, Milei sabe que no puede distanciarse completamente, pues 2 de los socios comerciales de la economía argentina son precisamente Brasil y China, este último con un fuerte proceso de inversión en varios países de Centro y Suramérica.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado, surge la pregunta: ¿cómo logra un personaje como Milei ganar las elecciones presidenciales? Ni su perfil, ni su preparación ni sus propuestas ofrecen la respuesta.
En primer lugar, está la difícil situación económica y social que vive Argentina: la pobreza supera el 40 % y la miseria el 18 %, la inflación a finales del 2023 subió al 124 %, el precio de los alimentos subió en un 133 %, un déficit fiscal que se desbordó, pues los gastos son muy superiores a los ingresos en el presupuesto nacional y la deuda externa ha crecido con cada gobierno que, como es costumbre, entrega más el país a través de los leoninos intereses del FMI y del Banco Mundial.
Ante este panorama, la desesperación pone a las masas a merced de cualquier culebrero que les prometa hacer cambios y allí, como en Colombia, los que tienen el poder utilizan al comodín que mejor se ajuste a la coyuntura, hasta para poner a un tipejo como Milei.
En segundo lugar, está el desprestigio y la absoluta incapacidad de la mal llamada izquierda, quienes se han dedicado a turnarse con la derecha en el gobierno para llenar de ilusiones incumplidas al pueblo argentino. Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Mauricio Macri, Alberto Fernández gobiernos que han sido la refrendación de la verdad de apuño respecto a que el problema no es quién esté en el gobierno, ya que ni las «izquierdas» ni las derechas pueden ni están verdaderamente interesadas en resolver los problemas de fondo; hoy lo estamos viviendo en Colombia con el embriagante y alucinante paso de Petro por la silla presidencial.
En tercer lugar, y la más importante, la situación del movimiento revolucionario que no logra canalizar el descontento generalizado para encausarlo por el camino de la lucha revolucionaria de las masas, esa sí la importante y decisiva.
Y así las cosas, como dice el adagio popular en río revuelo, ganancia de pescadores y en medio de la situación cualquier cipayo, hasta un tipejo como Milei, puede ser la ficha para poner en la Casa Rosada.
A la postre, la CGT ha anunciado paro y movilización al Congreso Nacional, el 24 de enero, contra el DNU y la Ley Ómnibus. Esto hace parte de la lucha que el pueblo ha comenzado a dar contra el actual gobierno; todos los días hay protestas, cacerolazos, mítines, marchas grandes y pequeñas, y todo apunta a que muy pronto se pueda presentar un gran levantamiento que se extienda por toda Argentina, y muy seguramente allí estarán los revolucionarios para disputarse la dirección.
Lo cierto y muy alentador es que el pueblo argentino está en plena acción y alerta, y lo que está por venir puede ser el primer gran asalto contra este representante de una de las alas más reaccionarias de la burguesía argentina.
