Por Betsey Piette
En un estudio titulado «Supervivencia de los más ricos», publicado el 16 de enero coincidiendo con el inicio del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Oxfam Internacional informó que en 2020 y 2021, el 1% más rico de la población mundial acumuló casi dos -tercios de toda la nueva riqueza. En la década anterior, 2010-20, el 1% más rico había acumulado alrededor de la mitad de toda la nueva riqueza.
Crédito: Tony Murphy
Esto significa que la tasa de desigualdad en la riqueza acumulada se ha acelerado. Los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres, más rápido.
De los 42 billones de dólares en nueva riqueza creada desde 2020, alrededor de 2600 multimillonarios acumularon fortunas por un total de 26 billones de dólares. Es difícil envolver la cabeza alrededor de estos números. El informe de Oxfam trata de desglosarlo: «Un multimillonario ganó aproximadamente $ 1,7 millones por cada $ 1 de nueva riqueza global ganada por una persona en el 90% inferior».
Mientras los multimillonarios se hacen más ricos, la pobreza global y la desigualdad de ingresos aumentan, lo que significa más hambre, inanición, personas sin hogar y un acceso decreciente a la educación, la atención médica y otros sistemas de apoyo social. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo informa que el desarrollo humano está disminuyendo en más del 90% de los países.
La solución sugerida por Oxfam para esta terrible crisis es aumentar los impuestos a los superricos y las grandes corporaciones para reducir la desigualdad. El multimillonario estadounidense Warren Buffet presentó esta propuesta en 2019, advirtiendo que la creciente desigualdad podría traer desestabilización económica.
El trabajo, fuente de toda riqueza
Pero simplemente aumentar los impuestos no logra atacar la causa raíz de esta creciente desigualdad: la explotación de los trabajadores en todo el mundo, que producen toda la riqueza, mientras que la clase capitalista engulle una proporción cada vez mayor de la riqueza que crean los trabajadores.
El estudio de Oxfam ilustra la transferencia masiva de riqueza de la clase trabajadora a la clase capitalista, pero no llega a explicar cómo sucedió. Los multimillonarios no ganaron este dinero a través de su propio trabajo, lo robaron a través de la explotación del trabajo de miles de millones de trabajadores en todo el mundo.
Bajo el sistema económico del capitalismo, para ganar dinero para sobrevivir, los trabajadores deben vender su fuerza de trabajo para producir bienes y servicios para los patrones que son dueños de los medios de producción. Los trabajadores nunca son compensados por el valor total de lo que producen; en algunas industrias se les paga sólo una pequeña fracción de la misma. La diferencia entre el valor que los trabajadores agregan a un producto y los salarios más bajos que reciben se convierte en las ganancias que conforman la mayor parte de la riqueza acumulada de los multimillonarios.
Globalización y neoliberalismo
La brecha de riqueza descrita por Oxfam no solo ocurrió en los últimos dos años. La globalización capitalista y el neoliberalismo han estancado los salarios, mientras que a menudo reemplazan el trabajo directo de los trabajadores con la automatización. Los ciclos de sobreproducción han llevado a repetidas recesiones económicas desde 1980, mientras que los impuestos sobre los ricos cayeron en todo el mundo.
Las mejoras en el transporte y la coordinación de la producción en diferentes regiones y el desarrollo de alta tecnología permitieron a los capitalistas trasladar las fábricas a cualquier parte del mundo, dondequiera que los salarios fueran más bajos. Si los trabajadores se organizan y protestan, los capitalistas podrían trasladar sus fábricas y otros medios de producción a otro país, donde pueden salirse con la suya pagando incluso menos.
Este proceso, conocido como globalización, se expandió enormemente luego de la desaparición de la Unión Soviética socialista y los cambios en las políticas de China que abrieron todo el mundo a la inversión. A través de la superexplotación bajo el capitalismo en etapa final, la clase capitalista puede engullir más y más riqueza que crean los trabajadores.
Despidos de alta tecnología
La alta tecnología aumenta enormemente la productividad al tiempo que reduce la cantidad de trabajadores necesarios en cualquier industria. Ninguna industria está exenta: observe los despidos que ahora sacuden la industria de alta tecnología.
Hubo al menos 154 000 despidos de trabajadores de más de 1000 empresas tecnológicas en 2022, según Layoffs.fyi, un sitio web que rastrea los despidos tecnológicos desde marzo de 2020. Esta cantidad de despidos en una industria es comparable a todos los despidos combinados en la industria automotriz en 2010 como resultado del cierre de plantas y la recesión económica, provocada por el colapso del mercado de hipotecas de alto riesgo de 2007-2008.
Se prevé que la hemorragia en los puestos de trabajo de la industria tecnológica continuará hasta 2023. Microsoft acaba de anunciar el despido de 10 000 trabajadores, a pesar de las ganancias de más de 136 000 millones de dólares en 2022. Amazon acaba de eliminar 18 000 puestos de trabajo. Alphabet, Inc., empresa matriz de Google, anunció 12.000 recortes de puestos de trabajo. The Economic Times estima que se están eliminando un promedio de 3,000 empleos tecnológicos por día en lo que va de 2023. (22 de enero)
Multimillonarios se reúnen en Davos
Oxfam publicó su informe justo cuando el FEM inauguraba su reunión anual de las élites capitalistas del mundo. Oxfam explicó: “Mientras multimillonarios, líderes gubernamentales y ejecutivos corporativos viajan para reunirse en la cima de su montaña en Davos, Suiza, el mundo se enfrenta a un conjunto dramático, peligroso y destructivo de crisis simultáneas. Estos están teniendo un impacto terrible en la mayoría de las personas” en el planeta.
Los multimillonarios de Davos solo están preocupados de que la brecha de riqueza pueda provocar luchas contra ellos. La reunión en Davos se lleva a cabo en medio de crecientes y generalizadas acciones laborales de los trabajadores en Inglaterra, Escocia, el norte de Irlanda, Gales, Francia, EE. UU. y otros lugares, con huelgas paralizantes en transporte, educación, atención médica y más. Los trabajadores se están rebelando contra las reducciones de salarios y beneficios y las amenazas de recortar los programas sociales, incluidas las pensiones de los trabajadores.
Sin embargo, sean cuales sean los acuerdos que surjan de la reunión de multimillonarios en Davos, no pueden resolver la crisis. El sistema determina que ganan aquellos que obtienen la mayor tasa de ganancia. Por supuesto, los capitalistas individuales son codiciosos, pero el sistema capitalista promueve la codicia.
FUENTE: WORKER.ORG
