El 17 de febrero, masas que protestaban contra la pobreza y los altos precios se levantaron en la capital del país sudamericano, Paramaribo, e invadieron el parlamento.
Por Giovanna María

El 17 de febrero, masas que protestaban contra la pobreza y los altos precios se levantaron en la capital del país sudamericano, Paramaribo, e invadieron el parlamento. Las manifestaciones comenzaron contra las medidas de austeridad aplicadas por el gobierno de Chan Santokhi, que acabó con los subsidios a la electricidad, gasolina y otros. El objetivo de las medidas es cumplir con un acuerdo multimillonario con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El país es considerado el más pequeño de América Latina, con una población de 610.000 personas y su gente sufre de alta inflación.
La rebelión popular sigue a una huelga general de dos días de los trabajadores de todo el país en defensa de sus derechos y contra los salarios de miseria. En el año 2022, la inflación en el país fue de al menos 54%.

En la protesta del 17/02, alrededor de 2.000 personas se concentraron en la mañana en el centro de la capital Paramaribo para protestar contra el aumento de los precios de los alimentos, gasolina y electricidad, así como un nuevo impuesto al comercio y las pequeñas empresas. Enfurecidos contra el gobierno de Chan Santokhi, la gente avanzó hacia el parlamento con botellas y piedras, rompiendo el cordón policial en el lugar. Las fuerzas de represión intentaron en vano contener la rebelión de las masas contra la pobreza extrema, que tomaron las calles del centro de la ciudad, confiscaron tiendas con productos básicos e incendiaron edificios vinculados al gobierno.

Agnes, madre de tres hijos, explicó en una entrevista con el monopolio de prensa AFP sobre su participación en las protestas: “Salí temprano del trabajo para unirme a la protesta. No llego ni a la mitad del mes, tengo tres hijos que alimentar y dos trabajos. Todos los días suben los precios”.
“Ya no puedo pagar la gasolina para ir a trabajar y llevar a mis hijos a la escuela”, dijo Alfred, otro manifestante, que también se negó a dar su apellido.
En el año 2022, el gobierno firmó un acuerdo de US$ 690 millones (R$ 3,6 mil millones) con el FMI, que sumió aún más al país en la miseria y aplicó las medidas de austeridad contra las que hoy se rebela el pueblo.
Gobierno vende-Patria no logra sortear la crisis del capitalismo burocrático

Buscando impulsar el capitalismo burocrático en el país, el actual gobierno al frente del antiguo estado de Surinam, ex colonia holandesa, vende cada vez más el país al imperialismo estadounidense tras el descubrimiento de petróleo en el territorio.
En 2020, poco después de la elección de Chan Santokhi, el imperialismo yanqui (Estados Unidos/EEUU) organizó visitas diplomáticas a Surinam, con vistas al descubrimiento de petróleo. El entonces secretario de EE.UU., Mike Pompeo, visitó el país y exigió que EE.UU. sea el principal beneficiario del petróleo, no China. En el año 2022, el presidente de Surinam se reunió con el nuevo secretario yanqui, Antony J. Blinken.