«Sorprende el absoluto silencio sobre el caso que han mantenido las multinacionales de la información»
Las organizaciones del Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba condenan rotundamente la decisión judicial británica de acceder a la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, donde puede ser condenado a una pena de más de 175 años de cárcel (…).
MESC (Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba) PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Las organizaciones del MESC (Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba) condenamos rotundamente la decisión judicial británica de acceder a la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, donde puede ser condenado a una pena de más de 175 años de cárcel, por el «delito» de poner en manos del público mundial información sensible sobre los crímenes de Estados Unidos y otras potencias capitalistas, en especial durante las guerras de invasión contra Iraq y Afganistán.
Después de publicar, mediante la página WikiLeaks, miles de documentos que muestran crímenes de lesa humanidad, Assange fue víctima de un montaje policial y judicial, con la participación y complicidad de los gobiernos de Estados Unidos, Suecia, Gran Bretaña y Ecuador (tras la traición del expresidente Lenin Moreno al pueblo que lo eligió), que desembocó en su reclusión en una cárcel de máxima seguridad en Londres.
Julian Assange ha sufrido torturas físicas y psicológicas, tal como ha venido denunciando Nils Melzer, relator especial de la ONU sobre la tortura. Assange ha sido protagonista de una verdadera película de terror en su propia persona, por ejercer el derecho básico de la libertad de información en favor de los pueblos del mundo.
Sin embargo, sorprende el absoluto silencio que, sobre el caso, han mantenido las multinacionales de la información, con apenas alguna que otra reseña en prensa, radio o televisión cuando era inevitable mencionarlo; no digamos ya el de los gobiernos occidentales al respecto.
Contrasta este comportamiento con el desaforado escándalo que hubieran desatado, en caso de ser Cuba, Nicaragua o Venezuela los países implicados, o cualquier otro con intención de ser independiente respecto de la imposición de políticas neoliberales. Para darse cuenta de la magnitud que tendría el asunto solo es necesario observar la montaña de calumnias que, a diario y de manera constante, se vierte contra estas naciones en prácticamente todos los medios de comunicación.
Assange lleva años sufriendo maltratos y cárcel por atreverse a denunciar los desmanes y atropellos de gobiernos capitalistas, especialmente el de Estados Unidos. Voceros de la Contrarrevolución cubana entran y salen libremente de Cuba tras solicitar, en redes sociales, invasiones militares contra su país; otro tanto sucede con la oposición mercenaria y proyanqui de Venezuela y Nicaragua, que operan casi impunemente.
Esta doble vara de medir demuestra que, en realidad, los derechos y libertades no les importan en absoluto, ni a los gobiernos neoliberales, ni a las multinacionales de la información. Su única intención es utilizarlos como armas políticas contra gobiernos populares y países rebeldes que son freno al imperialismo y a los mal llamados «intereses occidentales».
La campaña contra Julian Assange es una venganza contra su lucha por la libertad humana, la misma lucha que la de países como Cuba: la lucha por los derechos y libertades para toda la humanidad frente a los privilegios para los grandes capitalistas.
¡Basta de montajes mediáticos y judiciales! ¡Libertad para Julian Assange! ¡Basta de calumnias contra la Revolución cubana! ¡Hasta la victoria siempre, Venceremos!
6 de enero de 2021
https://canarias-semanal.org/art/31905/julian-assange-y-cuba-venganza-imperial-contra-la-rebeldia