Por Juan Pérez
Cancelaciones de profesionales acelera declive del sector agropecuario
No nos cansaremos de reiterar la traba que para el desarrollo del país causa
la injusta tenencia de la tierra. Este lastre que arrastramos desde siglos y que
no se corresponde con la época actual, impide aprovechar las ventajas
comparativas que en este campo poseemos. Contamos con excelentes
condiciones climáticas, donde se presentan diferentes tipos de microclimas,
lo que, conjugado con la existencia de suelos de alta calidad, valles altos y
bajos, permite el cultivo de una amplia gama de rubros agrícolas.
Tenemos la potencialidad no solo de producir para los casi once millones de
dominicanos y los turistas que nos visitan cada año, sino para los mercados
americanos y parte de Asia y Europa. Esto nos ahorraría millones de dólares
que nos vemos precisados a gastar en productos que pueden producirse
aquí, a la vez que obtendríamos divisas frescas incrementando los ingresos
nacionales, traduciéndose todo este dinamismo en una mejor calidad de vida
para todos los dominicanos.
Pero, desgraciadamente, hemos contado con gobiernos indolentes, como el
actual, que solo les importa la suerte de los dueños del país: la gran
burguesía, los terratenientes, los burócratas estatales y los emporios
extranjeros.
Este atraso gubernamental (negarse a aplicar la ley y liquidar la propiedad
terrateniente) unido al descuido de los productores del agro, el incremento
de los insumos, la falta de mercado, las importaciones injustificadas y las
masivas cancelaciones de los profesionales de este sector cantan el réquiem
de la agropecuaria nacional.
Caso de las cancelaciones de profesionales del agro
Se ha convertido en un mal hábito en nuestro país que al producirse un
cambio de gobierno se proceda a cancelar a empleados públicos sin importar
los méritos acumulados por estos. Todo responde a la forma autocrática de
gobernar, al clientelismo político y al irrespeto a las leyes.
Se hace campaña en función de las ventajas que se puedan conseguir si el
partido por el cual se aboga llegase o se mantiene en el poder. De manera
que al producirse un cambio de mando, como no hay nuevas plazas de
trabajos, se hace necesario cancelar parte del personal actual.
Tradicionalmente han sido los profesionales del sector agropecuario los más
perjudicados por esta politiquería, que esta vez, en el gobierno de Luis
Abinader y el PRM, ha batido todos los records. Más de quinientas
cancelaciones a nivel nacional de agrónomos y veterinarios con hasta más de
treinta años en servicio y con enfermedades catastróficas.
Antes los justos reclamos de estos profesionales el ministro de agricultura,
gerentes y directores de las demás instituciones ligadas al agro, responden
de manera despiadada con más cancelaciones.
Debemos estar claro, que mientras continuemos bajo las directrices de estos
viejos partidos (PRM, PLD, FP…) no será posible la erradicación de este mal y
de otros tantos que nos impiden salir del subdesarrollo.
Es tiempo de que los profesionales hagan conciencia de que su suerte está
ligada a la de los pequeños y medianos productores, así como a la de los
campesinos sin tierra y la clase trabajadora en sentido general. De que no es
posible alcanzar mejores niveles de vida si no se hace cumplir la ley 314 que
plantea la eliminación gradual del latifundio. Y de que solo un gobierno de
carácter progresista y revolucionario garantiza las ejecutorias de tales
aspiraciones.
¡No más cancelaciones de profesionales agropecuarios!
¡Reposición inmediata de todos los cancelados!