La investigación del Fiscal General de Maryland revela la inacción y negligencia de la Iglesia Católica ante el abuso sexual infantil por parte de monjas, seminaristas y diáconos.
Un informe del Fiscal General de Maryland ha concluido que más de 150 clérigos, monjas, seminaristas y diáconos abusaron sexualmente de al menos 600 niños en la Arquidiócesis de Baltimore en las últimas décadas. La investigación, que duró cuatro años, encontró que la iglesia tenía una «historia innegable» de «abuso generalizado, vicioso y persistente». Además, el informe destaca la falta de acción de la diócesis para abordar el problema, lo que pone de relieve la necesidad de reformas adicionales para prevenir futuros abusos.
REDACCION CANARIAS SEMANAL /AGENCIAS DE PRENSA
La Arquidiócesis Católica de Baltimore, Estados Unidos, ha sido señalada por un informe de la Oficina del Fiscal General de Maryland por encubrir décadas de abuso sexual infantil por parte de sacerdotes y otros líderes de la iglesia. Los casos de abuso se remontan a la década de 1940 y según el informe, más de 600 niños han sido víctimas de abuso sexual por más de 150 clérigos, monjas, seminaristas y diáconos.
Abuso generalizado y encubrimiento
La investigación del Fiscal General de Maryland, que duró cuatro años, concluyó que la iglesia tenía una «historia innegable» de «abuso generalizado, vicioso y persistente». Los líderes diocesanos optaron por proteger a la institución, en lugar de a los niños en sus parroquias y escuelas.
El informe encontró que la cantidad de perpetradores y víctimas, la depravación del comportamiento de los perpetradores y la frecuencia con la que se permitió que los perpetradores conocidos siguieran abusando de los niños son asombrosos. El abuso fue tan generalizado que en algunas iglesias y escuelas más de un perpetrador estaba activo al mismo tiempo.
Inacción y negligencia
La Archidiócesis no protegió a las víctimas cuando surgieron denuncias de abuso. Incluso cuando se enteraron de que un sacerdote había abusado sexualmente de una niña de 14 años en 1987 y admitió que algunas niñas «lo habían excitado», le informaron a la víctima que estaba recibiendo terapia y que se mantendría alejado de los niños.
La diócesis no tomó más medidas hasta que se presentaron más víctimas en 1994, según el informe. Para entonces, se dijo que otras nueve niñas habían sido abusadas y había evidencia de que otras víctimas optaron por no denunciar sus casos.
Reformas insuficientes
La investigación se centró en casos de abuso anteriores a 2002, cuando un informe sensacionalista de los medios de comunicación sobre el encubrimiento de denuncias de abuso sexual por parte de la Archidiócesis de Boston llevó a reformas en la iglesia, incluidas prohibiciones de por vida para los perpetradores.
Sin embargo, la oficina del Fiscal General afirmó que la Archidiócesis de Maryland no había implementado completamente las reformas necesarias. Por ejemplo, no hizo una lista pública de todos los abusadores conocidos y permitió que algunos de ellos se jubilaran con pensiones en lugar de ser despedidos.
Acciones recomendadas
El informe recomienda eliminar el estatuto de limitaciones en las demandas por abuso sexual infantil en Maryland y dar a las víctimas la oportunidad de reclamar civilmente sus daños. La Cámara de Representantes de Maryland aprobó el miércoles una ley que elimina el límite actual para que las presuntas víctimas tengan 38 años o más para demandar.
La diócesis no tomó medidas adecuadas
El informe del Fiscal General de Maryland destaca la falta de acción de la diócesis ante las denuncias de abuso sexual infantil. Cuando se informó sobre un ministro que había abusado sexualmente de una niña de 14 años, la diócesis decidió simplemente enviarlo a terapia y mantenerlo alejado de los niños, sin hacer nada más para proteger a las víctimas o asegurarse de que el perpetrador fuera llevado ante la justicia.
Tampoco se tomaron medidas suficientes cuando surgieron más denuncias de abuso. A pesar de que se sabía que al menos nueve niñas habían sido abusadas en la Archidiócesis de Baltimore, y que otras víctimas optaron por no denunciar sus casos, la diócesis no implementó reformas efectivas para prevenir futuros abusos ni hizo una lista pública de los abusadores conocidos.
Conclusión
El informe del Fiscal General de Maryland destaca la magnitud del abuso sexual infantil en la Arquidiócesis de Baltimore, así como la falta de acción de la diócesis para abordar el problema. A pesar de que se han implementado reformas en la iglesia católica desde el informe sensacionalista de los medios de comunicación sobre el encubrimiento de denuncias de abuso sexual por parte de la Archidiócesis de Boston en 2002, queda claro que todavía queda mucho por hacer para proteger a los niños de los abusadores en la iglesia católica y en otras instituciones similares.
La eliminación del estatuto de limitaciones en las demandas por abuso sexual infantil en Maryland es un paso en la dirección correcta, pero se necesitan reformas adicionales para garantizar que las víctimas obtengan justicia y que se prevengan futuros abusos.