¿Está Uruguay transformándose en un nuevo epicentro del narcotráfico hacia Europa?
¿Cómo ha influido realmente la pandemia en el resurgimiento del negocio ilícito de la cocaína? ¿Y qué papel juegan la exclusión social y la anarquía institucional en este renacimiento? Este relato busca proporcionar una visión introspectiva de la interconexión entre los mercados ilícitos, la violencia y la falta de oportunidades, ilustrando cómo la lucha contra las drogas en América Latina se encuentra en un punto crítico, marcado por la urgencia de revisar y reformular las políticas existentes.
POR VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO EN EXCLUSIVA PARA CANARIAS SEMANAL
En un mundo donde las sutilezas del mercado ilícito tejen una red de influencias y poder, el floreciente negocio de la cocaína resurge con vigor tras la recesión ocasionada por la pandemia de la Covid-19
Este relato aspira a sumergir brevemente al lector en las sombras de una industria que ha desdibujado las líneas entre la legalidad y la ilegalidad, revelando la trama que conecta la exclusión social con la vorágine de la violencia y la anarquía institucional.
AMÉRICA LATINA: EL CORAZÓN DEL TRÁFICO ILÍCITO
América Latina, caracterizada por una abrumadora desigualdad social, se erige como el epicentro de esta trágica narrativa. El fenómeno ha cristalizado a través de la falta de oportunidades laborales en sectores legalmente establecidos, precipitando a las masas hacia las fauces del narcotráfico, un negocio en donde una tonelada de cocaína, producida por mil dólares en Bolivia, se comercializa por 35 mil dólares en cualquier puerto europeo.
Este inestable ecosistema, marcado por políticas de prohibición y militarización impuestas por Estados Unidos -el principal consumidor mundial-, ha germinado la violencia en Latinoamerica, erosionado su gobernabilidad y afectado la calidad de vida de su población , según ha consignado un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) de Naciones Unidas.
RUTAS DE PODER Y VIOLENCIA
Dentro de este enclave de conflicto y comercio ilícito, organizaciones como el «Primer Comando Capital (PCC)» y el «Comando Vermelho», en Brasil, se disputan el control territorial de las rutas del narcotráfico, infiltrando y subyugando a mafias locales y construyendo alianzas transnacionales en toda la región amazónica. La disputa por las rutas fluviales del Amazonas ha llevado a la violencia y la usurpación de territorios, mientras que en el sur, la infraestructura portuaria y aeroportuaria favorece las vias de exportación de la cocaína a Europa.
TRANSFORMACIONES Y ESTRATEGIAS DEL NARCOTRÁFICO
Uruguay, por su parte, estratégicamente ubicado y con políticas laxas en la aplicación de controles, ha cobrado relevancia en la distribución internacional de drogas. La capital uruguaya, Montevideo, se ha convertido en un punto de clave de salida, beneficiando el tránsito de sustancias ilícitas hacia Europa.
TRANSFORMACIONES Y ESTRATEGIAS DEL NARCOTRÁFICO
En todo este proceso, los cabecillas del narcotráfico han aprendido a distanciarse de las sustancias ilícitas y han optado por la construcción de una estructura compartimentada, para de esa forma evitar la detección y la captura. Esta nueva arquitectura organizacional, como la empleada por el PCC brasileño, ha permitido una distribución más eficiente del crimen y una resistencia robusta frente a los intentos de desmantelamiento por parte de las autoridades.
Este panorama complejo y multifacético nos lleva a reflexionar sobre la efectividad de políticas restrictivas y punitivas que, lejos de solucionar el problema de fondo, han avivado las llamas de la conflictividad y la descomposición social. La cuestión radica en replantear la lucha contra las drogas, adoptando estrategias que no solo atiendan los síntomas, sino también las raíces del fenómeno.
REFLEXIÓN Y CAMBIO DE PERSPECTIVA
La proliferación de esta industria ilícita y su impacto en la región sugiere un replanteamiento urgente de las políticas de combate a las drogas, abandonando enfoques militaristas y prohibicionistas en favor de estrategias que aborden la desigualdad y la exclusión social. Es esencial abogar la promoción del entendimiento mutuo entre los diferentes países latinoamericanos, así como la búsqueda de soluciones sustentables, donde las sociedades latinoamericanas tengan la posibilidad de reconstruir su tejido social y abrir las perspectivas de un futuro más equitativo y justo para sus pueblos
Este retrato de América Latina subraya la necesidad de una reflexión profunda y de un cambio de perspectiva que, a través de una amalgama de esfuerzos sociales, económicos, diplomáticos y legislativos que permitan redireccionar el curso enloquecido de una región atrapada entre las garras del narcotráfico y la esperanza de un porvenir más promisorio.