Ecoaula
- El porcentaje de abandono es muy superior en las universidades no presenciales
Madrid, 12/11/2020
La opción entre escoger la formación online o presencial se ha sustituido directamente por la tendencia obligada hacia lo virtual. La pandemia ha desechado toda la rutina de una clase y su día a día y lo ha cambiado por una metodología telemática que poco tiene que ver con lo que significaba antes la educación. Los estudiantes españoles llevan desde el mes de marzo avanzando como pueden en las materias a través de un ordenador viendo a sus compañeros y a sus profesores en la pantalla. No se ha cambiado únicamente la forma de transmitir conocimientos o de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que la motivación de los alumnos ha decaído tanto que actualmente más del 60% de los que cursan un grado online abandonan la carrera frente al 27% que lo hace en modalidad presencial.
Queda ya poco de lo que antes era la vida universitaria: cafeterías vacías, campos cerrados y una actividad cultural online o muy restringida. En este sentido, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) se mostró preocupada por esta nueva situación y pidió que se priorizara la presencialidad de las clases de primer curso, en el que de media un 18% de los estudiantes abandonan la carrera, aunque este año se espera que la cifra aumente considerablemente.
Por su parte, el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), José Carlos Gómez Villamandos considera que «no tiene sentido cerrar la actividad teórica presencial en los campus cuando es fuera de la universidad donde se están produciendo los contagios». Asegura que las universidades se han adaptado a las nuevas circunstancias tras un gran esfuerzo de toda la comunidad educativa. Gómez Villamandos insiste en la importancia que tiene que se transfiera cuanto antes el fondo destinado a la educación superior. De no hacerlo existiría el riesgo de perfer el impulso invertido en el cumplimiento de la Agenda 2030.
A pesar de que la segunda ola no está facilitando la presencialidad de la Universidad y hay muchas instituciones que ya han asumido de nuevo las clases online como única vía de aprendizaje, CREUP pidió al ministro de Universidades Manuel Castells que se privilegiase a los alumnos de los primeros cursos y los rectores han tratado de darles un trato especial con más tutorías y presencia en el campus. El Ministerio de Universidades anunció recientemente que está trabajando con diferentes organizaciones para elaborar materiales y campañas de sensibilización ante la nueva situación que estamos viviendo.
Más difícil que nunca
Si normalmente la selectividad es criticada por la diferencia de nivel que existe entre unas regiones y otras, este año los estudiantes lo han tenido verdaderamente difícil. La calificación mínima de acceso aumentó aproximadamente en siete de cada 10 carreras y casi un centenar de titulaciones se posicionaron por encima del 13 sobre 14. El principal problema es que muchos estudiantes no se han inscrito donde querían, lo que ha provocado un desencanto que lleva al abandono.
Este escenario no es novedoso, pero se ha complicado desde la llegada de la pandemia. El abandono universitario se lleva viviendo varios años en España y todavía no se ha dado con la solución. Según el estudio U-Ranking 2019 elaborado por la Fundación BBVA, el porcentaje de abandono universitario lo encabeza la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), donde más del 50% de sus estudiantes acaba abandonando sus estudios. Es lo telemático lo que menos parece gustar al estudiante, pero también influyen otros factores como es la falta de orientación y formación, el mal diseño de los planes de estudios que no están actualizados, la falta de calidad del profesorado o la motivación de los alumnos. Son muchas las carreras con alta demanda que sufren esta situación, entre las que destacan las Ingenierías, las Matemáticas, Estadística, Física, etc. Seguidas están las carreras del ámbito de las Artes, Ciencias y Humanidades, en las que se registra la mayor tasa de renuncia en las ramas jurídicas. Por el contrario, las carreras vocacionales o con altas notas de corte como las Ciencias de la Salud tienen menos abandono.
Traducido a los costes, estas cifras suponen que se desaproveche el 12% del gasto en universidades públicas y privadas, cerca de 1.000 millones de euros anuales. En total, abandonarían unos 125.000 alumnos.
Diferencias por regiones
Hasta el momento, los datos del abandono universitario cambiaban hasta un 19% según la comunidad autónoma. En este contexto, Castilla y León es la región con menor tasa de renuncia, con un 19% del total de sus alumnos, mientras que en Canarias la cifra asciende hasta el 38%. Se sitúan por debajo de la media Navarra, Madrid, País Vasco y Galicia
Este informe no ha hecho sino confirmar lo que pasa este año: el porcentaje de abandono es muy superior en las universidades no presenciales. En cabeza está la Universidad Nacional a Distancia (UNED), le sigue la Universidad a Distancia de Madrid (Udima) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Por otra parte, las instituciones privadas presentan menos abandono, dado que tienen un sistema propio de admisión y el porcentaje de estudiantes que está cursando el grado que desea es superior al promedio del sistema público.